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Calum casi salta de la alegría al escuchar la respuesta de Desirée, al verla sonreír, al ver como ella lo estaba mirando. Calum supo que estaban hechos el uno para el otro. O eso creyó.

Sin saber de que jamás puedes entrar en los pensamientos de los demás y menos desarrollar sus intenciones, nunca sabrás la verdad a no ser se que veas por los ojos del mismo.

pour amour | cthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora