H O T L I N E B L I N G

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"Solías llamarme a mi teléfono a altas horas de la noche cuando necesitabas mi amor."
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Capítulo 4 -Hotline bling

Miro mi teléfono y veo que son las 8:00 p.m, falta una hora para que vengan a por mi y estoy muy aburrida.

Bajo las escaleras de dos en dos rápidamente y corro hacia la oficina donde seguramente estaba Esmeralda, abro la puerta y efectivamente, ella estaba ahí revisando unos papeles.

-¿Pue?.. -No me dejo terminar ya que me interrumpió.

-No. -Dijo quitándose las gafas. -Sal y toca la puerta.

Bufó y hago lo que ella me dice.

-¿Quién es?

-Yooo. -Digo arrastrando las palabras.

-¿Yo quién?

-Anne.

-No conozco ninguna "Anne". -Como si fuera poco mi madre odia mi sobre nombre, y a mi no me gusta decir mi nombre.

-Annelise. -Digo con un bufido.

-Pasa. -Dice ella y entro a la habitación.
-¿Puedo salir con unos amigos? -Miró mis zapatos y cuando subo mi vista ella se ríe.

-P-Pero si tu no tienes amigos. -Dice entre risas. La furia viene hacia mi y aprieto mis puños.

-Voy a estar en mi habitación y no me andes jodiendo. -Digo y subo las escaleras rápidamente, cierro la puerta con fuerza y me siento frente a mi espejo.

Siempre he sufrido los maltratos de mis padres, tanto psicológicamente como físicamente, siempre me han bajado la autoestima y subido mi inseguridad. Los recuerdos nublan mi mente y las lágrimas comienzan a salir.

Seco mis lágrimas con furia, y me rió. Mi madre no me arruinará la noche, y hoy pienso pasármela bien. Saco lo que necesito para mi maquillaje, polvo, rímel, sombras, brochas, lápiz negro y un labial oscuro.

Aplico todo sobre mi cara, y corro a mi closet. Saco unos skinny jeans negros con unos rotos en las rodillas, una camiseta color vino y mis adidas superstar.

Peino mi pelo con mis dedos y me tumbo en mi cama con los brazos abiertos a esperar.

Abro la ventana, y saltó a la rama de el árbol que estaba al frente de mi habitación. Corro hacia las rejas de seguridad y las abro un poco para que la alarma de seguridad no se active.
Camino cuesta abajo hasta llegar a el coche clásico negro, toco con mis nudillos el cristal y segundos después entro y me siento a el lado de Matthew, esta vez Jack manejaba el coche y Allan estaba sentado a su lado.

-Bueno, ya saben las reglas de hoy pero las repetiré para la nueva. Si van a tener sexo con alguna chica o chico lo hacen allá. -Dijo mirándome por el retrovisor mientras manejaba, yo me sonrojé. -Ya tienen suficiente suerte con que los dejo subirse a mi bebé.

Durante el camino, Matthew me hablaba pero aveces su voz quedaba a lo lejos cuando me divertía ver a Allan por el retrovisor mirando hacia el cielo, con su ceño fruncido mientras cantaba las canciones de Oasis que salían desde la radio.

De un momento a otro el coche se detuvo al frente de un lugar extraño, era una casa con ventanas cubiertas por un plástico negro, el jardín estaba totalmente muerto, algunos chicos estaban afuera fumando con chaquetas y gorros que tapaban su rostro y si estuviera caminando sola por este lugar me daría miedo.

Jack saca las llaves de el coche y se baja a el igual que Allan, yo me quedo quieta sin saber que hacer.

-Se que quieres quedarte a solas conmigo pero estamos en un lugar público... Ya sabes... No creo que sea lo más apropiado. -Dice Matthew con una sonrisa, yo niego con mi cabeza y me rió antes de abrir la puerta.

Allan. -COMPLETADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora