Capítulo II

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Jazmín estaba sorprendida con la gentileza del lord Liam y quería disculparse con él por estarlo evadiendo por casi dos semanas; se levanto de la cama muy temprano, se puso un vestido azul marino que le había dejado Aileen una de las doncellas de la que se había hecho muy amiga, su amabilidad le generaba gran confianza, era gentil y buena con ella y aunque no había contado nada de lo que le había pasado, todos se daban cuenta de que era una buena muchacha que había pasado por una muy dura prueba, por eso tanto Aileen como las otras doncellas se encariñaron con ella.

Habían pasado un tiempo desde que la joven había despertado, Liam estaba sentado en su despacho revisando unos documentos importantes, escucho la puerta abrirse y miró para ver quien se atrevía en entrar sin tocar antes, era algo que le molestaba y nadie en su castillo lo hacía. Al ver a jazmín parada en la entrada dejo lo que estaba haciendo y se quedó mirándola y no era difícil sentirse encantado al verle, porque era una mujer hermosa, su belleza era digna de admirar.

Sus ojos verdes lo impactaron pero su piel morena y su cabello lleno de grandes rizos negros que iluminaban su rostro lo atraían más, su cuerpo era exquisito pues tenía una pequeña cintura, grandes pechos y hermosas caderas, sin añadir más su trasero redondo y respingado era igual de llamativo; Pero su boca era lo que más le llamaba la atención sus labios era grandes, carnosos y rosados.

-Mi lord- dijo ella al entrar, estaba nerviosa pues el rostro de este estaba totalmente serio y su ceño estaba fruncido.

-¿Señorita jazmín como amanece hoy? - pregunto Líam casi susurrando, apenas estaba  adaptándose a su belleza.

-Mi lord creo que tenemos que hablar, ya han pasado casi 4 semanas y creo que es justo que sepa lo que me ha pasado--dijo mientras se acercaba a la mesa.

-Claro señorita, siéntese, la escucho- respondió el, dándole permiso para que tomará asiento.

-Mi lord- dijo jazmín pero el la detuvo antes de que siguiera hablando.

-Puede llamarme Liam si desea, no tiene porqué llamarme señor- solicito.

Ella se sonrojo pero prosiguió con lo que tenía que contarle, era mucha información por digerir así que sin perder más tiempo comenzó a relatar.

Goliam era mi futuro esposo, mi padre me vendió a el por unas cuantas monedas para poder regresar a sus tierra.
Yo no quería que eso pasará pero la vida de mi familia estaba en manos de Goliam, es un hombre despiadado que decidía maltratarme cuando quería y al terminar disfrutaba con dejarme en los calabozos sin comer por varios días. Eran un hombre insensible, lo único que le importaba era el poder.

Un día de esos me golpeó tanto que  me hizo perder la conciencia y me lanzó nuevamente al calabozo, cuando llego la madrugada uno de sus guardias entro a la celda... En ese momento jazmín freno y sus lágrimas se deslizaba por sus mejillas, el dolor de la joven era evidente y Liam ya se imaginaba lo que ella iba a contarle así que le dijo - si quieres puedes parar no tienes por que presionarte, yo esperare hasta que estés lista-.

-No, debo decirlo todo ahora, antes de que el valor abandone mi cuerpo y la vergüenza me impida contarlo todo- respondió.

Jazmín se limpio las lágrimas y continuó contándole lo ocurrido, era algo que debía hacer, el tenía que ayudarla.

El guardia entro en mi celda y me tomo a la fuerza, me violo y luego me volvió a golpear, fue una de las experiencias más duras de mi existencia, no lo podré olvidar nunca.

Grite todo lo que pude pero nadie me escucho, pase 4 días llorando sin parar, después de eso Goliam decidió que deseaba verme, este había tomado mucho y estaba bastante mareado, me tomo del brazo y en el despacho me tomo a la me fuerza, otra vez tenía que sufrir el abuso de un hombre.

Estaba totalmente destruida pero cuando Goliam se dio cuenta de que alguien más me había tocado, se escolerizó tanto que me golpeó sin cesar hasta hacerme perder la razón, de allí no me acuerdo que pasó, solo ya cuando abrí los ojos estaba en vuestro castillo. Trato de recordar cada detalle pero mi mente parece haber borrado lo ocurrido.

Me acuerdo de algunas voces, y de cuando me subieron a un caballo pero no se que más paso.

Liam no aguanto las ganas de abrazarla y la rodeo con sus brazos, jazmín estaba tensa pero la confíanza que el le hacía sentir la hizo tranquilizar un poco, no era un hombre impulsivo, diría que nunca se caracterizó por ser sensible y siempre debía guardar la postura en cada momento, pero el impulso le ganó y los recuerdos del pasado le llegaron a la mente.

Liam nunca había sido tan compasivo pero esta joven necesitaba protección y el sería quien se la daría, no sabía por qué, pero aquella mujer lo instaba a cuidarla y a protegerla.

El le ordenó que se a descansar, había sido un día muy agitado y tenía que recuperarse, así que sin más, la dejo marchar.

Muy lejos del lugar la tensión subía más y más.

-¡Goliam!- Gritaron unos hombres a la entrada del castillo del lord.

-¿Que diablos pasa afuera?- dijo este sin una pizca de entusiasmo.

-Creo que la hemos encontrado- dijo el hombre que lo llamaba.

Ahí fue cuando decidió prestarle toda su atención al muchacho.
-¿Donde está? - exigió Goliam, tenía muy poca paciencia así que el joven decidió contarlo todo lo más rápido que pudo.

La sonrisa del Lord era grande, le gustaba cazar y está vez había encontrado a su presa.

-¡tomen y disfruten la noche, este día ha sido muy agradable y estoy de muy buen humor! - grito a sus hombres, mientras levanta su copa al aire.

Entre virotes de los hombres, la noche se envolvió en una tremenda celebración, La noche auguraba una muy buena fiesta y así fue.

LA ORDEN DE Cairan. PRÓXIMAMENTE EDITADO.Where stories live. Discover now