Capítulo 14

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De ti no me sorprende Horan, ¿pero de ti Justin? No pensé que tendría que traerte aquí por algo que no fuera las innumerables llegadas tardías; pero una pelea era lo último que se me hubiese ocurrido - La directora Coleman negaba con la cabeza desbordando decepción -. Van a tener que quedarse después de clases y hablarán con el psicólogo, a ver si así les entra un poco de sentido común.

- No - refuto Justin.

- ¿No qué? - preguntó Coleman.

- No pienso ir a ver a un idiota que se dice ser psicólogo, prefiero contarle mis cosas a una ardilla, tiene más profesionalidad que ese intento de consejero - se expresó guardándose los insultos más fuertes, no estaba en sus planes ser expulsado, no todavía.

- Pues con más razón irás, para que aprendas que no puedes hacer lo que se te dé la gana - sentencio.

- Creo, señorita Coleman, que eso debería ser para el Rubio que está a mi lado - Niall le miró de reojo, enfadado -. En fin, prefiero servirle de jardinero o de conserje antes de ir a hablar con la vergüenza más grande de la psicología.

La mujer entró en escrutinio, analizando y sopesando la situación, buscando una alternativa, la mejor.

- No - respondió impasible -. Lizzy, llama a Harold, quiero que aconsejé a estos niños.

Lizzy, que estaba parada en una esquina observando, asintió y salió con gran velocidad de la oficina mientras el silencio y la tensión eran cada vez más palpables.

El castaño observaba a todas partes buscando una alternativa para salir, se escaparía o de alguna manera convencería a la directora de dejarlo libre, pero si iba a hacer eso necesitaba realizar la conversación de inmediato, antes de que Harry llegara. Se dio un pequeño tiempo para pensar que decir.

Por otra parte, Niall estaba muy pendiente de los movimientos que hacían los que compartían consigo la habitación: Coleman los observaba y Justin simplemente miraba a todas partes, parecía estar planeando algo.

Justin hizo amago de hablar, pero fue interrumpido por la señorita Coleman.

- Ni se te ocurra tratar de convencerme, no lo harás, mi sentencia es absoluta y ustedes hablaran con Harold aquí, frente a mí - dijo con mirada sería. Justin entornó los ojos, primero extrañado, pero lo hizo también para ocultar que estaba un poco intimidado.

- ¿Por qué cree que iba a hacer eso? - no podía ser posible que esa mujer hubiese adivinado su pensamiento ¿o sí?

- Tengo 16 años de experiencia, no es mucho, aun así ya me he topado con muchos como tú que creen que pueden zafarse del castigo si dicen las palabras correctas. Funcionará en otras personas; pero no para mí, la justicia, si no es aplicada como se debe, no es justicia y sin la justicia, que es un valor, el hombre no es más que otro animal.

La puerta se abrió dejando entrar al chico de rulos, seguido de la mujer con gafas rosa.

- ¿Me necesitaba señorita Coleman? - preguntó Harry sin ver a los dos. Trago saliva en silencio, estaba nervioso.

- Aconséjalos aquí, yo veré que no se escapen. Siéntate - la mujer cedió su asiento sin dudar. Harry se sentó, coloco la libreta, que siempre llevaba consigo, en el fino escritorio de caoba.

- A ver chicos, ¿qué sucedió? - preguntó con amabilidad y regalando cortésmente toda su atención, aunque sabía que no serviría de nada.

Los dos chicos le miraron iracundos, el castaño por el odio que le tenía y el Rubio por hacer una pregunta tan obvia.

"El Niñero" (Segunda Temporada)Where stories live. Discover now