A N G E L

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"Estoy enamorado de un ángel
Que tiene miedo a la luz, su aureola está rota, pero hay esperanzas en sus ojos"
-Angel, Theory of a deadman.

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Capítulo 9 -Angel.

Las clases pasan lentamente, incluso puedo escuchar el segundero del reloj sonar a medida de que el tiempo pasa.

Miro a mi alrededor y tengo las ganas de salir corriendo, apenas han pasado tres clases y me siento más agobiada de lo normal. Saco mi teléfono con cuidado y lo coloco sobre mi falda.

Para: Allan.

¿Allan?

Muevo mi pie de arriba a abajo y muerdo mis uñas hasta que siento el teléfono vibrar.

De: Allan.

¿Anne?

Ruedo los ojos y vuelvo a escribir.

Para: Allan.

No quiero estar aquí.

De: Allan.

¿Donde quieres estar? ;)

Para: Allan.

Lejos... Escapémonos.

De: Allan.

Espérame en el parking cuando el timbre suene.

Apague mi teléfono y mire hacia la profesora que estaba enseñando francés. Mis ojos estaban sobre la pizarra pero mi mente estaba en otro lado.

Después de veinte minutos la campana suena, organizo todas mis cosas y salgo corriendo de la clase hasta llegar al estacionamiento. Veo el cuerpo delgado y alto de Allan esperando al frente del coche, sonrío y corro hasta llegar a su lado.

-¿A dónde vamos? -Pregunto con mi respiración agitada.

-¿Importa?

-¿Sabías que responder con otra pregunta es de tontos?

-¿Sabías que acabas de responderme con otra pregunta? -Contra ataca poniendo su voz chillona, yo ruedo los ojos y sonrío. Entro al coche junto a Allan y él arranca el coche lo más rápido posible para que no nos pillen.

Después de cinco minutos en coche nos detenemos en el bosque.

-¿Un bosque? -Pregunté en cuanto salí.

-Hay qué adentrarnos en el bosque para ver que hay después al final.

Caminamos por los bosques, era un ambiente muy cómodo, el cielo estaba nublado, hacia un poco de frío, el olor a pinos y escuchar los pájaros cantar de vez en cuando me relajaba.

Caminamos un poco y llegamos a un acantilado, la vista era preciosa. Estábamos a metros de altura de un lago gigante, los pinos rodeaban el lago y la neblina tapaba parte del lago, todo se veía mas pequeño desde aquí arriba.

-Wow, esto es hermoso.

-Lo es. -Dice Allan y se sienta sobre las pequeñas piedras. -Lo descubrí hace unos meses, ¿estás bien?

-Si, bueno no mucho.

-Sabes que si quieres me puedes contar lo que te pasa. -Dice Allan y me entrelaza nuestras manos frías. Nos quedamos así en silencio por unos segundos hasta que decidí hablar.

-Esta mañana discutí con mi madre.

-¿Por qué?

-Porque quiere controlarme y tomar decisiones por mi y por mis hermanos. Ella quiere que vaya a la universidad de Seattle, a estudiar contaduría, pero eso es algo que no quiero.

-¿Que quieres hacer?

-Mi sueño siempre ha sido vivir en New York, estudiar allá y tener mi vida allá.

-Deberías hacerlo si es lo que quieres.

-Debería pero no puedo, además esto es un secreto, pero una de las cosas que apasiona hacer es el ballet. -Yo me reí y él sonrió. -Quiero ir a tomar clases de ballet allá, hay academias muy buenas.

-Yo creo que si te gusta hacerlo, ve a por ello. -Él me sonríe. -Algún día bailarás para mi. -No pregunto, fue más como una afirmación.

-Algún día.

-Pero ya no estés mas deprimida. Desahógate.

-¿Y cómo? -Pregunte, el se levanto y me ayuda a hacer los mismo.

-¡Grita! -Gritó apretando un poco mi mano y haciendo que algunas venas de su cuello se notaran. Yo me reí.

-Estás loco. -Dije.

-¡No lo digas, grítalo!

-¡Estás loco!

-¡Es por tu culpa!

tu me plais! (Me gustas) -Grite en francés, de repente todo se puso silencioso, los pájaros se callaron y no sentí ningún olor, solo sentí mi cabeza calentarse del sonrojo que tendría en mi cara, no pensé cuando lo grite.

-Es mejor que nos vayamos. -Allan dijo y caminamos de nuevo hacia el coche,

"Tonta, tonta, tonta."

Era todo lo que podía pensar mientras caminábamos al coche, cuando llegamos al auto azul oscuro Allan se recostó contra la puerta de copiloto y me miró con el ceño fruncido.

-Allan, lo sien- No pude terminar cuando sentí sus labios contra los míos, él me acerco hacia su pecho y yo cerré mis ojos, después de unos segundos yo comencé a besarlo. Era una danza suave, sentía sus labios moverse contra los míos y los míos moviéndose contra los de él. Kyle estaba en lo cierto. Sentía ese "zoológico" en mi estómago y esas ganas de quedarme en este momento para siempre, pero por falta de aire nos tuvimos que separar.

-aussi je vous aime. (También me gustas) -Respondió pegando nuestras frentes, yo lo mire y él depósito un beso rápido antes de correrse y dejarme entrar.

Yo entre aún aturdida por lo que había sucedido. Allan manejo silenciosamente solo daba pequeños golpecitos al volante.

-Mierda. -Dijo y detuvo el coche aún lado de la carretera. Desabrochó su cinturón y hizo lo mismo con el mío, tomo mi mano y me ayudo a levantar haciendo que una de mis piernas quedara a un lado de su regazo y la otra en el otro lado. El unió nuestros labios una vez más pero esta vez fue un poco más necesitado.

Sus labios no iban muy lento pero tampoco muy rápidos. Apretó mi espalda acercándome más a él haciéndome abrir la boca dándole acceso a su lengua. Ésta acarició la mía, mi lengua empezó a moverse al ritmo de la suya. Paso mis manos por su cuello. El beso se rompe cuando comienzo a reír, Allan me mira con el ceño fruncido.

-¿Que pasa? -Joder, su voz salió ronca. Yo mire hacia abajo y el sigue mi mirada. Había olvidado que tenia la falda del colegio y podía sentir el miembro de Allan sobre mi zona íntima qué solamente la protegía una tela delgada.

-Mierda, lo siento muchísimo. Siempre arruino todo. -Al ver su cara de frustración yo me rió, y esta vez soy yo quien lo besa. Nos quedamos unos segundos besándonos, simplemente disfrutando el momento donde sólo éramos él y yo. Me separé de Allan y le di un pico para después salir por la puerta del conductor.

Camino al frente del coche y por la ventanilla del asiento del copiloto agarro mi maletín y camino hacia el portón de mi casa, antes de entrar me giro hacia el coche y apenas puedo ver sus ojos mirándome. Entro a mi casa y rápidamente subo al segundo piso.

-¿Qué te pasa? -Pregunta Kian mirandome con una sonrisa.

-Estoy feliz, no me preguntes por qué cuando existe un por quién. -Digo rápidamente y corro hacia mi cuarto, tiro la puerta y le echo seguro. Pego mi cara contra la almohada y no puedo contenerme las ganas de ahogar un grito en ella.

"Querida Kaityln:
Me gusta Allan."

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Capítulo lleno de salseo como lo prometí C:

¿Que pasará más adelante? *Música de suspenso?

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Allan. -COMPLETADAWhere stories live. Discover now