23. Dormilón

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Peter Pan:

Llevaba algunos minutos esperando a Jack y comenzaba a sentirme impaciente, nos encontrábamos en un lugar en el que no deseaba estar más. Londres me recordaba aquello que deseaba olvidar; lo ingenuo que podía ser, mi lado egoísta y la traición que más me había marcado.

Me recosté en el tejado observando el cielo, miré las estrellas parpadear y me sentí nostálgico. Extrañaba mi hogar, anhelaba regresar a Neverland. No había razón para seguir aquí, la magia ya se había estabilizado y en mi última visita pude asegurarme de que la isla estaba mejor que nunca. 

Lo único que me hacía querer seguir en la tierra era seguir viendo a Jack, mi motivo para quedarme era el guardián de la diversión. Me había apegado mucho a él en los últimos días y lo echaría de menos cuando llegara el momento de irme.

Una bola de nieve cayó en mi cabeza, sacándome de mis pensamientos y haciendo que me levantara con rapidez.

—¡Frost! —chillé.

—Hola, niño del bosque —sonrió.

Estuve a punto de iniciar una queja, pero su semblante me sorprendió, parecía triste y eso era inusual en él. No me permití continuar sintiendo tristeza por mí mismo, no podía dejar de pensar en lo diferente que lucía el rostro y la mirada de Jack.

—¿No encontraste creyentes? —dije inclinando mi cabeza.

Pensé que su estado de ánimo tan decaído podría deberse a eso, nuestros resultados eran mejores cuando estábamos juntos.

—No es eso —murmuró sentándose a mi lado.

Me atrajo a él con un brazo mientras que con el otro sacudía mi cabello, tratando de distraerme.

—¿Pasó algo? —susurré alejando mi cara para mirarlo mejor.

No me alejé de su tacto, dejé que siguiera abrazándome de manera disimulada.

—Nada —negó con la cabeza.

Asentí sin creerle una sola palabra, no me sentía con el derecho de exigirle una respuesta que no quería darme. Jack tenía derecho a guardar secretos, pero eso no evitaba que la curiosidad creciera en mí.

⭐🌟

Llevaba horas dando vueltas en mi cama sin poder recuperar el sueño. Me paré y salí de mi habitación para dirigirme a la de Jack, la cual no estaba tan lejos de la mía.

Habíamos dormido en nuestras respectivas habitaciones, de alguna manera sentía que Jack quería crear distancia entre nosotros. Me resultaba frustrante hasta cierto punto, porque cuando estábamos juntos él era quien se acercaba a mí mientras yo trataba de fingir naturalidad ante su tacto.

—Jack —lo llamé, tocando su puerta.

Lo escuché quejarse pero no abrió, por algunos segundos intenté no ceder ante mi actitud caprichosa y regresar a mi habitación. Fue inútil.

—Jack —repetí y toqué más fuerte para fastidiarlo.

—¡Ah, de acuerdo!

Sonreí victorioso y abrí la puerta con lentitud, noté de inmediato que la habitación de Jack estaba más oscura que la mía. Cerré sigilosamente, traté de enfocar mi visión hasta que un bulto en la cama fue visible.

—Te odio con todo mi ser —lo escuché gruñir.

Reí mientras corría hacia su cama, saltando casi sobre él.

En busca de la magia (Jack Frost X Peter Pan)Where stories live. Discover now