❝ Oh Sehun es un adolescente con una gran vida. Atractivo, inteligente, de clase acomodada y familia tipo, con numerosos amigos y una adorable novia. Sin grandes problemas en su día a día más que algún que otro asunto cotidiano.
... Siempre que igno...
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―¿Aún quieres acostarte conmigo?
Sehun giró la cabeza hacia su mejor amigo, quien lo miraba recostado sobre su espalda en su cama, con las mejillas aún ruborizadas y los ojos cubiertos por la sombra de su reciente orgasmo.
Se le secó la boca, mas no hubo vacilación en su respuesta.―Sí.
Luhan asintió.
―Supongo que podríamos ―dijo sencillamente.
―¿Estás hablando en serio?
Se encogió de hombros.―¿Qué tan diferente es todo esto que llevamos haciendo de... eso?
Sehun se rió entre dientes y guardó la caja de preservativos en el cajón de la mesa de luz, los cuales habían comprado el miércoles mientras paseaban por el centro otra vez. El paseo había sido solo una excusa para ir por ellos, de hecho.
―Es diferente, sin embargo ―objetó―. Necesitamos algo que no tenemos.
―¿Qué cosa?
―Lubricante.
―Ah.
―Yo, en realidad... leí mucho sobre el tema ―admitió, sentándose en la orilla de la cama―, se pueden usar otras cosas para, eh, dilatar, pero lo más seguro es usar lubricante.
―Dilatar ―repitió Luhan, aún recostado sobre su espalda, mirando el techo.
―Ajá ―confirmó Sehun y pasó una mano por el cabello desordenado del otro―. Es algo que debe hacerse con cuidado.
―Claro ―asintió y luego de un momento en silencio, se echó a reír―. Joder, es tan raro...
―¿Qué cosa?
Luhan señaló entre ellos.―Esta conversación. Hablas de ello como cuando intentas que se me queden cosas antes de un examen.
Sehun había abarcado la información en línea de la misma manera que abarcaría la información en un libro para algún informe. Era algo maquinal.
―Supongo que puede ser un poco raro ―aceptó. Luhan lo miró un largo rato, entonces Sehun se dio cuenta de que su mano había descendido y estaba jugando con el lóbulo de su oreja. Lo soltó―. Ya veremos qué hacer sobre ello... Voy a dormir ahora.
―Buenas noches ―le deseó tranquilamente.
La mañana del viernes volvieron a salir, esta vez con la excusa de que Luhan quería comprar un recuerdo de Haeundae antes de volver a Seúl. Hyejun había intentado acompañarlos para comprar algunas cosas también, y los dos chicos habían sonreído falsamente, sabiendo sus planes arruinados. Por suerte, Daemyung le recordó a ella que se suponía que irían a despedirse de los Ryu al mediodía.
