Capitulo 3; Indiferencia.

18.4K 984 54
                                    














CANCIÓN: I hate this part- The pussycat dolls.

















AIDEN









Doy una o dos caladas al cigarrillo, apoyado en mi coche. Hacía quince minutos que estaba aquí, esperando a Charlotte. Le doy una última calada al cigarro y lo arrojo al suelo.

La puerta principal se abre y en ella, distingo dos siluetas femeninas lo suficientemente reconocibles. Parecían discutir y alargar las cosas aún más, solo quería mi móvil, ¿Era algo tan difícil? En mi caso, sí o tal vez yo había complicado todo.

Elizabeth, empuja levemente a Charlotte hacia el exterior. Su cabello lo mantenía lacio, no como solía llevarlo a la universidad, todo alborotado, el cual le llegaba a la cintura, sus ojos azules estaban perfectamente delineados haciéndolos aún más grandes y preciosos a la vista de cualquiera, sus largas piernas llevaban unos jean ajustados y traía un suéter blanco, con brillos dispersados a lo largo de éste.

Vuelvo a concentrarme en su rostro, repasándolo una vez más. Sus ojos azules como el mismo océano, estaban conectados a una nariz diminuta y respingada. Sus labios, eran carnosos y de piel delicada solo con una capa de brillo labial, aunque no lo necesitaba. A cualquier otro, que no la conozca, podía parecerle bondadosa e ingenua. Pero en su mirada, su mirada ocultaba algo, en su mirada podía ocultar los secretos del mismísimo oceanos e inclusos peores.

Estaba buena, si. Pero no dejaba de pensar que no era la clase de chica con la que alguien como yo saliera, no eramos nada compatibles. Aunque un acostón, no vendría nada mal, ¿no?

Se detiene a unos pasos frente a mí y aletea sus pestañas hacia a mi, no intentando seducirme. Comprendía que no le agradaba.

— Hola— saludo con cordialidad.

Ella asiente hacia a mí. Hago un intento por no blanquear los ojos, a veces su comportamiento me frustraba.

— ¿Nos vamos?— pregunto.

Ella vuelve a asentir, pero esta vez no permite que nuestras miradas se encuentren. Opto por hacer lo mismo que ella y desvío mis ojos de su rostro, ella rodea mi coche y se sube al asiento copiloto.

Suspiro y cierro los ojos. Sería más difícil de lo que imaginé.

La morena; Elizabeth, aún sigue en el umbral de la puerta y sonríe hacia nosotros. La chica se ve más agradable que su amiga, ¿por qué no me tocó salir con ella?

Le devuelvo la sonrisa y subo al coche. Enciendo el motor del Audi y salimos mezclándonos por la autopista. Ya tenía el lugar en el que iríamos a cenar asegurado. No era muy difícil, mi padre Jack, es dueño de un restaurante y Charlotte era la primer chica a la que llevaría a cenar, normalmente solo encontraba a chicas en fiestas o bares y las llevaba a mí apartamento. Pero esta vez era diferente.

Había que aceptarlo, para todo hay una primera vez. Y admito que me sentía algo nervioso.

Luego de unos minutos, en compañía solo de la música de la radio y el silencio incómodo entre nosotros, aunque a ella no parecía molestarle. Llegamos.

Charlotte amaga en salir, pero la detengo tomándola del brazo suavemente. Ella se vuelve hacia a mí entre sorprendida y algo tensa.

— No me toques— murmura a regañadientes.

Sus ojos intentan decirme algo, pero no puedo comprender que es lo que quieren decirme. La suelto lentamente y aún sigo sorprendido por su reacción, es muy arisca y no se porque me extrañaba tanto sí su comportamiento dejaba mucho que desear.

No temas, aquí estoy yo © (Disponible en Dreame)Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin