Las Crónicas de Veigar

Parte 273: Todo lo pasado

Era por la noche en la mansión de Veigar, siendo que estaba viendo una película antigua en su televisión, acompañado de Rammus.

Ambos la veían en silencio y con relativa atención en el salón principal, mientras que Lulu dormía en su habitación.

"Esta película es demasiado absurda" - se quejó el hechicero

"No es aburrida... digo, absurda"

"Se llama La Rosa del Seguro Dental"

"Ya estaba puesta cuando vine"

"Ya... y quieres que yo me lo crea..."

"No te estoy mintiendo, de verdad"

Ambos siguieron viendo la televisión hasta que Rammus bajó el volumen de repente.

"Veigar, ¿puedo hacerte una pregunta?"

"Siempre y cuando cambies de canal"

"Emmm.... ¿vale?"

El armadurillo agarró el mando y cambió a un informativo poco relevante.

"La bolsa ha bajado de nuevo, eh..."

"Veigar..."

"Si, dime, ¿qué es lo que ocurre?"

"¿Tu ves algo raro en Fiora?"

"¿Fiora? ¿Fiora Laurent? Demasiado seria y arrogante..."

"He dicho algo raro"

"No sé... supongo que no"

"Eso es... medianamente positivo, supongo"

"¿Por qué lo preguntas?" -dijo con curiosidad

"Cuando le veía combatir actuaba seria y muy decidida... pero desde que la conozco parece como algo más relajada"

"¿Relajada?"

"Sí, como más... emm... tranquila"

"Será porque está contigo"

"¿Cómo? ¿Cómo que conmigo?"

"Tienes esa extraña habilidad para calmar a la gente"

"Oh, entiendo"

"O puede que esté tranquila por otro motivo..."

"Te refieres a que baja sus defensas al estar con un ami..."

"¿No crees que tal vez esta pillada por ti?"

"Em... ¿pillada?"

Rammus se sorprendió de lo que le acababa de decir el maestro del mal.

"Eres consciente de que soy un armadurillo, ¿no?"

"No me había fijado..."

"Y ella es una humana, alta, combatiente y con un acento francés muy marcado"

"También soy consciente de ello, no soy ciego... pero de igual forma tu decías que Lulu estaba interesada en mí"

"No es lo mismo"

"¿En serio no es lo mismo?"

El armadurillo se llevó las manos a la barriga y se quedó unos segundos en silencio, pensando.

"¿Tu de verdad crees que le gusto? Parece algo bastante irreal"

"Se nota bastante" - dijo en seco

"¿Eh? ¿En serio?"

"Además, también era irreal que yo acabara con una hada chiflada cuya maldad más grande ha sido regar una planta de plástico"

"Sigo viéndolo muy raro... yo no soy un casanovas, soy un sencillo armadurillo" - le dijo Rammus

"Hablalo con ella entonces, ¿qué es lo peor que podría pasar?"

"¿Qué me odie?"

"Eres igual de deprimente que yo"

"En absoluto" - le dijo muy seguro

"Si vieras como yo la forma en la que te habla... sabrías que es imposible que te odie"

El mago se levantó de su sillón y avanzó hacia la puerta del salón, una vez allí se detuvo por un instante.

"Yo me voy a dormir, tu sabrás lo que hacer"

"Buenas... noches..."

Rammus colocó de nuevo sus manos sobre su barriga y se dedicó a pensar en lo que le dijo Veigar. Este mientras tanto entraba en su cuarto y se sentaba junto a Lulu.

"No has cambiado nada...." - decía en voz baja para no despertarla

"Zzzz...."

El mago pasó su garra por su cara, acariciándola suavemente.

"Aún eres esa yordle loca que me ponía nervioso... sé que soy frío, pero desde lo de Leblanc... tengo miedo a perderte..."

El hechicero se quitó el sombrero y lo colocó sobre su mesilla. Luego se miró al espejo, aún tenía la cara desfigurada, aún tenía cicatrices y le seguía faltando un ojo...

"Puede que no me comporte como un novio... pero todo lo que hago lo hago por ti..."

"Zzzz...."

Veigar se cambió de ropa y se metió en la cama, dispuesto a dormir otra noche más.