Capítulo 27.

157 16 0
                                    

Le dejé varios mensajes y esperé confiado a que contestara mis llamadas pero no lo hizo, ni creo que haya podido escuchar mis mensajes de voz.

–Zayn– dijo medio adormilado entrando a mi habitación Sebastián.

– ¿Qué sucede? –.

– ¿Sabes dónde está mi mamá? – preguntó.

–Creo que fueron a comprar algunas cosas que faltaban– sonreí –ven, acuéstate aquí– se acostó en mi cama y lo tapé, ya que hacía un poco de frío.

Miré mi celular y suspiré tratando de olvidar y estar más relajado aunque poco lo conseguí.

Fui hacia la cocina, me serví un vaso de yogurt y unos panecitos dulces que las chicas habían cocinado ayer por la noche. Pensé en llamar a alguno de los chicos pero calculé y había diferencia de horario así que decidí comunicarme con alguno de ellos más tarde. Me pregunto por cuánto tiempo más me tendrán aquí. El paisaje es muy lindo y lo paso bien, aunque varias veces me siento solo y aburrido, estoy acostumbrado a estar con mis amigos, mi familia, a estar rodeado de personas con quien la paso muy bien, a estar siempre haciendo algo, a no tener tiempo...

Intenté llamar de nuevo a ______, sin que responda, ya ni siquiera podía dejarle buzón de voz, no había memoria o algo así. Prometo regalarle un buen celular algún día, aunque dudo en poder comprarle algo así, capaz que mande a Eli o Mara así nadie descubre mi paradero.

Prendí la televisión y coloqué algún canal de música, a esta hora pasaban todos temas de rock pesado nuevos, por lo que no conocía ninguno, dejé prendida la tele y me dispuse a jugar con mi celular.

~~

–No siempre obtendrás todo lo que quieres– dijo sonriendo.

–Sí, siempre obtengo todo lo que quiero y lo que más me gusta– besé sus labios.

–Estás confundido, amor–.

–Supongamos...– sonreí de costado.

–Todavía no me tienes–.

– ¿Cómo es eso, amor? –.

–Que todavía te falta mucho para ganarme por completo– rió.

–No estés tan segura, Perrie–.

–Te costará mucho y al final cuando realmente esté loca por ti, y te amé más que a nada, todo estará bien. Y nadie ni nada podrá separarnos–.

La besé y abracé por el cuello –a veces me confundes y no sé si es bueno o malo lo que dices–.

–Tómalo como quieras– me besó.

~~


–Zayn– susurró y abrí mis ojos. Mara me sonreía y recordé a mi madre.

– ¿Sí? –.

–Te quedaste dormido en el sillón de nuevo– rió.

–Uh– restregué mis ojos y me paré.

–Ya está la comida. Espero que te gusten las almejas y el pescado–.

Elizabeth preparaba la comida y Sebastián jugaba con dos soldados verdes –creo que sí. Ahora vuelvo– ella asintió.

Entré a mi habitación para dejar cargando el celular y fijarme si tenía algún mensaje. Nada. Ni siquiera de mis estúpidos productores aunque sea preguntándome cómo estaba el clima. Empiezo a pensar en que muchos se están olvidando de mí. Zayn pasó a ser segundo plano.

Mientras comíamos Sebastián contaba cómo la pasó cuando se perdió por medio de diez minutos en el supermercado, parecía fascinante la manera en que los niños toman algunas cosas, me causó ternura y mucha risa.

Ellos siguieron hablando sobre sus asuntos familiares o algo relacionado a ello, yo comía en silencio y les sonreía de vez en cuando. Supongo que es raro tanto para mí como para ellos tres, pero jamás tuve reproche de su parte y sé perfectamente que soy muy difícil de soportar.

– ¿Quieres postre, Zayn? – preguntó Mara mientras Elizabeth levantaba la mesa.

–Sí, claro. La comida está muy rica–.

–Es porque la cocinó mi mami– gritó Sebastián y todos reímos.

–Lo sé. Tu madre cocina muy bien al igual que la mía– contesté.

–Al igual que yo– intervino Elizabeth.

–Eso ya lo veremos– dije –ya tendrás oportunidad de cocinar y veré si cocinas bien o no–.

Ella levantó una ceja –te encantará mi comida. Ya lo verás, Zayn– contestó tratando de ponerse seria aunque al final terminamos riéndonos.

–Coman todo– sonrió Mara sirviéndonos una tipo capelina.

Me hace muy bien estar con ellos. Es mejor que estar solo "muriendo" y pasándome acostado en una cama sin afeitar o comer por días.

A Mara la asocio con mi madre, aunque física y sentimentalmente no se parecen en nada, es como la figura materna que necesito en estos momentos. Elizabeth me recuerda a mis hermanas, y me siento más real cuando peleo o hablo con ella, porque prácticamente tiene mi edad. Sebastián es como el hermanito que nunca tuve y nos llevamos muy bien.

–Estás pensando mucho– dijo Eli, sentándose a mi lado en el sillón.

–Sí, bueno, así soy siempre–.

Asintió –Zayn, ayer vi a la chica que...–.

–______– hablé.

–Sí, a ella. Ayer la vi discutiendo con otra chica muy parecida, creo que era su hermana–.

– ¿En dónde? –.

–Mmm, por una de las calles paralela al del hotel. No las conoces–.

–Oh. ¿Y cómo estaba? – pregunté preocupado. – ¿Te vio? –.

–Estaba bien, supongo. Pero discutía con su hermana, ambas se gritaron y ______ la dijo algo en el oído, luego ambas se metieron a una tienda de bañeros. Y no me vieron–.

–Okay– respondí –gracias–.

Ella dijo de nada y se estaba yendo.

– ¿Por qué me lo dices ahora y a mí? –.

–Porque se nota que te importa– sonrió –y tú le importas a ella– salió hacia el patio sin poder preguntarle algo más.

Y sí, se está convirtiendo en alguien importante en mi vida ahora. La amiga que nunca tuve podría decir.

She Will Awaken © | zm.Onde histórias criam vida. Descubra agora