Buena suerte, Harry. (Larry Stylinson)

Capítulo 2.

— Harry... -dijo una voz detrás de la puerta del casillero de Harry, que él conocía demasiado bien como para prestarle atención, así que siguió con lo suyo, sacó su libro de literatura y cerró el casillero, sin siquiera ver al chico parado a su lado— Harry, vamos háblame... —suplicó el chico— al menos mírame...

 — Déjame en paz, hijo de puta —gruño Harry caminando lejos del chico.

— Harry... vamos, déjame explicarte lo que paso, por favor —volvió a suplicar siguiendo al otro chico por el pasillo.

— Que me dejes en paz, Stanley —lo miró desde su hombro— aléjate de mi y deja de hablarme, no quiero saber nada más de ti, maldito cobarde.

— Vamos Harry, en serio puedo explicártelo, puedo arreglar esto —siguió suplicando— por favor, por favor... vamos amor —susurro— déjame hablar.

— No me digas "amor", que tu y yo no somos, no fuimos y no seremos nada nunca —recalcó ya molesto por la insistencia de aquel jodido cobarde, aunque no podía negar que se le revolvió el estómago al escuchar el "amor" salir de sus labios.

—carcajeó— No me vengas con idioteces, tu más que nadie sabe que si fuimos y somos algo —sonrió— además, te solía encantar cuando te llamaba amor o amor mío ¿a qué no?  —joder, como lo conocía.

—volteó para enfrentar a Stanley— ¡QUE TE CALLES! ¡Que no quiero verte, ni hablarte, ni que me acoses! ¡ERES UN JODIDO COBARDE Y ESO NO LO PODRÁS ARREGLAR! ¡NUNCA! —le gritó con tanta furia que causo que las venas de su cuello se brotaran.

— Cálmate joder, que alguien puede escucharte —respondió el otro mirando al rededor para encontrarse con un pasillo vació, suspiró con alivio para volver a enfrentar los ojos verdes flameantes de odio del chico de cabello rizado— Harry, sabes que te quiero, pero no puedo hacerlo —miró al suelo avergonzado— no puedo... por favor, hablemos esto en privado.

— Y es por eso que eres un cobarde, porque si enserio me quisieras como dices, no tendrías miedo de tomarme la mano en público o darme un beso o abrazarme; pero como eres un jodido maricón no lo haces —miró a Stanley, sus perfectos ojos cafés brillantes, su suave cabello cobrizo cayendo perfecta y ligeramente sobre su frente, esos rosados y abundantes labios que había besado tantas veces... "deja de pensar en lo perfecto que es el maldito idiota" se dijo a sí mismo antes de voltearse con un gruñido para seguir su camino hacía su clase de literatura, dejando a Stanley mirando el suelo totalmente avergonzado y arrepentido.

Stanley era el capitán del equipo de fútbol americano de la escuela, podía tener a cualquier chica que quisiera, pero al único que Stan quería era a Harry. Habían tenido un "romance" el año anterior, todo en secreto por supuesto, pero todo termino cuando Harry se dio cuenta de que él no era y no sería más que un secreto para el chico por el cual él se estaba enamorando profundamente, entonces decidió enfrentarlo y todo salió terriblemente mal...

—una suave voz con acento británico interrumpió sus pensamientos— Con que complicaciones en el amor, eh? —dijo un sonriente chico, que había caminado hacía Harry luego de presenciar toda la escenita desde atrás de uno de los bloques de casilleros.

— Déjame, no estoy de humor —dijo Harry sin siquiera mirar al desconocido de su lado.

— Calma amigo, solo quería ofrecerte un hombro en el cual llorar tu amor no correspondido —sonrió divertido mirando a Harry— Pobre de ti, ese tío está muy bueno, lastima lo de la relación secreta; seguro que es de esos machotes que creen que su vida acabará por el hecho de que les guste alguien que resulta tener una polla al igual que ellos.

— ¿Y tú qué sabes? ¿Eh? —por fin se decidió a mirarlo— además yo no soy de esos que lloran —mintió, oh claro que era de los que lloran, pero obviamente en secreto y muy silenciosamente.

— Oh amigo créeme, yo sé mucho de esto —le lanzó una mirada desafiante— ¿Acaso crees que eres el único gay que pasa por amor no correspondido o correspondido pero imposible?

—le devolvió la mira y se dio cuenta de lo jodidamente guapo que era este— Yo no he dicho nada parecido a eso y créeme que lo sé, pero eso no significa que todas las historias sean iguales, en este caso la mía es un poco más complicada así que te agradecería que dejes el temita, ¿vale?.

—Vale vale, pero déjame decirte una última cosa —le sonrió pícaramente— me alegro que le dejaras, porque pareces demasiado bueno, en todos los sentidos, para semejante gilipollas —dicho eso se dio la vuelta con intención de irse, pero el ojo verde lo paró.

— ¿Cuál es tu nombre? No te  había visto nunca por aquí —preguntó confundido pero a la vez se le hacía conocido el tono de voz del chico, a lo que este volvió a voltearse para verlo.

— Louis, Louis Tomlinson; el nuevo chico del instituto y tu nueva pesadilla  —y con eso finalmente se alejó dejando a un Harry bastante confuso en medio del pasillo, que luego de 2 minutos o más, decidió retomar su camino a clase, la cual ya había empezado.

Es terrible lo sé, no me odien estoy muy poco inspirada pero bueno...

MUCHISIMAS GRACIAS POR LEER Y UN BESO