Sueños Distorsionados (Yaoi/Gay)

Capítulo 11 ''El chico de los cuervos''

Hola y me disculpo por haber tardado años en publicar este capítulo :'v
Cuando nos dijeron que nos iban a dar vacaciones de navidad, pensé que por fin estaría en libertad, pero no. Al parecer ni en vacaciones puedo descansar (;__;) Me quedaron trabajos por completar y eso he estado haciendo estos días aparte de dedicarme tiempo para mi también.

Todavía no he terminado, pero tenía que escribir el capítulo de Sueños Distrosionados sí o sí. Y aquí está el capítulo prometido de SD, por fin(?) *inserte la musiquita de Aleluya pero la versión Satánica aquí(?) xd*

He tardado mucho en escribirlo y vosotros habéis tardado mucho en leerlo, pero la espera creo que valdrá la pena(?) Solo diré que en mi opinión es el capítulo que más me gusta de toda la novela (Por ahora), el más largo (+6000 palabras) y el más interesante.

Espero que os guste :)


----------------------------

GERARD

Me gustaba Raine.

Me había empezado a gustar desde que lo conocí la primera vez cuando se volvió un cazador de sueños él también. Me gustaba todo de él. Su perfecta sonrisa, lo bien que contrastaba su cabello rojo con sus ojos plateados y sobre todo el aura de misterio que lo rodeaba.

Desde que se había unido a nosotros no había mostrado ningún signo de querer acercarse a ninguno de nosotros. De vez en cuando bromeaba con alguno de nosotros, mayormente con Kriss, pero eso era todo. Así era Raine. No se acercaba a nadie y no dejaba que nadie se le acercase.

Era como un lobo solitario.

Sospechaba que su actitud era debido a algo que podría haberle ocurrido en su pasado a causa de su habilidad de poder leer las mentes, pero no estaba totalmente seguro. Y también estaba seguro que aunque se lo preguntara, me ignoraría.

Suspiré desanimado e inconscientemente lo miré de reojo por encima del libro que estaba leyendo. Cuando estaba dormido se veía diferente de lo usual. Se veía... en calma.

Al darme cuenta de lo que estaba haciendo, mis mejillas cobraron rubor de inmediato. Mierda... ya estaba pareciendo un acosador...

Dejé el libro en el sillón dónde había estado sentado y me acerqué lenta y sigilosamente a dónde se encontraba dormido Raine. Me senté en cuclillas y como el acosador que era me quedé observando su rostro dormido.

Si me pillara mirándolo así y tan cerca de su rostro, definitivamente y sin duda alguna, me tele-transportaría al Polo Norte y viviría el resto de mi vida como un esquimal.

—S-Suficiente acoso... —murmuré para mí mismo, sonrojándome todavía más.

Esto era demasiado para mí. No podía resistir las inmensas ganas de querer besarlo. Justo cuando iba a levantarme a regresar a leer como si nada hubiese pasado, sentí como alguien me agarró de la mano, deteniéndome.

Mierda. Mierda. Mierda. ¿Dije ya mierda?

—Espera. ¿Quién eres? ¿Eres tú, Sid?

—¡S-Soy una aparición! —solté lo primero que se me ocurrió.

No se escuchó ninguna respuesta de vuelta, en su lugar fue una carcajada por parte de Raine.

—Quién hubiese pensado que las apariciones sobrenaturales eran tan acosadoras —se burló sin ganas Raine.

—Lo siento —me disculpé finalmente, girándome a verlo —. ¡N-No te estaba observando dormir como un a-acosador ni nada por el estilo! Tan solo pretendía gastarte una pequeña broma y por eso estaba estudiando las facciones de tu rostro.

Joder, que genio podía ser a veces. Nótese el sarcasmo...

—¿Qué clase de broma? —levantó una ceja fastidiado.