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Me gustaría decirte que fuimos felices.
Para serte sincera... Sí, lo fuimos.

Fue una felicidad progresiva, que no hizo más que aumentar. Un sentimiento tan puro como tú, Natsu.

Miles de imágenes cruzan mi mente en este instante, recuerdos preciosos y que siempre voy a atesorar.

Recuerdo que tenía una caja llena de los regalos que me hacías (que a veces eran algo raros, pero no me importaba), está junto a la cama. Mirar ese objeto cuadrado me llena de tanta nostalgia y, a su vez, tanto dolor.

Tú sabes mejor que yo el por qué.

Ya siento aquella punzada familiar asomarse en alguna esquina de mi corazón...

Si tuviera más tiempo que las 7 de la mañana para escribir esto...

Me parece muy irreal lo que la gente llama "tiempo". Es decir, ¿quién estableció lo que verdaderamente son los días, los minutos o los segundos?

Porque a pesar de que me pareció una eternidad y un capítulo muy importante de mi vida...
Esa felicidad duró sólo un mes.

Enero fue la estación más bonita que jamás recordaré. Tú estabas tan feliz, tan lindo, tan... vivo.

No es que nos llamábamos "novio" o "novia", porque admitámoslo, no pegaba con nosotros. Estábamos juntos, y todo el mundo lo sabía.

Era sencillo, tranquilo y no convencional. Funcionaba...

Para nuestra suerte, no cambiamos. Éramos los mismos mejores amigos, que de amigos no tenían nada. Simplemente, de vez en cuando teníamos acciones cariñosas.

Siempre amé cómo apoyabas tu frente contra la mía.

Dándome fuerza...
Valor.

Los rayos del sol comienzan a asomarse por mi ventana.

Enero...
Tú serás mi eterno enero...

(...)

Cómo odié febrero.
Todo empezó entonces.

Estaba sentada en la barra del gremio, haciendo nada. Bostecé a la vez que estiraba mis brazos sobre la cabeza. Estaba extrañamente intranquila, no sabía explicar por qué. De repente, sentí dos brazos abrazar mi cintura y una cabeza sobre mi hombro. Sonreí

—Hola, Natsu.

—Soy Gray.

—¡¿Qué?! —Me di la vuelta sorprendida, y ahí estabas. Te reíste como un idiota—. Tonto, arruinaste el momento.

—¡Lo siento, Luce! —dijiste calmándote. Me sonreíste y apoyaste tus manos sobre mis hombros—. ¡Oye, ya es febrero! ¿Qué te parece si vamos de misión?

—No es necesario, pagué la renta de enero hace poco...

—¡Pero es divertido! Podemos pasar más tiempo juntos—Te quejaste, cruzándote de brazos.

—Sí, pero... No tengo muchas ganas.

—¿Qué? ¿Por qué?

Me di la vuelta y apoyé mi codo en la barra, para sostener mi cabeza sobre la mano.

—No sé, ¿No estás cansado de hacer misiones? —Simplemente lo solté. Tal vez debí haberlo susurrado, porque al parecer varias personas me miraron extrañados.

ASUNTOS PENDIENTES ▬ Fairy TailWhere stories live. Discover now