Capítulo III

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A la señora la encontraron los hombres del castillo Evergum y hasta ahora la han cuidado como si fuera uno de ellos. Sabemos que la fortaleza es impenetrable y son los guerreros más temidos, así que desde que la hemos visto, va custiodada de dos guardias, que no la dejan ni un instante sola.

La rabia de Goliam fue grande al darse cuenta de que su obsesión estaba bien, quería destruirla, verle sufrir lentamente hasta que muriera; así que decidió que tenía que recuperarla como fuera, por que era suya y si alguien más la tocaba lo lamentaría, acabaría con todo su no lograba su cometido.

En su momento de ira tomo su espada y  la enterró en el corazón del muchacho hasta que esté dejo de respirar, no saco su espada del pecho de aquel hasta verlo inerte, era un hombre sin sentimientos, una vida para él no valía, solo tenía valor la suya, así que matar a un hombre era para el como el alimento diario, la muerte le movía, el olor a sangre le agradaba.

Llamo a su hombre de confianza y le pidió que llevará una misiva al lord Liam, este con premura acepto y se dirigió al castillo de evergum esa misma noche.

A los dos días Liam recibía al mensajero del Lord y recibió su carta.
Pidió a una de sus doncellas que hablarán con jazmín y le ordenó que no saliera de sus aposentos hasta que él mismo le fuera buscar, sabía que lo que allí se hablaría no sería de su agrado y el sentimiento de peligro se activo en su cuerpo, relajo los músculos que tenía en total tensión y recibió el mensaje tendido por el mensajero.

Así paso esa mañana, encerrada y así mismo pasó la tarde, le llevaban el alimento a su habitación, aunque estaba cansada, el miedo no la dejaba salir.

La misiva que Goliam había mandado lo dejo un poco preocupado pues en ella le exigía que devolviera a su prometida.

Entregar a Jazmín era algo que Liam no iba a hacer ni loco, sabía que el hombre quería dañarla y no lo permitiría.

El mensajero estuvo por dos días en el castillo, en esos días jazmín no salio de su aposento, ni se asomo a la ventana, estaba muy asustada por lo que le pudiera suceder si la veían.

El mensaje de Liam a Goliam fue muy corto:
Estimado Goliam me temo que su prometida no ha sido protegida en mi castillo.

Espero que pueda usted recuperarla pronto.

Al llegar al castillo, el mensajero le paso la misiva y este solo soltó un gran bufido de furia.

Estaba demasiado enojado para pensar así que decidió calmarse y comenzar a buscar una estrategia.
Aunque todavía no había visto a jazmín, sabía que estaba en ese castillo y que tampoco se podía dar el lujo de iniciar una guerra con Liam solo por una suposición, era muy peligroso y su ejército no estaba en condiciones para una guerra, así que prefirió esperar el tiempo correcto.

.... Al momento en que se fue él  Mensajero, Liam fue a buscar a jazmín y al verla así de nerviosa no dudo en intentar que se calmará.
Su cara pálida y sus ojos rojos de tanto llorar lo hicieron sentir un algo en su corazón que no sabía como explicar.

Pasaron 4 días y jazmín se había adaptado muy bien en el castillo, el susto había quedado en el pasado, aunque todavía estaba preocupada por la suerte de su hermano decidió comenzar con su plan para poder salvarlo, sabía que no era algo digno lo que haría, pero era la vida del ser que más amaba y por el daría hasta su vida, así que perder la dignidad por ello era lo que menos le importaba.

Se levanto de la cama, se puso un vestido coral muy sencillo que se ajustaba a su cuerpo y dejo su cabello suelto, sabía que le favorecía y que él la observaba más cada vez que lo llevaba así.

Al llegar al desayuno todos se quedaron en silencio cuando la vieron bajar las escaleras y a Liam no le gusto para nada como la miraban. Frunció el ceño y la observó.

En medio de la mesa su paciencia se estaba agotando, todos sus hombres no hacían más que complacer a jazmín cuando está les pedía algo. Así paso la hora del desayuno y cuando ya no podía aguantar su furia decidió levantarse y retirarse del salón.

Este gesto no paso desapercibido por jazmín. Al verlo irse lo siguió con su mirada mientras soltaba una pequeña y maldición, no podía dejarlo escapar, pero algo de su intuición le decía que los celos se demostraban así, una sonrisa se asomo en sus labios y termino con satisfacción su comida.

En la tarde ella decidió explorar el castillo y llego hasta los establos, los caballos le apasionaban, eran su segundo gran amor, así que no dudo en subirse al lomo del temible rayo.
Era indomable pero cuando jazmín lo toco y le dijo unas palabras que el mozo de cuadra no entiendo este se agachó y espero a que ella se montará, la libertad al sentir el aire en su cara le alegraba, amaba esa sensación, así que disfruto.

Liam estaba con algunos hombres, arreglado un ala del castillo cuando vio una ráfaga que pasaba detrás de ella, al mirar detenidamente distinguió a la joven y la rabia se apoderó de él.

Tomo su caballo y se fue tras de la joven.

Al llegar al lago jazmín bajo de rayo y contempló el paisaje, Liam llego unos segundos después que bajándose rápidamente del caballo no la dejo reaccionar y la asió del brazo, ella se asustó al ver que estaba tan enojado, sus ojos estaban cristalinos, las aletas de su nariz estaban dilatadas y su respiración agitada, lo contempló y algo en su interior se removió, el pasado comenzó a pasar por su mente y la necesidad de urgencia la alertó ante la situación.

LA ORDEN DE Cairan. PRÓXIMAMENTE EDITADO.Where stories live. Discover now