CAPITULO 4.

10.2K 524 121
                                    

Capitulo 4: "Será divertido" (2/2)

Encontrar a los chicos no hubo resultado remotamente difícil, no en un lugar poblado de críos ricos que nos veían como alguna mierda extraña. Pequeñas mierdas, que les dieran.

Mantuve la misma dura expresión, dejando claro a cada uno de los niñatos de fraternidad como no estaba interesado en entablar alguna estúpida conversación con ninguno, yo solo estaba ahí para divertirme, beber sus cervezas y tomar prestado uno de sus engreídos coños por esa noche. La chica que hacía su camino junto a mi tenía esta expresión torcida, pareciendo saber algo que yo no. Si bien era caliente no resultaba muy astuta, ¿acaso pensaba que yo no había anticipado su mierda? Vamos, los tipos como yo no éramos el alma de sus fiestas. Lo que no sabía, yo podía ser muchas cosas pero nunca en mi puta vida sería el juguete nuevo de una mimada niña rica, ni porque su coño fuese de oro sólido.

Mis ojos encontraron a Dylan y estiré una sonrisa al verle con un trago en mano y dos rubias rodeándolo, cómodo. Si en algo nos parecíamos mi hermano y yo era que solíamos ignorar la mierda que arruinase nuestra comodidad, como los pendejos de esta fiesta, por ejemplo.

—Por aquí —le escuche decir a la chica conmigo logrando que desviará mi atención a ella —Ven, quiero presentarte unas personas. —hizo su movida, estirando sus delgados dedos para entrelazarlos con los míos pero fui más rápido, llevando la mano a mi rostro y arrastrándola con lentitud en mi mandíbula.

—No lo creo, chica —fue lo que le dije, meneando apenas la cabeza en una clara negativa. —Iré por una cerveza, créeme cuando te digo que soy la última persona a la que quisieras presentarle tus amigos —y jodidamente la última a la que le interesaría una mierda conocerlos. Podía apostar mi motocicleta que no pasarían dos segundos con los pendejos sin que yo hubiese estampado mi puño en algún rostro de bastardo arrogante.

Ella hizo una especie de puchero pensando que tal vez así obtendría algo de mí y lo hizo, joder que sí, me reí entre dientes. —No seas malo, pensé que habías dicho que nos divertiríamos. —dijo, usando ese tonó que seguramente le costaba un par de grandes a él cajero andante que era su padre.

—Es divertido porque eso pensé cuando saltaste sobre mi moto con tu caliente cuerpo apretándose a mí —comenté, manoseando su delgado cuerpo con mi azul mirada —Pero algo me dice que tú definición de "divertido" no es exactamente lo que me interesa. —ella me dio una mirada de sorpresa, seguramente su pequeña fantasía acababa de ser lanzada a la basura y ella no lo esperaba. Quise reír con fuerza.

Su boca se abrió y cerró rápidamente, seguramente no sabiendo que decir.

—Ve a jugar —con un señalamiento de mi mentón le sugerí alejarse. Más que una sugerencia fue una orden clara la cual pareció no llegar a ella directamente. No pude evitar el sonido gutural de fastidio que vibro en mi garganta. —¿Qué te parece si me buscas una cerveza? —sugerí, intentando por un ángulo diferente. —Mueve ese caliente culo, cariño, si me consigues algo bueno que beber se convertirá en el inicio de una buena noche —prometí con una doble intención que esperaba esta vez si lograse captar.

Una lenta sonrisa estiro sus rosados labios y nuestras miradas conectaron —¿Lo prometes?

No me jodan, ¿acaso tenía putos cinco años?, carajo.

Hastiado, abrí la boca, decidido a enviarla a joder a algún otro lado cuando sentí la canción cambiar a una más lenta y el ambiente se denso, una mejor hizo que relamiera mis labios. Sin decir nada, estiré el brazo hasta la cadera femenina, tirando firmemente de la chica contra mi cuerpo para luego hacerla girar de espaldas a mí, su coqueto culo en mí entrepierna. Aquello si pareció entenderlo, lo supe cuándo, con suavidad, se movió contra mi cuerpo, lento y provocador al ritmo de la música. Atrape su delgada cintura con ambas manos, consiente de sus provocadores movimientos mientras yo hacía mi parte, frotándome contra ella. Fui brevemente consiente del movimiento a nuestro alrededor y mientras sentía como mi entrepierna se hacía cada vez más receptiva, levante solo un poco la cabeza, logrando ver un largo cabello castaño sacudirse por el rabillo de mi ojo derecho. No le di importancia, ¿Cuál era la novedad? Pero me vi forzado a prestar un poco más de atención a lo que me rodeaba cuando el bullicio fue ligeramente más fuerte y una voz demasiado familiar se levantó sobre las demás.

DANGEROUS. *𝐄𝐍 𝐄𝐃𝐈𝐂𝐈𝐎́𝐍*Where stories live. Discover now