Travis aparcó el auto fuera del edificio de la empresa, Derek bajó ayudando a Ronnie, los tres entraron siendo recibidos por unas penetrantes miradas de las pocas personas presentes.
Ronnie observó a todos los hombres, ellos vestían formales, portaban traje y corbata, miró la vestimenta de su pareja; él iba casual, sus jeans de un color oscuro y sus habitables camisas a manga larga. Derek era un chico común y corriente, se vestía y expresaba cómo él quería, nunca fingía ser alguien quién no era, ni para quedar bien con otras personas; esa era una de las cosas que Ronnie amaba de él.
Todos los seguían con la mirada, las mujeres observaban a Derek con detenimiento y cuando la veían a ella lo hacían con un sentimiento que Ronnie no comprendía. Miró su vestimenta, precia una empleada más en ese lugar; se había puesto sus habitables faldas tubo y sus blusas de manga corta, sus pies cazaban unos simples tacones de charol negro.
—Vamos a mi oficina, pueden quedarse ahí mientas la reunión empieza —comentó Travis— Puedo ordenar que te instalen una propia por el tiempo que pasarás aquí. — sugirió mirando a Derek.
—Después lo veremos —exclamó el chico deteniéndose frente al ascensor. En cuanto entraron el rubio marcó el número del piso dónde estaba su oficina, Ronnie sólo quería llegar y encerrarse ahí para evitar las miradas curiosas.
Derek la tomó de la cintura en cuánto las puertas de ascensor se abrieron y la guió detrás de Travis, de pronto un grupo de personas se acercaron pidiéndole firmas al rubio e informándole las novedades del lugar. Derek gruñó envolviendo a su chica en sus brazos, odiaba ese ambiente, él no pertenecía a eso.
—Martha, él es Derek Johnson —informó Travis viendo a una mujer sentada detrás de un pequeño escritorio. Todos los presentes observaron al chico pues sabían que él era el legítimo dueño de ese lugar.— ¿Lo recuerdas? —la mujer asintió— La señorita es su novia, por favor cualquier cosa que ellos necesiten no dudes en atenderlos.
—Está bien, Señor Travis —la mujer asintió antes de dirigir su mirada a la pareja— Es un gusto, estoy a sus órdenes.
Derek no dijo nada sólo apretó más su agarre a la cintura de Ronnie y gruñó.
—Gracias —murmuró la chica sonriendo amable, la mujer le devolvió el gesto.
Travis sonrió hacia los empleados antes de dirigirse a su oficina y abrir la puerta para Derek y Ronnie, ellos entraron al instante.
* * * *
—...bueno tienes el carácter de él —murmuró Travis, al instante Derek se quedó inmóvil, el rubio supo que había dicho una imprudencia. Ronnie sólo los miraba desde uno de los sofás mientras leía un libro— Es la verdad amigo, eres el vivo rostro y carácter de Andrew Rieger y todos aquí lo saben.
Ronnie cerró el libro que fingía leer al momento en que Derek se puso de pie bastante molesto, sus manos se apretaron en puños mirando al rubio.
—Derek... —Ronnie lo llamó antes de que el chico fuera a cometer una imprudencia, Derek suspiró recuperando su tranquilidad, miró a Ronnie y luego a Travis para después volver a posar su vista en la chica, ella le sonrió fugazmente.
—Ya deberíamos prepararnos, Derek, la junta comienza en unos minutos —murmuró Travis caminando hacia la puerta— Te espero en la sala de juntas.
Derek suspiró en cuanto la puerta fue cerrada, sus puños se deshicieron lentamente mientras su cuerpo se tensaba ante la mirada de Ronnie.
—Tal vez pueda ir al hotel, nos registro y espero a que llegues —comentó la chica, Derek la miró con cariño.
ESTÁS LEYENDO
《Mía》
RandomÉl dejó algo cuándo se fue, algo muy valioso y que marcó cómo suyo. Ahora Derek Johnson ha vuelto, volvió para demostrarle a ella que le pertenece. Ronnie Tyler es su pequeña mujer, ella lo sabe, lo supo desde que tenía la tierna edad de 16 años. A...