Capitulo 10...

26.8K 1.2K 58
                                    


Maratón 1/5

************

Capitulo 10.-



Camila y Dinah entraron al centro comercial. Primero entraron a una tienda de pantalones y compro unos color azul oscuro, que tapaba sus piernas naturalmente bronceadas y tonificadas. Dinah era sin duda hermosa, con sus 17 años ya había logrado conquistar a medio instituto. Y Camila no se quedaba atrás, los dos eran inseparables, conocidas desde pequeñas. Mucha gente creía que eran novias, pero la verdad es que no iban más allá de una bonita amistad.

Camila cruzó las piernas, mientras se abanicaba con una revista y bebía de su coca-cola.

- Ya esta todo listo. ¿Dónde opinas tu que la invite a salir?- pregunto Dinah, bebiendo de su zumo de naranja.


- Mmh... se nota que Mani es una chica sencilla, así que te sugiero que la invites a una cena, nada formal.- sonrío.- si, muy romántico. Con eso bastaría.

Los ojos de Dinah se iluminaron con un brillo especial, que ella notó.

- Espero que funcione, de verdad Mila, esta chica me tiene loca.

- No te preocupes, todo saldrá bien. En menos de dos segundos tendrás a Normani bajo tus pies.- sonrío sin mostrar sus dientes.- ¿Qué hora es?

- Las diez.

- Mierda.- masculló.- que tarde es, mi tía me matara.- dijo tapándose el rostro con las manos.

- Tranquila, yo te llevo a tu casa.- se levanto de la silla y dejo un billete de 5 dólares encima de la mesa.- ¿Vamos?

Ella asintió y ambos salieron del centro comercial. Al instante Camila se coloco la chaqueta al sentir el frío de la noche rozar con su piel. Se dirigieron al estacionamiento y se subieron al auto de Dinah. Al llegar a la casa de Camila, se bajaron y se despidieron.

- Gracias por ayudarme con lo de Mani, Mila.- le dijo Dinah.

- No hay de que.- sonrío.- me llamas después para saber como te fue con ella.

- Vale.- sonrío.- cuídate pequeña.- besó dulcemente su mejilla.

- Igual, adiós.

Dinah se subió a su auto y Camila solo se movió cuando la vio desaparecer por las calles. Se giró y se cruzo de brazos, tratando de contener el calor. Camino hacia la puerta principal de la casa y metió las llaves en la cerradura. Entro y la cerró. De repente, las luces se encendieron y apareció su tía al frente de ella sentada en un sillón. Tenía los puños y dientes apretados, y un músculo palpitaba en su mandíbula.

- Llegas tarde.-su voz era dura y fría.

Camila tragó saliva.


Mi Tía -Camren-Where stories live. Discover now