Puertas de Otro Mundo

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Narra Faith:

Me levanté antes que todos, Arturo no era un buen guardia ya que se había quedado dormido. Era gracioso ser la única chica en un grupo de chicos.
Lo bueno es que me caían bien todos.

Tome una olla y una cuchara, empecé a golpear la olla con la cuchara lo más fuerte que pude.

-¡DESPIERTEN DORMILONES HAY QUE SEGUIR!- grité y ellos se levantaron sobresaltados

-que forma de levantar- expresó Arturo

-tan delicada- el sarcasmo de Merlín

-es la forma de despertar más convincente y rápida-expuse yo

-si claro- dijo Mordred guardando su espada

-hay que seguir- ordenó Arturo

Guardamos las cosas y nos subimos a los caballos.
Yo me fui en el mismo caballo con Merlín, lo lo iba dirigiendo y yo solo me agarraba de su chaqueta cuando avanzaba el caballo o cuando sentía que me iba a caer.

Estuvimos cabalgando durante un buen tiempo, no recuerdo mucho porque me dormí.

-¿dónde estamos?- pregunté observando el lugar

-es la entrada a la Isla de los Benditos- contestó Merlín

Desmontados ya de los caballos y nos acercamos a la orilla del lago. Casi no se veía nada porque había mucha niebla y ya estaba oscureciendo.

-¿cómo pasaremos a la Isla?- pregunté

-por la balsa- respondió Arturo y señaló un pequeño puente y allí estaba la balsa.

Fuimos a la balsa y nos subimos.
Percival y León remaron.
El agua era demasiado oscura, no se podía ver nada. Ninguna criatura viviente parecía estar en ese lago.

-¿hay algún animal que viva en este lago?- pregunté a quien me estuviera escuchando

-según la leyenda: este lago esta maldito por las Sacerdotisas, nada puede sobrevivir ni engendrar- respondió Mordred con aire misterioso

-esta bien. ¿por qué lo maldijeron?- volví a preguntar

-por la Gran Purga, llevaban agua del lago a Camelot para que el reino la usara para sus necesidades y con la Gran Purga las Sacerdotisas decidieron maldecir el lago para que nadie pudiera usarla- concluyó Arturo con la mirada perdida en la Isla

Después de la historia todos nos quedamos callados sumergidos en nuestros pensamientos.
Llegamos a la entrada de la Isla y nos bajamos.

-es demasiado tétrico-comenté y un chillido me hizo acercarme a Gwain que se calló e hizo efecto dominó con todos los caballeros-lo siento-

Ayudé a Gwain y a Lancelot a levantarse, Merlín ayudó a Elyan y León. Percival se levantó sólo.

-dejen de jugar- ordenó Arturo

Yo solo rodé los ojos y reí un poco.
Caminamos por pasillos, gradas y claros.
Jamás había visto tal fortaleza y al regresar a Camelot la voy a dibujar.

Entramos a un pasillo y escuchamos que alguien hablaba. Lo más silencioso que pudimos y al abrir la puerta del salón notamos una presencia.

Morgana!- gritó Arturo y ella volteó a ver, sonrió con una cínica sonrisa.

-valla, valla mi querido hermano me ha encontrado- ella y Arturo ¿hermanos? La historia estaba muy mal como me la habían contado.

Percival y León corrieron a ella. Morgana utilizó sus poderes para lanzarlos en dirección contraria a donde ella se encontraba. Así comenzó la lucha entré la mujer y los caballeros.
Ellos al parecer no eran nada contra Morgana.

Desenvaine mi espada corrí a donde estaba Morgana, ella al verme trató de utilizar sus poderes pero por alguna extraña razón no lo logró y la pude atacar.

-¿cómo lo haz hecho?- me preguntó y yo me quedé pensando un buen rato

-yo no lo se- dije en un susurro apenas audible

Ella al ver que los Caballeros iban hacía nosotras, los atacó con su magia. Haciendo que retrocedieran.

-neur ik ta ol vi dal mer ti asu der gert den- gritó y un como portal se abrió.

Una mujer anciana salió de el y nos vio a todos.

Morgana se alejó un poco.

-¿qué es eso?- escuché hablar a Lancelot

-las Puertas a Otro Mundo- respondió Merlín atónito

Empezaron una conversación con la mujer mientras que yo buscaba a Morgana.
Subí a una torre y ella estaba allí curando la herida que le hice en el costado.

-¿qué ese portal?- pregunté y vi como sonreía

-son las Puertas al mundo de los muertos- me respondió

-¿cómo se cierran?- volví hablar

- una persona que deseé sacrificarse- se puso de pié y me miró -nunca te había visto-

-porque soy de todos lados y ninguno- aclaré y desfunde mi espada

-linda espada- comentó

-gracias- agradecí y ella se acercó a mí

-¿la puedo ver?- preguntó

-desde allí la puedes observar perfectamente- concluí y le herí el brazo

Salí corriendo como que no hubiese mañana. Llegué al salón y no encontré a nadie sólo a la mujer anciana.

-oh Faith- escuché a Morgana cantar

Apunté mi espada a donde la voz se dirigía. Tenía mucho miedo.

-no debiste haber venido nunca a Camelot. Te hubieras quedado en el campo con tus amigos- Morgana entró por la puerta

-¿cómo sabes todo eso?- me enderece y le apunté con la espada

Río- porque yo lo se todo- corrió hacia donde yo estaba y no baje mi espada.

Mi espada estaba en su costado. La anciana hablaba.

-ahora, sacrificarla es tu deber- dijo ella

Arrastre a Morgana hacia el portal.

-nunca me vas a derrotar Faith, no perteneces aquí y cuando Arturo se enteré de quien eres te mandará a la orca- fueron las últimas palabras que dijo Morgana y la empuje al portal.

-haz hecho bien, Faith. Muy bien- y la mujer anciana desapareció al igual que el portal.

Estaba a punto de desmayarme cuando los caballeros entraron.

Faith!- gritaron de alegría
Yo les sonreí y me empecé a balancearme. Me estaba desmayando cuando Merlín me sujetó.

-hay que salir de aquí- ordenó Arturo

Merlín me cargo y salimos de allí. En un dos por tres me quedé desmayada...

Pasando el tiempo en otra épocaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora