Nunca te abandonaré (Zayn Malik) (COMPLETADA)

Capítulo 26. Pistas

Lana estaba sentada a los pies de su cama pensando en cómo podía deshacer todo. Había quedado con Landon en el parque cercano al río Worth para decirle que definitivamente tenían que romper. 
Una vez zanjado eso, podría hablar con Zayn para contarle el otro asunto que le ponía los pelos de punta.

Vió a Landon acercarse con una gran sonrisa. No sabía cómo iba a encajar la noticia que estaba a punto de recibir, pero ella iba a intentar ser lo más delicada posible.
- Hola- saludó ella con una sonrisa ladeada.
- Hola- Landon le dió un largo beso en la mejilla.
- Nos sentamos en ese banco?- preguntó Lana.
- Claro, tenía muchas ganas de verte.
- Verás,- comenzó ella mientras se apoyaba en el banco- he venido a decirte que ya no puedo seguir con esto. No está bien, yo estoy enamorada de Zayn y lo único que voy a conseguir es perderle a él y hacerte daño a ti. 
- Cómo? Pero él no te quiere...- contestó él dolido.
- Pero lo hará... o al menos eso espero. Desde luego no voy a conseguir nada si sigo a medias contigo.
- Y por qué me has traído hasta aquí para decirme eso? Para que no montase una escena en medio de un bar o en tu casa?
- Porque quería que estuviésemos tranquilos...- dijo Lana intentando tranquilizarle.- Lo siento mucho...
Cuando ella intentó darle un abrazo, él se apartó. Había empezado a sollozar y estaba dándole la espalda.
- Lo siento mucho, Landon. 
- Cuando él te deje, no acudas a mi nunca...

Landon no sabía que esa era la última vez que iba a ver a Lana con vida, él simplemente se alejó ignorando lo que estaba a punto de suceder.
Ella se quedó ahí encajando todo lo que estaba pasando. Al menos ya había acabado con esa historia. Intentaría ser feliz con Zayn, aunque no sabía si iba a ser posible. Las palabras de Landon iban muy en serio y no sabía si iba a arrepentirse de sus actos.
- Siempre podrás acudir a mi...

Lana se giró al oír esa voz que le resultaba tan familiar, después todo se volvió negro.

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Isabella y Zayn habían acordado tener una relación cordial, aunque no lo era. Él quería protegerla a toda costa y la única manera de hacerlo era mantenerla alejada. Ella había aceptado aunque fuese para que él dejase de darle vueltas a la cabeza.
Siempre que se veían por la universidad e Isabella pasaba por su lado, Zayn le acariciaba la mano disimuladamente. O cuando él estaba tomando apuntes, ella se acurrucaba a él fingiendo que se había perdido y le daba un beso en la mejilla.

Liam la había dejado en casa como cada día. Se apresuró a subir las escaleras y se tumbó en la cama con el móvil en la mano.
"Quedan dos días para tu cumpleaños, me gustaría verte ese día".
Zayn esbozó una sonrisa de oreja a oreja. Él estaba deseando celebrarlo con su familia y con ella, pero sería una pista demasiado arriesgada.
"A mi también me gustaría pasar el día contigo, menos mal que al menos nos vamos a poder ver en clase. No dejaré de pensar en ti ni un minuto, no será lo mismo pero...". 
A Zayn le amargaba la idea de que ni siquiera ese día pudiese estar tranquilo. La persona que le acosaba iba a dejarle un regalo de cumpleaños, contaba con ello, aunque estaba deseando estar equivocado.

Cuando dieron las doce del día 12 de enero, Isabella le escribió rápidamente para felicitarle. Fue un mensaje cariñoso pero no en exceso, ella ya había dejado claro que lo amaba, y seguir forzando las cosas sólo les iba a traer problemas. Esperó al menos poder decirle algo cuando se viesen en clase o por los pasillos, pero no tenía mucha esperanza, aunque seguro que iba a tener la oportunidad de mandarle una mirada o acariciarle la mano.

Todavía no le había visto y estaba un poco desangelada. Iba de camino a clase del señor Meyers cuando alguien le cogió de la mano y la metió en el baño de los chicos. Cuando notó el tirón se asustó, pero cuando vió el dedo de Zayn indicándole que estuviese en silencio mientras sonreía, logró calmarse. Él la cogió de la mano y ambos se metieron en uno de los baños individuales, no sin antes asegurarse de que estaban solos. Zayn la apoyó cuidadosamente contra la pared mientras la cogía por la cintura, muy cerca de ella. 

- Se supone que soy yo la que te tendría que dar una sorpresa.- susurró ella con una sonrisa en los labios.

- Ya me la diste cuando te conocí...

Zayn empezó a acariciarle la mejilla y a besarle el cuello, iba subiendo hasta que finalmente llegó a los labios. Comenzó siendo un beso calmado, pero poco a poco aumentaron su intensidad. Todo lo de alrededor había desaparecido, como si sólo estuviesen ellos dos. Isabella empezó a deslizar la mano hacia sus pantalones hasta que él, muy a su pesar, tuvo que detenerla.

- Nena, tenemos que parar. No es buena idea que hagamos esto aquí.

- Lo siento...- contestó ella mientras respiraba hondo.

- Yo también. Te prometo que intentaré compensarlo...- "si no acabo muerto", pensó él.

Ambos se dieron un último beso y un abrazo antes de salir de los servicios. Notaban el latir del corazón del otro como si fuese el suyo propio, era la sensación más gratificante que habían experimentado.

De camino a casa, él no podía dejar de sonreír. Fue entonces cuando Zayn abrió el buzón de correos con el esperado sobre, dió gracias de ser él el que siempre iba a por las cartas. Con manos temblorosas, abrió el sobre y lo que vió le dejó tan helado que casi pierde el equilibrio. Había cuatro fotos de su hermana pequeña, tomadas desde fuera del recinto escolar, lo que significaba que podría entrar cuando quisiese. Tenía que acabar con eso, pero no sabía cómo hacerlo. Estaba dispuesto a que fuese a por él desde el principio, pero sabía que su acosador quería hacerle sufrir. Cogió las fotos y se fue directamente a comisaría.

Cuando llegó, la gente lo miraba como si tuviese una enfermedad contagiosa, probablemente no le ayudasen, pero esperaba por todos los medios que fuese así, sino, él mismo acabaría con su propia vida para que dejasen de acosar a sus seres queridos.