DANGEROUS. *𝐄𝐍 𝐄𝐃𝐈𝐂𝐈𝐎́𝐍*

CAPITULO 2.

Capituló 2: "She Want's The 'D' "

La noche había caído pero lejos de ser fría era lo suficiente caliente como para mantenerme interesado. Era bien sabido ya; Matthew Lawrence estaba de regreso. Poco me interesaron los estúpidos rumores que se esparcieron con la mudanza, aunque debo admitir que aquel sobre mí terminando mi condena logro hacerme reír hasta la mierda.

Lleve la botella de cristal hacia mis labios y di un largo trago a mi cerveza, dejando que el amargo liquido refrescase mi garganta. Horas atrás le hube enviado un texto a Luke, claro y directo; necesito diversión. El cabrón no tardó en responder y aquello puso una jodida sonrisa en mis labios. Estaba de vuelta y jodidamente para quedarme, necesitaba un poco de diversión y el coño de la noche.

El aullido de uno de los chicos capto mi atención, haciendo que girase el cuello hacia donde estos se encontraban y luego sobre mi hombro, buscando descubrir que mierda los tenía como jodidos idiotas.

-Hija de puta. -gruñí.

Largas piernas, delgada silueta, vestido ajustado y una puta sonrisa que gritaba problemas.

Bingo.

Desmonte la Harley, dando el último trago a la lata mientras me acercaba. -. Hey, tú. -llame, dos chicas más se le unieron y esta estiro su delgado brazo hacia la calle, haciendo una seña con su mano antes de poner su atención en mí. Sus enormes ojos azules se pasearon sin pudor sobre mi cuerpo haciendo que una sonrisa perfilara mis labios. Ella podía mirar todo el jodido tiempo que quisiera, yo haría lo mismo.

Pasee la vista sobre su cuerpo, recorriendo cada pequeña curva del mismo con lentitud. No era una chica de pechos, pero ese puto vestido le quedaba como un jodido guante a medida.

-Te voy a tener que cobrar. -su voz fue seda. Levante el mentón, ladeando levemente la cabeza para mirar a su rostro. -No puedes solo pasearte por ahí luciendo todo caliente y misterioso y luego quedárteme viendo como si fuese un chocolate, cariño. -Pero sí que podía, carajo, como la mierda que sí.

Observe a su costado, dos barbies recién salidas de la caja me miraban con suma atención, podía jurar que una de ellas contenía el aliento. Vamos, ¿Nunca antes habían visto un tipo de cerca?

-¿No tienes nada que decir? -volvió a decir la chica, tomando nuevamente mi atención. Aquello no le fue difícil, no con ese jodido vestido corto. -por la forma en que me veías asumiré que luzco bien.

Arquee una ceja. -Nunca debes asumir nada, cariño. -primer error, la chica se estaba quemando. -¿Tienes nombre? -asentí una única vez en su dirección y el trio de chicas se vieron haciendo que bufase.

-Danielle, ese es mi nombre. -mire hacia las chicas. Era la más baja del grupo, caderas anchas, piel oscura y ojos color oro. Titubeo cuando me relamí los labios y estuvo más que claro que ni de coña pondría mi mierda cerca de esa chica, no me gustaba que se fueran con estupideces cuando yo solo quería un buen polvo.

La de cabello rizado la codeo con poca sutileza. -Jenn, llámame Jenn. -ella se presentó, una sonrisa coqueta acaricio su rosada boca. -. Es un placer conocerte, guapo.

-. Ya lo creo.

-Y yo creo, Jenn, que deberías buscar el taxi. -ella sonaba fastidiada. Pude ver como la chica dudo, no queriendo irse más así lo hizo al igual que la morena, no sin antes capturar su labio inferior con los dientes y darme una de esas sonrisas que gritaban sexo, las conocía bastante bien. Le seguí con atención, girando el cuello todo lo que pude y obteniendo esta buena jodida vista de su redondo culo mientras caminaba.