Capítulo 5

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*Narra Andrea*

Despierto en mi cama, con las sabanas revueltas y recuerdo el tiempo que pase anoche con Daniel. Todas esas risas en la terraza, aquellos momentos vergonzosos. Pienso en todo con los ojos cerrados, como si no quisiera despertar de un buen sueño. Los abro, me levanto y corro lo más rápido que me permite la escayola al salón. Menos mal que el sigue tirado en el sofá, esta muy bueno y eso, pero no me haría ni pizca de gracia que me robara mis libros o mi dinero. Es obvio que desconfíe de el, después de todo solo conozco su nombre y poco más desde ayer.

Voy a la cocina a coger algo de desayuno. Cojo como puedo de la estantería mas alta, unas galletas de chocolate y un vaso que lleno de leche.

— Creo que ya van dos veces en las que te veo las bragas.— Dice una voz masculina que ya conozco bastante bien. Me giro rápidamente observándolo y me sonrojo, me acabo de dar cuenta de que solo llevo mis panties y una camiseta sin mangas. Solía dormir de esa forma, así que no pensé en las visitas, mejor dicho, visita.— ¿Estás bien? Estas demasiado roja. Espera, ¿te olvidaste de que estaba en casa o algo? Y yo que pensaba que era una forma de tentarme.—

Trago saliva y respondo.

— Claro, una chica en bragas y con escayola es muy sexy.— Digo con sarcasmo.

— ¿Importa mucho la escayola? Se pueden hacer muchas cosas, no es algo que moleste mucho.— Dice acercándose a donde estaba.

— Bueno eso es porque a ti no te duele, y a mi si me molesta.— Dije cruzándome de brazos.— Ahora, ¿podrías dejarme espacio para ir a mi cuarto?— Poco a poco había ido acercándose a mi hasta acorralarme.— Haré algo mejor.— En un movimiento rápido y un descuido por mi parte me había cogido al estilo princesa.

— Bájame.— Digo con voz temblorosa y en voz baja. Me daba miedo que me alzaran y bastante vergüenza que fuera el quien lo hiciera.

Me lleva hasta mi cuarto y me sienta en la cama.

— Ahora vete.— Digo como niña pequeña, intentando calmarme.

— ¿Seguro no quieres que te ayude a vestirte?— Dice apollandose en la puerta.

— Si, tranquilo puedo sola. Tu solo espera en el salón.— Digo levantándome hacia mi armario.

—¿No me vas a dejar ni mirar?— Niego con la cabeza lo más rápido que puedo.— Esta bien. Te espero.—

Me pongo un pantalón corto y la parte de arriba del bikini ya que, últimamente, los sujetadores me dan demasiado calor.

Voy de nuevo a la cocina e intento preparar un desayuno decente para tres. cuando termino me asomo al comedor.

— Dani, ¿podrías llevar el desayuno a la mesa?— Pregunto desde la puerta.

— Claro.— Dice levantándose rápidamente.— Pero luego espero tenerte de postre.—

Intento no pensar demasiado en su comentario y voy al cuarto de Kathy.

—¡Kathy! Despierta, el desayuno esta listo.—

—Uummhh...— Dice Kathy medio dormida, dándose la vuelta mientras se tapaba con la sabana.

Le quito la sabana lentamente y empiezo a zarandearla.

—Kathy, Kathy, Kathy... Hay chocolate.— Veo a Kathy levantarse rápidamente dirección a la cocina. En unos segundos vuelve al cuarto.

—¡¡¿DONDE ESTA MI CHOCOLATE PUTA?!!—

— Esta en el comedor con galletas y zumo de naranja.— Digo con miedo a morir.

— Creo que deberías saber ya, que cualquier otra cosa que no sea chocolate me trae sin cuidado.— Dice mirándome mal y volviendo a correr, esta vez, dirección al comedor.

2 chicos guapos para llevar (HOT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora