Silence [Shu Sakamaki]

Prefacio

Shu...

Siempre tuvo ese hermoso talento de hacerme sonreír con tocar una melodía en su violín o llorar con mover sus dedos sobre el piano.

Y yo siempre tuve la habilidad de quedarme en silencio y no perturbarlo en ningún momento.

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— Eres realmente una chica obscena, ¿Dónde quedó tu pudor, Kuroji? —gritó realmente molesto el chico de cabello rubio. Se había quitado los audífonos solo para recriminarme una tontería, que para empezar, no había sido culpa mía. 

Tragué  sonoramente saliva y me encogí en mi lugar. El miedo me tenía paralizada, ni siquiera podía controlar mis torpes pasos. Él no solía gritar, y menos en público. Algunas personas que pasaban por el pasillo nos miraban raro, bueno, de seguro a mí. 

Tomó mi muñeca con demasiada fuerza, causando un leve jadeo de mi parte.

— ¿Ahora te quedaste sin palabras? —cuestionó sarcástico. Mis ojos se humedecieron, en serio me estaba lastimando. Este dolor no era nada comparado a la dolorosa impotencia de no poder decir nada. 

Abrí mi boca, gesticulando con mis labios un "Lo siento." Pero ya no era suficiente solo con eso. Supe que era de esas veces donde en serio quería tener una voz.

Me acorraló contra las taquillas, aunque eso me pasaba a mí por tonta. Levantó mi mentón, sus ojos sonrieron con suficiencia y mis piernas temblaron. Deslizó sus dedos por mi cuello hasta llegar a mi mentón, aprisionó su cuerpo contra el mío, quitándome el aire y la poca tranquilidad que me quedaba.

— Te sacaré así sea una miserable vocal...  —se acercó despacio a mi oído, mis huesos vibraron cuando su aliento dio contra mi piel—. Y si es posible... tendré toda tu sangre entre mis colmillos... —sus palabras lentas y sensuales, provocaban espasmos en mi organismo, al igual que un fuerte sonrojo subiera a mis mejillas. Empecé a forcejear lo más que pude, tratando de luchar contra sus acciones y mis sentimientos.

De seguro le encanta jugar conmigo y con mis emociones.

"— Shu-sempai... por favor... vete a dormir o a otro lugar. Mi corazón es demasiado débil como para soportar tu cercanía. —rogaba en mi mente, algo imposible de cumplir o pronunciar."

— ¡Shu-sama! —el rubio bajó su sonrisa al instante, mostrando una mirada fastidiada y exasperada.

— ¿Qué quieres, ruidosa? —mis labios se secaron al reconocer la voz de Elizabeth. Me quedé quieta, fruncí el ceño, ¿ahora qué?

— ¿Le estás pidiendo que hable? —preguntó con una sonrisa maliciosa. Giré mi rostro, rogándole con la mirada que se detuviera al entender que iba a suceder. Con timidez, jalé el brazo de Shu, haciendo amague para ir a otro lugar. La miró a ella, ignorándome.

— ¿Te importa? Realmente no creo que...

— Ella es muda. —escupió como la arpía que es. Todo mi mundo se vino abajo y sólo quise que la tierra me tragara. Gracias, Lizzy. Eres el mejor ser humano en el mundo, aunque yo le iba a gritar aquello hace un momento.

Gracias, hermanita.

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Nueva historia, espero les guste :D