Capítulo 1

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*Narra Andrea*

Acabamos de llegar a la discoteca. Kathy llevaba ya 3 chupitos y ahora iba a por el primer cubata. Poco a poco empezaba a emborracharse y ya le acechaban varios chicos. Yo me quedaba cerca de ella para cuidarla de los chicos babosos, pero seguía bebiendo. Se acercó a un chico de ojos verdes y pelo castaño, y empezó a hablarle como si se conocieran de siempre. El chico al principio no supo cómo reaccionar pero luego cuando él también bebió perreaban juntos. Yo seguía bebiendo y en un momento los perdí de vista. Al no encontrarlos después de un rato di por perdida la búsqueda. Total el tío estaba cañón, que lo disfrute.

Acabe yéndome de la discoteca a las tres de la mañana. Entre en la casa dejando las llaves tiradas, me quite la ropa y me metí en la ducha. Me quede un rato en ella intentando despejarme. Salí, me seque con la toalla y me fui al sofá. No me cogí ropa, prefería andar desnuda por la casa y en cuanto tenía un rato asolas me despelotaba. Cogí el mando de la tele y me puse una porno. Un chico de buen cuerpo cogiéndose a una rubia platino en un despacho, el sentado en la mesa y ella encima, poniendo el cuerpo hacia la cámara de puntillas en la mesa mientras miraba al chico. La chica subía y bajaba, y el la miraba quieto. En un momento ella se baja se pone de rodillas y empieza a mamársela, empieza despacio y poco a poco sube el ritmo. La chica se separa de él abre la boca y el chico empieza a correrse en la cara de ella. Apago la tele y me voy a dormir, no sin antes coger el vibrador.

*Narra Kathy*

Desperté en una habitación extraña, no recuerdo nada de lo de anoche desde que me pedí en la barra el tercer cubata, miro a todas las direcciones para intentar averiguar dónde estoy, pero nada. A mi lado encuentro a un chico fuerte, y castaño, pero esta boca abajo por lo que no puedo verle la cara. Busco mi ropa interior, ya que me encuentro desnuda, pero al no encontrarla decido coger una camiseta del chico que estaba por el cuarto, me queda enorme. Salgo por la puerta en busca de un baño, ya que la resaca me puede ahora mismo. Tras un rato buscando lo encuentro, me adentro y vomito. Al salir me encuentro al chico caminando también hacia el baño, en boxers. Decido preguntarle sobre anoche.

-Perdona... -intento recordar su nombre, pero mi mente solo me trae recuerdos borrosos raros.

-Jayden -dice sonriendo, una sonrisa con la que te corres con solo verla.

-Sí, eso, ¿podrías decirme que pasó anoche? -dije más colorada que sus boxers rojos.

-Claro, pero antes iré a ducharme, desayuna lo que quieras -dijo guiñándome un ojo y sonriendo

Me preocupa lo que pueda decirme, yo borracha suelo darme vergüenza. Vuelvo a la habitación en busca de mi móvil para contactar con Andrea. La verdad es que el desorden de la habitación me hace pensar una idea aproximada de lo que paso anoche. Después de un rato buscando lo encontré bajo la cama, junto con mis bragas, el sujetador lo doy por perdido. Marco y después de un rato me lo coge.

-¿Quién es?-dijo medio dormida.

-¡Andrea! Pedazo de puta-dije medio cabreada, ya que me dejo sola, ¿y si me matan qué?

-¿Para eso me despiertas? ¿Por qué?-

-No solo para eso, en realidad quería preguntarte sobre anoche-dije dolorida por el dolor de cabeza que me estaba entrando.

-Ah bien, fácil. Básicamente bebiste de más y te lanzaste a un tío, el al principio se mostraba tímido pero bebió y empezasteis a perrear. Al rato os perdí de vista. Te busque pero al no encontrarte lo deje estar. ¿Follasteis? Espero que sí, estaba cañón. Borracha no tienes tan mal gusto, suele ser al revés.-

-Si te digo la verdad, no lo recuerdo, ahora mismo está duchándose, ¿tú pillaste algo?-

-No, solo una porno. Corre metete en la ducha y atácale por la espalda.-

Escucho los pasos del chico venir hacia la habitación, sería muy vergonzoso que me pillase hablando de esto.

-Te hablo luego que viene- dije colgando.

Salgo a la cocina, la verdad es que sí que tengo hambre, es lo normal en mí. Debo de haber hecho mucho ejercicio esta noche, porque tengo agujetas. Vi unas magdalenas en un armarito, que estaba bastante alto así que cogí una silla.

-¿Encuentras algo que te guste?- dice apareciendo por la puerta y asustándome, a lo que se me caen las magdalenas.

Bajo de la silla y me fijo en él, todo mojadito, y solo con una toalla en la cintura. Como me gustaría ser una gota de agua para caer por ese cuerpo.

-Creo que ya lo encontré anoche- dije instintivamente, a lo que el rio.

-Bueno, ¿querías hablar de anoche no?- dijo preparándose un café.

-Ah, si-dije sentándome en una silla y comiéndome una magdalena.

-Pues a ver-dice tocándose nerviosamente el pelo y la nuca- Estábamos en el bar hablando y bailando, hasta que en un momento me susurraste unas cosas al oído, pensé que estarías muy borracha, que no debía traerte a casa pero tú insististe. Cuando llegamos, pues...-

-Sí, esa última parte ya me la imagino, lo siento si hice algo que no debería haber hecho-dije agachando la cabeza, este momento era tan incómodo que notaba que mi cara iba a ponerse como un tomate.

-No, si todo lo que me hiciste lo hiciste realmente bien-dice riendo recordando lo de anoche, a saber que hice- ¿te parece si lo repetimos, y te recuerdo un poco lo de anoche?

Se acerca a mi sonriendo pícaramente y se quita la toalla, dios, ahora se entiende porque tengo agujetas. Me quede paralizada, pero decidí seguirle. Me levante y me agarro el culo pegándome más a él. Me llevó de nuevo a la habitación, ya allí me tiro a la cama y se colocó encima de mí. Me comenzaron a llegar todos los recuerdos de anoche, cada uno más pervertido y extraño que el anterior.

Me fue quitando poco a poco la camiseta y empezó a manosear y lamer mis pechos, en un rápido movimiento me coloque encima suya y comencé a besar su cuello y su torso mientras iba bajando hasta su gran miembro y empecé a lamerlo y a metérmelo en la boca. Al principio costó, ya que era enorme, pero conseguí metérmelo entero, Jayden solo se dedicaba a gemir de placer. Antes de que se corriera lo saque de mi boca, busque un condón y se lo puse, y el rápidamente me quito las bragas se colocó encima de mí y empezó a penetrarme. Después de una hora más o menos caímos rendidos sobre el colchón, dios, menudo viajecito. Nos quedamos ambos dormidos, luego hablaría con Andrea.

2 chicos guapos para llevar (HOT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora