Mi Tía -Camren-

Capitulo 37

2 CAPÍTULOS PARA EL FINAL!!
************

Capitulo 37.-

- ¿P-papá?- tartamudeó Camila, separándose rápidamente de Lauren y cubriéndose con la sabana. Aunque ya era tarde, pues Alejandro ya las había visto.

La cara de Alejandro enrojeció de ira. Tenía los dientes tan apretados que Camila temía que se hiciese daño. Con los rasgos de su rostro endurecidos, se acercó hacia la cama y cogiendo a Camila del brazo con brusquedad, la jaló y la levantó. La chica se tambaleó, gimiendo de dolor y trató de taparse con la sabana.

- ¡¿Qué significa todo esto?!

- Papá....- tragó saliva. El corazón le latió violentamente, mientras luchaba por desatar el nudo que se le había formado en la garganta.- puedo explicártelo.

- Alejandro.- Lauren se subió las bragas desde atrás. Trató de acercarse a Camila, pero él la apartó de su alcance.

Alejandro la miró con una furia que la mayor no había visto jamás.

- Tú no te metas. Hablaré contigo después.

- ¿Amor?- Clara apareció en la habitación. La expresión de su rostro se trasformó en una de terror cuando vio a su esposo tan enfadado.- ¿Qué paso aquí?

- Lo que pasa es que cuando entré al cuarto en busca de mi celular, ¿Qué crees que me encontré?- dijo Alejandro, su voz grave por la cólera.- ¡A tu hermana follando con mi hija!

Alejandro esperó que Clara reaccionara de la misma forma que lo hizo él, pero en vez de eso, ella caminó hacia Camila y la apartó del agarre de su esposo. La chica lloraba mientras Clara recogía su ropa del suelo y trataba de vestirla. Lauren se le acercó y la abrazó, ella escondió su rostro en su cuello y sollozó. Alejandro se quedó helado y su cara palideció.

- ¿Tu sabias de esto?- preguntó él, apenas en un susurro.

- Lo supe apenas hace unos días.- dijo Clara.- te lo íbamos a decir hoy después de la cena.

En el rostro de Alejandro apareció una expresión que parecía de dolor al ver a Lauren mecer a su hija en los brazos. Casi enseguida, el dolor desapareció substituyéndolo por rabia. Cogiendo a Camila del brazo, empujó a Lauren lejos de ella y la llevó fuera de la habitación. Lauren fue tras ellos, pero Alejandro se encerró en el cuarto de Camila y le puso seguro a la puerta antes de que la otra chica pudiera entrar. Miró a su hija enfadado, y el frágil cuerpo de Camila se tambaleó hacia atrás cuando él la soltó.

- ¿Cómo pudiste hacer eso, Camila? ¿Meterte con tu propia tía?

- Lau... Lauren no es mi tía.

- Claro que lo es. Joder, Camila. Yo jamás te críe así.

- Tú nunca te preocupaste por mí.

- ¡Claro que lo hice!- rugió.- eres mi responsabilidad. Sangre de mi sangre...

- papá....- sollozó, y desvió su mirada de él, débil.- entiéndeme, por favor.

- ¡Mírame a los ojos cuando te hablo!- le cogió la barbilla con brusquedad y la giró obligándola a quedar al frente de él.- no volverás a ver a Lauren jamás, ¿Me escuchaste?

A Camila se le encogió el corazón, pequeño, diminuto. Inservible.

- Yo la amo.

- No, tú no la amas. Lo que sientes por ella es una maldita obsesión, que yo mismo me encargaré de eliminar.

Y con esas últimas palabras, Alejandro desapareció del cuarto. Mientras la chica se tiraba a su cama y hundía su rostro en la almohada para llorar, supo en ese instante que había perdido la última oportunidad para ganarse el amor de su padre. Y no solo eso, sino que el de Lauren también.