CAPITULO 5.

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Capituló 5 "The Party It's Over"

En la vida hay momentos en los que tienes que decidir; poner tú sentir sobre la razón, simplemente actuar... O eso pensaba yo. Lo único que podía ver era sangre. Por todos lados; Troy estaba sangrando. No sabría decir qué pero algo dentro se encendió y comencé a abrirme paso con brusquedad entre las personas —¡No! —grité, ganándome miradas sorprendidas por todos lados. —¡No, no, basta! —volví a gritar y noté como el chico rubio que momentos antes se burlaba de mi novio me observo, haciendo un ademán en mi dirección pero se lo impedí, brincando la espalda del castaño quien había puesto sus manos en Troy y enrede ambas piernas en su cadera, tomando entre mis dedos los cabellos claros de su cabeza y tirando con brusquedad. Él se quejó, soltando un gruñido cuando tire hacía mí su cabeza. —¿Cuál es tú problema? ¡Bestia! —le grité.

La cosa era que yo no le era indiferente al hecho de que el tipo podría con facilidad deshacerse de mí y de alguna forma "ponerme en mi lugar" pero evite pensar en ello, no cuando había sido capaz de golpear a mi novio, yo no iba a perdonárselo.

—Maldita sea, bájate de encima, joder. —Él gruño, llevando sus grandes manos sobre las mías para intentar liberarse pero yo no se lo permitiría, no. —¡Luke, quítame está loca de encima! —intentaba verme, lo sé porque giraba la cabeza sobre su hombro buscando conocer mi rostro y por un segundo me quede a observar su perfil, notando lo apretada que su mandíbula se mantenía; sus finos labios formando una mueca de molestia, seguramente por como tiraba de su cabello. Mi corazón se aceleró aún más, eso no era sano y algo muy dentro de mí, escondido en el fondo, me dijo que tal vez era por la razón equivocada que este quisiera salirse de mi pecho.

No tenía muy clara mi propia intención en ese momento, había actuado por instinto, siendo valiente para demostrar que valía mucho más de lo que todos pensaban. No tenía miedo de aquel chico y lo que pudiese hacer, no tenía miedo de ser lanzada con brusquedad y terminar con algún hueso roto; simplemente no tenía miedo.

Mentira.

Estaba aterrada.

Como cosa de un segundo mi valentía se esfumo, y parecía que en lugar de querer atacar al chico, me aferraba a él pidiendo que me protegiera. Ridículo, aun más por la situación a la que yo misma me había arrastrado.

—Solo quítamela de encima, Luke. Lo que hagas después no me interesa.

Escuché ambos chicos compartir unas de palabras, y el par de manos en mi cintura bastaron para que soltase un grito agudo —¿Qué? ¡No! ¡Suéltame! —grite, sintiendo al rubio a mi espalda reírse divertido, ¿Por qué? No lo sabía. ¿Cuando la situación se había vuelto una broma entre amigos? Aunque si era honesta hubiese preferido que lo fuese.

—¡Carajo, niña, quita las putas manos! —se quejo el castaño ante el hecho de que me negaba a dejarle ir, aferrando mis dedos entre sus cabellos con fuerza. El rubio había logrado alejarme lo suficiente, pero yo me negaba a darme por vencida, más porque pensaba que de hacerlo sería mi turno de recibir una paliza y aquello me aterraba.

¿Dónde estaba Troy en ese momento?

Me asustó mucho más el hecho de haberlo buscado entre la gente y darme por enterada que él simplemente no estaba ahí. Era el fin, estaba muerta, esos chicos no tendrían piedad y casi pude sentir el dolor de mis huesos romperse a causa de los golpes. No sería nada nuevo si lo pensaba, pero ser golpeada por una chica era seguro nada comparado con el duro puño de alguno de ellos, solo bastaba ver la sangre en el rostro de mi novio.

El chico a mi espalda enterró sus dedos en mis costados causando molestia y me obligo a aflojar mi agarre y llevar mis manos sobre las suyas, enterrándole las uñas en el dorso de ambas manos para que me dejase ir y se rió entre quejidos. ¡Se rió! ¿Quién era ese chico? Sentía de alguna forma que se burlaba de mí. —¡Salvaje! ¡Animal! —gritaba sin importarme, retorciéndome en los brazos del rubio para que me soltase. Al diablo, no me importaba, yo solo me retorcía y pateaba para que me dejase. —¿Qué te has creído? Eres un... Un... ¡Un bruto! —los salvajez ojos azules que me observaron parecían querer atravesarme un segundo y luego su expresión dura se relajo un poco antes de que sus ojos abandonaran los míos y subieran hasta el rubio al cual le hizo una seña con su cabeza. Seguí su mirada, alzando el mentón para ver al chico que aun me sostenía. Al notar mi mirada, sonrió.

—Hey, linda gatita. —me saludo, increíblemente coqueto, ¿Cuál era su problema?

—¿Por qué aun me estás tocando? —Yo, ahora más calmada, le arquee una ceja.

—¿Qué ha sido todo eso? ¿Te has creído la heroína del cuento? —él no me veía de una mala forma, me atrevería a decir que usaba un tono amable y aquello me sorprendió, ¿Dónde estaba la golpiza?

—Luke —escuche otra voz, una más ronca. Miré al muchacho tras mi espalda y este hizo un movimiento de cabeza indicando al chico rubio salir —Deja a la niña rica.

Mi ceño se arrugo; "¿La niña rica?"

—Oye, tú... —levante mi mano para replicar pero se irguió, su mirada puesta con tanta intensidad sobre mí que me sentí incomoda. Se acerco plantándose frente a mí y de golpe acerco su rostro, achicando los ojos al verme retroceder

— ¿Asustada?

Claro que sí.

—No tienes tanta suerte.

—¿Oh no? —estaba sobre mí, inclinado tan cerca que podía sentir la calidez de su respiración sobre mi piel. Apreté los labios, luchando con las ganas de hacerme a un lado, pidiendo en una plegaría silenciosa no sonrojarme ante su cercanía.

—No... —no pude seguir hablando cuando una de sus manos se elevo hasta mi rostro y entonces hizo algo que jamás imagine que haría; con la suavidad única de su tacto delineo mi labio inferior con su pulgar, barriendo sobre este un recorrido lento seguido por su atenta mirada mientras sus dedos se extendían por mi mandíbula. Entreabrí la boca, observando con incredulidad su rostro, ni siquiera podía decir si en realidad estaba tocándome o yo lo imaginaba y entonces caí en la cuenta de que sostenía la respiración ante su toque.

Por un pequeño segundo pensé que iba a besarme, se quedó tan quieto en su lugar, solo podía escuchar el sonido suave de su respiración en mi rostro pero entonces sus ojos se desviaron un segundo y le vi vacilar hasta que volvió a mirarme pero esta vez fue distinto y una sonrisa que parecía más una mueca se posó en sus labios y entonces se aparto, dando un pequeño golpe a mi mentón con sus dedos y se alejo de mi, llevándose consigo mi mirada curiosa y entonces lo vi, Troy me veía desde la entrada, sus puños apretados al igual que su mandíbula y chispas saltaban de sus ojos.

Oh. Buen. Dios. 





Guess how's back?

Bien, pues este último año ha sido una locura, estoy por graduarme y no he podido si quiera respirar. Los abandone, lo se y lo siento pero estos días procuraré traerles más capítulos. 

DANGEROUS. *𝐄𝐍 𝐄𝐃𝐈𝐂𝐈𝐎́𝐍*Onde histórias criam vida. Descubra agora