Finalmente Loki ha logrado lo que tanto anhelaba, ser el Rey de Asgard, sin embargo no de la manera que lo deseaba. Bajo la forma del Padre de Todos se ha visto en la necesidad de ser alguien que no es. Ante todos sus súbditos es el monarca perfect...
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Un destello intenso iluminó la pequeña estancia. Era un apartamento con apariencia retro. Los muebles y la decoración de la misma hacían remembranza a la década de los 50. Loki sujetó con fuerza su cetro a la vez que se tambaleaba un poco. Eso de viajar con la gema del espacio ya comenzaba a fastidiarle, pues al no tener control total sobre ella, los efectos secundarios de la teletransportación eran bastante desagradables. Ronan por su lado frunció el ceño al verse rodeado de tantas cosas, el lugar estaba parcialmente abarrotado. El Agente Phil Coulson se apoyó rápidamente contra una pared para evitar caerse, como simple humano, las nauseas eran enormes sin mencionar la sensación de vacío en su estómago.
—¿Dónde carajos estamos? —logró preguntar el Jötum.
—E-es el de-departamento de Ste-teve —tartamudeó Coulson.
Ronan fulminó con la mirada al humano. Sabía que por causa de él se había transportado a ese lugar.
—¿Cómo lo hiciste? —gruñó el Kree.
—¿Hacer qué? —el hombre levantó sus brazos como gesto de defensa para cubrirse la cabeza. Ronan se había acercado a él como león acechando su presa.
—Soy quien controla la gema —su tono era amenazante—. ¿Cómo es que tú, un simple humano...
—Ya cállate azulito —lo interrumpió Loki haciendo una mueca de fastidio—. Por lo visto, la gema hace lo que le da la gana. Deja de lloriquear —Ahora era al Dios del Engaño a quien Ronan fulminaba con la mirada—. Dijiste que el capitán tenía la gema —el mago de cabello negro se giró hacia su nueva marioneta—. Será mejor que esté aquí, el hedor a humanos comienza a repugnarme. No quiero pasar un segundo más en este planeta.
Coulson recorrió el estrecho pasillo que lo condujo hacia la habitación de Rogers, recordaba el sitio de memoria, aunque la única vez que había estado allí había sido hacía casi tres años atrás cuando le recomendó a Fury como debía amoblar la vivienda del recién descongelado capitán.
—Ve con él —le ordenó Loki a Ronan.
—¿Yo? ¿Por qué tengo que ser yo quien cuide a tu mascota?
—Porque soy yo quien tiene el cetro —el príncipe mago levantó su arma de forma amenazante.
Ronan puso los ojos en blanco y los rodeó con fastidio. Discutir con Loki era tedioso, así que no quiso seguir perdiendo el tiempo, mientras más rápido consiguieran lo que habían ido a buscar, más rápido se podrían ir de allí.
El agente Phil rebuscó entre las gavetas de la habitación. Ronan tan sólo se limitó a verlo desde la puerta, no tenia ánimos de meter sus enorme manos entre el montón de basura humana que colocaba Coulson en la cama.
Loki por su lado se encargó de escanear el lugar con la vista. La imagen era desagradable, nunca antes en su vida había estado rodeado de tantas cosas midgardianas, el lugar parecía un museo. Las paredes estaban repletas de posters e imágenes del Capitán América y como si eso fuese poco, había fotografías del dueño del departamento junto a sus amigos justicieros esparcidas en portarretratos por todo el sitio. Por simple maldad, comenzó a tirar las imágenes al suelo, las cuales al impactar con el piso, se volvían añicos los cristales que las protegían, de igual forma, lanzó los poster enmarcados contra el suelo, destruyéndolos por completo. Dio un salto al percibir su imagen en el espejo al final del pasillo, se arregló el despeinado cabello y sin poder evitarlo...
