Parte 194: Ultima frontera

675 55 6
                                    

Nuestra historia de hoy empieza en un lugar un poco inusual, hablamos de poco inusual porque empieza en el espacio, en la Nave Nodriza 2.0

Allí es donde Rumble había sido destinado en una de sus múltiples misiones. Y nuestros yordles estaban ahí también.

"Este sitio me pone los pelos de punta" - dijo Veigar con los brazos cruzados

"¿Tienes miedo a caerte?"

"¿Tu eres tonta?"

"Si Veigi se cae solo tiene que usar su magia"

"No es tan fácil, soy un hechicero terrestre, no espacial"

"Pero ahora estás en el espacio"

"Oh, no me digas..." - respondió con sarcasmo

"Y eso te convierte es un hechicero espacial"

"Si tu lo dices..."

Rumble apareció con una especie de mono grisáceo-azulado muy raro.

"¿Rumble? ¿Qué diablos llevas puesto?"

"Es un mono de trabajo, además es bastante chulo"

"Solo porque lo creas no significa que lo sea..."

"Está bastante chuli" - dijo la chica

"Déjalo..."

"¿Ves? Ella piensa que..."

"¡He dicho déjalo!"

Los tres yordles avanzaron por los pasillos de la nave, la cual a su vez estaba situada sobre un pequeño planeta de color rojizo.

"Cuando me mandaron aquí para probarla pensé en llamarte Veigar"

"¿Seguro que no pensaste en Tristana?" - preguntó el brujo mirándole fijamente

"Emm... no había caído de hecho"

"Desperdicio de cerebro..."

"Para una vez que te hago una especie de favor gratuito"

Los tres se acercaron a la mesa del comedor donde empezaron a hablar de varias cosas.

"Así que la Nave Nodriza 2.0... no se parece mucho a la que intenté robar yo..." - dijo el brujo echándole un vistazo

"Por algo es 2.0"

"¿Y por qué te han enviado a ti a estrenarla?" - preguntó Lulu

"En verdad yo soy uno de los dos encargados, me escogieron por mi experiencia como mecánico"

El yordle azulado miró de reojo una manta que obviamente ocultaba algo, pero que al hechicero no parecía importarle.

"Felicidades, seguro que puedes disfrutar de estas vistas perfectamente"

"Puedes acercarte a las ventanas, no te va a pasar nada"

"Si tu lo dices..."

"Venga, Veigar, alegra un poco esa cara tan larga"

"Está bien, echaré un vistazo..."

El maestro del mal se levantó y dejando su cetro sobre la mesa se acercó a la ventana más cercana. Luego se quedó callado observando el vacío del espacio.

"Que tipo tan tozudo..."

"A Veigar le gustan mucho el espacio, ¿es por eso que lo llamaste?"

"Si, fue la primera persona en la que pensé cuando me ofrecieron el puesto"

"¿Primera? ¿Quién va a ser la segunda?" - preguntó inocentemente la chica

Rumble sufrió un pequeño tembleque y luego estampó su cara contra la mesa. Esa segunda persona no aceptaría sabiendo que había traído a Veigar.

"¿He dicho algo malo?"

"No... nada..." - dijo bastante deprimido

"¿Seguro?"

"Únicamente has provocado que un trauma salga a flote..."

"Vale... oye, ¿sabes por qué a Veigar le gusta tanto el espacio?"

"A ese mago siempre le ha interesado el espacio, desde que era pequeño, incluso cuando le pasó lo de Noxus..."

"¿Incluso cuando le pasó lo de Noxus?"

"Si, el admiraba el poder infinito que había en el cosmos" - dijo Rumble mientras bebía un poco de agua

"Poder infinito...."

"A veces pienso que tiene complejo de Xerath"

"No... yo creo que es por otra cosa..."

Veigar seguía embobado con el firmamento, desde la más pequeña estrella hasta el planeta y el sol más grande. De joven siempre se había sentido solo, pero el cielo solía acompañarle.

Mientras tanto, el planeta sobre el que se encuentra la Nave Nodriza 2.0 estaba levantando una especie de niebla de color marrón, la cual se dirigía hacia la nave.

Las Crónicas de VeigarWhere stories live. Discover now