Apocalypse| twd

Capítulo 26

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Holaaa. Como se habrán dado cuenta tuve que volver a escribir parte del capítulo y subirlo de vuelta, porque el pelotudo de Wattpad me borro la mitad. El capítulo 27 ya está terminado y subido, así que pueden ir a leerlo a continuación de este. Hago esta nota para que no haya malentendidos y para que sepan que no fue mi culpa sino de Wattpad. Aún así les pido mil disculpas y espero que sepan entender. :)

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Las amo♥

Lurde.

Despierto debido a un fuerte sonido extraño, parecido a un gruñido, mis ojos se abren rápidamente, y me incorporo sobre la blanda superficie en la que estaba acostada. Me encuentro completamente desorientada y cansada, mis ojos, que luchan por quedarse abiertos, recorren la habitación desconocida con lentitud y parsimonia, hasta encontrarme con Hershel en la puerta.

-¿Isis?- La voz del anciano llega hasta mis oídos, pero mi cerebro tarda demasiado en reaccionar.

-¿Qué fue ese ruido?-

-Estabas roncando.- Contesta Hershel con una sonrisa en el rostro, que me contagia, haciendo que sonría mostrando mis dientes.- ¿Qué haces aquí?

-¿Aquí?- Pregunto con voz pastosa.

-La habitación de Lizzie y Mica.- Responde él, con tono obvio. ¡Lizzie! Oh demonios, me quedé dormida aquí, y no volví con Daryl. Me odio.

-Oh... Lizzie me pidió que durmiera con ella anoche, ella... estaba asustada.- Explico muy soñolienta.

-¿Y dónde está ahora?- La pregunta de Hershel me saca de mi tranquilidad, ¿Acaso Lizzie no está recostada a mi lado? Tanteo un poco frenética las sábanas a mi costado, pero no la encuentro. Miro hacia la cama de su hermana, pero Mica no está allí, y tampoco su hermana. En seguida, quito las frazadas de encima de mi cuerpo y salgo disparada detrás de Hershel en busca de las niñas perdidas.

Estoy tan enfadada, Lizzie es insoportable, sé que es una niña, y que debería tenerle mas paciencia, pero no puedo hacerlo, ella simplemente no es alguien normal, tiene demasiadas pesadillas, siempre me pide que la ayude a dormir, siempre que intento tener una conversación amable con ella, se vuelve triste y se va. Sé que ha pasado por cosas muy traumantes, y que tan solo tiene trece años, pero en verdad es exasperante, solo espero que esté bien.

Mi piernas adormecidas, se mueven por toda la prisión, y mis ojos nerviosos, buscan con intensidad a las dos hermanitas de cabello rubio. Reviso la cocina, mientras Hershel revisa los baños, yo reviso las celdas de arriba, ya que a Hershel se le dificulta un poco subir las escaleras, y él revisa las de abajo, sin embargo ellas no están por ningún lado. Me encuentro con el anciano en el salón principal, y puedo ver preocupación en su rostro. Si las hubiera cuidado bien esto no estaría pasando, ¿Por qué demonios no puedo si quiera ocuparme de unas niñas sin que algo salga mal? Dios, de seguro yo sería una pésima madre. Además estoy causando que los demás se preocupen por mi culpa, yo debería ser quien las busque, Hershel debe tener trabajo que hacer.

-Esto es mi culpa.- Digo frunciendo el ceño.- Debí haberme despertado antes, ¡Que tonta!- Susurro mientras mis dedos índice, pulgar y medio aprietan mi tabique con algo de fuerza, intentando aminorar mi nerviosismo.

-No te culpes, Isis, ellas están bien, solo hay que encontrarlas.- Dice Hershel con una pequeña sonrisa tranquilizadora. Suelto un suspiro en el momento en el que él pone una de sus manos en mi hombro, y le sonrío de vuelta.

Hershel es muy bueno en eso, siempre ha logrado sacarme una sonrisa, cuando estaba enferma, cuando murió Kevin, siempre me mostraba que había un motivo para estar feliz, aunque no lo haya realmente. Eso es algo que aprecio mucho, al igual que Beth, siempre me hacen sentir bien, y sin ellos nunca sonreiría del todo. Me gustaría algún día poder ser de esas personas, Kevin lo era.