Capitulo II: El entrenamiento de un Sainstug

101 5 0
                                    

Jeisk se dirigió hacia el castillo del Rey Artimid, al llegar, en el castillo había una gran fila de muchos hombres que buscaban servir al Rey Artimid. Jeisk se desanimó un poco pues nunca tuvo mucha paciencia, ni gusto de esperar, pero para su fortuna, El canciller lo reconoció entre todos los presentes y lo hizo pasar, Jeisk tuvo la oportunidad de hablar directamente con el gran Rey Artimid. Quien además de otorgarle el honor de hablarle, le estaba agradecido pues había salvado la vida de su canciller, el Rey Artimid le preguntó a Jeisk :

—Muy buenas, Ramfus me ha contado tu historia, no sabes cuanto lamento lo de tu familia, pero aun así, alégrate pues vendrán tiempos mejores. Ramfus también me ha dicho que quieres ser un Sainstug, guerreros valientes, preparados y fuertes como tu, ¿qué más no quisiera yo que tenerte en mi ejército?

Jeisk al oír esto se alegró mucho, pensó que su sueño finalmente se haría realidad; pero entonces el rey dijo:

—Lamentablemente todos nuestros Sainstug tuvieron que pasar por un entrenamiento, no puedo hacerte un Sainstug porque sí, sin embargo, puedo agregarte a la lista de postulados al examen para Sainstug, es todo lo que puedo hacer, ser elegido depende únicamente de ti.

Dicho esto, Jeisk agradeció y se retiró a su casa tras aceptar ser inscrito en el entrenamiento de Sainstug.

Al llegar a casa, Jeisk satisfecho por lo que el rey le había comentado salió a cazar como de costumbre, cuando encontró algo que comer volvió a casa, lo calentó en la fogata de siempre y finalmente se fue a dormir.

Al día siguiente, Jeisk se levantó temprano, al igual que siempre, salió a cazar su desayuno y tras haberlo calentado y comido, se dirigió a Ainstcur, capital de Hastkard y lugar donde se realizaban los entrenamientos, tomó el primer tren que logró alcanzar y dio inicio su viaje, al llegar al tren todos los asientos estaban ocupados a excepción de uno, por fortuna para Jeisk, tuvo que sentarse al lado de un chico de nombre Tosk, tenía el pelo rojizo, unas ropas cafés desgastadas y una espada en su espalda. Al sentarse Tosk saludó a Jeisk y le dio la mano, pero Jeisk, debido a su incapacidad para socializar simplemente lo ignoró y se sentó.

El ambiente era tenso y Jeisk se sentía cada vez mas incomodo pues por mas que ignoraba a Tosk este intentaba romper el hielo de cualquier forma, en cierto momento Tosk dijo:

—Y... ¿porque has tomado el tren a Ainstcur?, ¿Qué quieres hacer allí?

A lo que Jeisk se limito sencillamente a contestar:

—Seré un Sainstug.

Tosk se alegro un poco pues estaba por pensar que Jeisk no podía hablar y respondió:

—Bueno entonces supongo que seremos compañeros en el entrenamiento.

A lo que Jeisk respondió:

—¿Qué quieres decir?

Tosk, sonrio de manera orgullosa se paro, señalándose a si mismo y  apoyando fuerte mente su mano sobre la mesa exclamo:

—¡YO TAMBIÉN SERÉ UN SAINSTUG!

Ante esto, Jeisk sencillamente sonrió y guardo silencio.

Tosk que era a diferencia de Jeisk alguien muy sociable, al ver que Jeisk sonrió, dijo en tono sarcástico y burlón:

—Quien lo diría, si tienes sentimientos.

Jeisk sonrió un poco orgulloso y dijo:


—Todos los tenemos, algunos simplemente los ocultamos.

Poco después llegaron a Ainstcur, se dirigieron al lugar de reunión, y allí encontraron a todos los aspirantes a Saintug y también al entrenador; el señor Randamius, un hombre de cabello y barba gris con muchas cicatrices, ropa azul al más puro estilo de un alto cargo de la marina y con muchas medallas adornando su pecho entre ellas al igual que el canciller el medallón del rey, quien les dijo que se preparaban porque se enfrentarían a una de sus mayores pruebas en toda la vida y que muy pocos lograrían ser un Sainstug; el término que el uso en ese momento fue...

—"Sólo aquellos que no sean basura lo lograran"

Y es así como Jeisk, con su nuevo compañero Tosk, fueron a dormir preguntándose que les esperará al siguiente día.

Los relatos de HatskardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora