Capítulo 2

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*Narra Andrea*

Llevaba de compras desde la mañana. Unas 6 bolsas llenas a tope, 3 en cada brazo. Iba a dejarlas en casa y luego pedir comida a domicilio, no me apetecía cocinar. Salí de la sexta tienda y me dirigí a casa. Iba por el parque cuando me enviaron un mensaje al móvil. No paré, mire el móvil mientras seguía andando. Él tampoco se fijó en mí.

Caí al suelo por el choque, gran parte de la ropa cayó fuera de las bolsas. El chico se levantó poco a poco, adolorido. Yo me quede sentada, agarrándome el tobillo que me dolía.

-Lo siento- Dijo el mientras se acercaba a mi.- ¿Estas bien?

-Me duele el tobillo, pero ya está. Estoy bien.-Decía restándole importancia al dolor. Pero al intentar levantarme volví a caerme.

-Mejor te ayudo.- Dijo el chico cogiendo mi ropa. Me fije mejor en él. Llevaba la camiseta de tirantes que dejaba ver los músculos de los brazos, tenía un leve bronceado y una maldita gorra que no dejaba ver su pelo.

Espera, yo había comprado ropa interior, ¿verdad?

-Bonitas bragas.- Dijo el chico un poco sonrojado mientras se reía.
Tierra trágame.

Cogió las bolsas llenas, el monopatín y se acercó para que pudiera agarrarme a su hombro para andar. Le ayude con algunas bolsas y empezamos a caminar. Durante el camino iba notando su brazo bien formado en mi cintura y en la mano que agarraba su hombro, el resto del cuerpo tiene que estar igual, empecé a calentarme solo de pensar en ello, quería quitarle la ropa y saborear su tableta de chocolate, pero al final yo no me atreví a hablar y el tampoco dijo nada.

Llegamos a la casa. Tenia ganas de jugar un poco.

-¿P- puedes coger tu las llaves? E-están en el bolsillo de mi pantalón.- Mierda, me estoy poniendo nerviosa.

-Claro, ¿en cual bolsillo?-dijo separándose de mi.

-En el de atrás.- Puse voz de niña.

El metió lentamente la mano pero de forma firme inspeccionando bien mi cachete, fue bastante tentador, lastima que se equivoco de bolsillo, una completa lastima. Ya con el segundo bolsillo no tardo tanto.

-Ah, ¡oye!- Me había agarrado del culo, cogiéndome completamente de improvisto.

-Perdón.- Dijo con una sonrisa burlona.

Abrió la puerta. Volvió a agarrarme para llevarme adentro.

-P- puedes dejarme en el salón.- Le dije indicándole el camino.

-¿No hay nadie en tu casa?- Pregunto mientras me ayudaba a sentarme en el sofá.

-N-no, ahora mismo no. M-mis padres se tuvieron que ir por trabajo, y mi amiga ahora tampoco está.- El cogió un cojín y lo acomodo para que pusiera el tobillo en alto.

-Pero es curioso, no me suena haberte visto nunca por aquí.- Dijo rascándose la nuca.

-E-eso es porque la casa la rentaron mis padres p-para este verano. Lo íbamos a pasar los cuatro pero s-se tuvieron que ir por trabajo.- Sin querer me portaba de forma tímida con el.

-¿Y os dejaron quedaros solas?- Preguntó al sentarse.

-La casa ya estaba pagada, y nunca la liamos tanto como para que se enteren.- De tímida a liarla, genial. Creo que me he dejado en ridículo.

-Vaya, así que eres una malota.- Dijo con una sonrisa burlona. Se acerco a mi.- Entonces, ¿tendré que ser malo contigo?

Me sonroje. El seguía acercándose a mi, hasta que se puso encima mía, y contra todo pronostico... empezó a hacerme cosquillas. Primero empezó a los lados de mi costado, solo pude reír y moverme intentando alejar su cuerpo del mio. Yo estaba esperando que hiciera otra cosa. El puso una pierna a cada lado de mi cuerpo apretando un poco para que no pudiera moverme bien, así que empece a darme la vuelta. Cuando estaba completamente de espaldas al chico, intente librarme de su agarre, y mis piernas quedaron libres, pero mi culo dio de lleno a su entrepierna y no pude evitar gemir ante el golpe. Las cosquillas pararon, y fueron reemplazadas por caricias leves que subían y bajaban por mis caderas. No pude evitar soltar un suspiro cuando note sus manos subiendo a mis pechos.

De repente se escucho la puerta abriéndose.

-Hola, ¿hay alguien?.- Oí a kathy decir en la entrada.

-Si, estoy en el salón- Dije para que viniera.

-Te tengo que contar lo de esta...- Se quedo callada mirándonos sonriendo de forma picara. - ¿Algo que contar Andreita?

-Un par de cosas.- Conteste mirando de reojo al chico rubio.

-Bueno, supongo que mejor me voy.- Dijo el chico se le notaba algo incomodo.- Si me necesitas, aquí tienes mi numero.-me dio una notita- Adiós.- Me dio un beso en la mejilla y se fue.

Unos labios tan apetecibles y solo me besan en la mejilla.

-Entonces, ¿qué tal te fue con el de ayer?- Pregunte

-Bien. Ahora ya me estas contando quién era el rubiales.-

- Uno con el que choque y me a traído hasta casa.- Dije restando importancia- Tiene unos brazos bien marcados, no me he fijado bien pero seguro que el resto del cuerpo tiene que estar igual.- Me acorde de lo que imagine en el camino-¿Hay sirope? Quiero usarlo en su tableta de chocolate.

-Mmm, luego la pervertida soy yo ee.- Se sienta en el sofá acomodándose.

-Con cuidado me duele el tobillo.-

-¿Y eso?- Preguntó preocupada.

-¿Por qué crees que vino el rubio? Me hizo daño al chocar. Y tengo su numero por si necesito algo.- Dije mostrándole la notita y poniendo una sonrisa tonta.-Y ahora, cambiando de tema nuevamente, ¿cuantas veces lo hicisteis?

-Tres, y dios que tres veces, tengo agujetas y todo.-

- ¿Jugasteis con algún juguetito o solo os comisteis uno al otro?

- Mas bien lo segundo jajaja- Se levantó del sofa-Me voy a duchar, prepara la comida que tengo hambre anda

-Si hombre, yo de aquí no me levanto, me ha traído el chico a rastras.-Dije exagerándolo- ¿Pensé que ya venias comida?

-Lo que he comido no ha sido precisamente comida-se dio media vuelta sonriendo y fue al baño a ducharse

Agarre el fijo y llame a la pizzeria . Kathy y yo siempre pedimos la misma, una grande barbacoa. Son enormes pero no nos duran mucho, un doble sentido.

Al rato Kathy salió de la ducha.

-Ah por cierto, fui de tiendas, te compre un mono de pantalón corto y un crop-top.- Le dije nada mas verla señalando las bolsas.
-Uuh a ver, a ver.-dijo como una niña pequeña a la que le compran un nuevo juguete. Cojió la bolsa y se fue a probárselo.
Me hace feliz verla feliz, la próxima vez le compro mas cosas, aunque la mitad de lo que compre para mi me lo robara.
La ropa le quedaba como un guante y cuando termino, llego la pizza.



2 chicos guapos para llevar (HOT)Where stories live. Discover now