Epílogo

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Tal cómo decía la carta, fui hasta la puerta de su casa, toque el timbre y esperé.

Abrieron la puerta y tome un bocado de aire, jugaba con la carta entre mis manos.

Alce la mirada y era la mamá de Sebastian.

-Hola Ana, hace mucho que no te veía.

-Hola, ¿Esta Sebastian en casa?

-Hace 3 meses que no vive conmigo, vive con su novia.

Sentí cómo me arrancaron el corazón del pecho.

-Pero viene cada semana,
¿Quieres que le de un mensaje de tu parte?

Su madre me transmitía seguridad, se que no se la daría a América.

-Bueno, le puede dar esta carta, no tengo tiempo de...

-¿Porque no me la das en persona?

Esa voz, esa voz que me ha quitado el sueño por meses.

Cerré los ojos y di media vuelta para afrontar lo inevitable.






No todo es sobre tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora