XXV

796 92 3
                                    

Lo observo con detenimiento a mi lado; sostengo con firmeza su mano, sintiendo la calidez que, al fin, podía emanar; e incluso, gracias a ello, había olvidado por completo la razón por la cual la había tomado, pero no le dí importancia, porque incluso, aunque me cueste creerlo, me es casi imposible alejarme de él, porque aún quiero sentir su piel.

-T-taekWoon- escucho su voz, que interrumpe mis pensamientos. -¿por qué quisiste que nos viéramos?- habló serio y con la mirada sobre mi.

Fijo mi vista hacia el camino que nos llevaba a mi hogar, y casi por instinto comienzo a caminar hacia ella; jalándolo ligeramente.

-sólo, quería verte- solté casi de golpe, sincero; pero manteniendo mi inexpresión habitual. -¿p-por qué?- cuestiona con una tímida sonrisa en su rostro. -me gusta estar con tigo- vuelvo a responder ahora con el tono de mi voz aún mas bajo.

No quiero que me escuche diciendo algo como esto, es vergonzoso.

Lo miro con cierta discresión; sólo pudiendo notar que esta sonriendo, acompañado con sus mejillas siendo adornadas por un sutil color carmesí.

Adorable.

Era la palabra casi perfecta para describir el cómo luce en este momento.

Aprieto con suavidad mis labios y vuelvo a fijar mi atención a la vereda; estabamos a punto de llegar.

-a-aquí es- mi voz tiembla

¿por qué de repente me siento nervioso?

Siento su mirada sobre mi nuca, volteo y me encuentro con su rostro sonriente; con la sonrisa que ansiaba y ansío ver por el resto del día.

-¿Dónde estamos?- desvía su mirada hacia el edificio donde terminé por detenerme. -quiero... que me conozcas un poco más- hablo sin pensar, revelando, en parte, mis verdaderas intenciones.

Cha Hak Yeon

"Me gusta estar con tigo"

Resonaba en su suave voz dentro de mi mente, entonces, eso significa que...

¿puedo dejarme llevar por la ilusión?

Tal vez pueda intentarlo, e incluso podría tener una oportunidad.

-¿Realmente?- escucho su grave voz emocionada a través del aparato. -s-sí ¿por qué te sorprendes?- contesto nervioso. -Estoy seguro que lo haz notado, pero Leo es muy serio, incluso evita el contacto físico y que tu lo hayas abrazado... no se cómo decirlo- sonrío. -¿realmente no fue agresivo?- cuestiona -n-no- suena un pequeño soplido. -y ¿te gusta?-. Y sin saber que responderle, me congelo; tengo que evitar su cuestionamiento, aún no estoy listo para algo como esto, o eso creo. -¿L-leo?- cambio rápidamente la conversación. Últimamente me he vuelto ingenioso al improvisar. -ah, sí, así solemos decirle; cuando se enoja es como un león, y algunas veces intenta golpearme...- suelta unas cuantas carcajadas.

Un león. Sonrío ampliamente enternecido ¿cómo será él realmente?

-pero no has respondido... ¿te gusta?- las palpitaciones de mi corazón de aceleran, haciéndose presentes en mi garganta. -sí- respondo finalmente.

-a-aquí es- despierto de mi vago recuerdo.

Sonrío y lo observo, no puedo evitarlo, realmente me hace feliz su cercanía.

-¿Dónde estamos?- fijo la mirada al edificio que se encontraba frente a nosotros. -Quiero que... me conozcas un poco más- responde, sonrojándose.
Jala mi cuerpo para introducirnos al edificio.

"¿lo recuerdas?"

Muerdo mi labio, escuchando mis pensamientos.

"Sus ojeras, su inusual delgadez, incluso la palidez en su rostro"

Vuelvo mi vista a él, contemplando al chico que hacía unos días había conocido. Sus ojos brillan, sus grandes mejillas tienen un color rojizo e incluso parece que en sus labios de forma una sonrisa.

"Quiero ser quien te proteja"

Llegamos a unas escaleras; subo un escalón para poder realizar mi acción, me observa, con su mirada profunda; me siento nervioso. Y en un segundo, sin más preámbulos, apoyo con suavidad mis manos sobre su pecho y mis labios sobre su frente, provocando un tierno beso.

Cold at NightOnde histórias criam vida. Descubra agora