Capitulo 4

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*Narra Andrea*
Me despierto tumbada al lado de un chico, le miro un poco mas de cerca y me acuerdo de hoy por la tarde con el. Daniel duerme con una mano abrazando mi cintura y respirando tranquilamente. No puedo evitar mirar como duerme y empiezo a hacer circulos en su pecho. Ya es de noche no entiendo como puede seguir aqui en vez de irse a su casa pero no me quejo, aunque este vestido sigue pareciendo un dios buenorro. Intento volver a dormir pero me es imposible con el y por toda la tarde durmiendo. Intento levantarme sin moverme mucho o hacer mucho ruido. Pero me es imposible sin querer le doy una patada con la pierna mala. Empiezo a sufrir por el dolor pero intento no gritar, el en cambio se despierta casi sin saber muy bien que hace.

— ¿Qué pasa? ¿Qué haces?— Dice mirándome con los ojos medio cerrados y un poco asustado.

— Perdón, solo quería levantarme pero no que te despertarás.— La imagen de un chico sexy durmiendo en mi casa no es algo que quiera que desaparezca.

— Va, espera que te ayudo.— Daniel me ayuda a levantarme y me acompaña a la terraza. Con el daño que me hice al pegarle la patada no puedo evitar ir haciendo ruiditos al caminar. El sonríe disimuladamente ante mi gesto.

En la terraza oímos el barullo de algún coche y varios borrachos. A mi no me importa solo quiero disfrutar del aire fresco de la noche.

— ¿Qué hora es?—  Le pregunto sabiendo que es tarde pero con segundas intenciones.

— Es la una de la madrugada.— Dice mirando su móvil el cual estaba bien guardado en el bolsillo trasero. Todo móvil esta bien guardado al lado de un buen culo.

— ¿Se ve tu casa desde aquí? — Indirecta.

— Vaya, ¿ya me quieres echar?— Dice con burla y sonriendo.

— No, no, no es eso. Pero me imagino que tendrás un lugar mejor en el que estar, ¿no? — Realmente no lo quiero echar, me encantaría despertarme a su lado todos los días, aunque preferiría que el estuviera desnudo... y preferiblemente yo también.

— No es mi sitio favorito para estar. Incluso me gusta más estar con una desconocida con el tobillo escayolado.— Al escucharle no puedo evitar ponerme nerviosa, con los mofletes sonrojados y poner la típica sonrisilla tonta. — Y no me malentiendas. No pienso aprovecharme de ti.— Pensando de forma pervertida en 3...2...1.....

Genial en este momento creo que soy la persona con la cara más roja del mundo.

*Narra Kathy*

Entreabro lentamente los ojos y al girar mi cuerpo me encuentro con el torso de un chico musculado, lo que me hace abrir mis ojos del todo, le observo hasta caer en la cuenta de que es Jayden el que se encuentra a mi lado.

Me incorporo y busco un reloj en el que mirar la hora, aunque por la oscuridad supongo que sera bastante tarde. Cuando me levanto a coger mi teléfono choco con la mesita de noche, lo que produce que suelte un gritito bastante agudo y perfectamente audible. 

Jayden abre los ojos y se incorpora alarmado mirando a todas direcciones hasta que se topa conmigo.

— Oh, has sido tu, ¿Qué ha pasado?— Dice el chico volviéndose a tumbar tapándose la cara.

— Nada, simplemente que tu mesita de noche me ha atacado.—Digo dolorida tocándome el pie.

Encuentro mi móvil tirado en el suelo junto a mi bolso y algo de ropa, me agacho a cogerlo.

— Bonitas vistas. — Dice Jayden sonriendo de lado y mordiéndose el labio inferior, puede que sea por el hecho de que voy con una sabana que no tapa realmente y me he agachado de una manera que no es la mejor que digamos. 

2 chicos guapos para llevar (HOT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora