Alice: La fiebre de las 10:12

Gio y el chico sin nombre: Segunda Parte

"Todas las personas tenemos algo que nos vuelve humanos, pero hay personas que aun no han desarrollado eso, ¿el porque?, es un misterio."

-Kurisuka

 Tengo 12 y aun tengo ideas tontas, como una niña a esta edad se enamoraría?, me resulta algo absurdo de verdad, aunque esta más que claro que para el resto de las personas es algo normal, no por nada existe la fiebre de las 10:12, en fin, eh entrado a la secundaria.

Diría que me siento algo extraña, pero a decir verdad sólo estaría mintiéndome, no es nada del otro mundo pasar de nivel básico a nivel medio, es algo normal por lo que pasamos todos, en fin, al entrar a clases llegó nuestra nueva tutora y nos pidió que seleccionáramos a un jefe, sub-jefe y tesorero para que se encargaran del grupo, a mi me tocó ser tesorera, por lo que en la semana siguiente me tocó participar coordinando las casillas de votación, ahí me topé con Gio, un chico que había conocido días atrás, era un chico muy agradable pero siempre emanaba una sensación rara, estando ya en las casillas me presentó a su mejor amigo, un chico al que apodaba de manera capciosa,  al comienzo se me hizo algo gracioso porque yo apoyaba a un comité y ellos apoyaban al comité contrincante, tiempo después Gio nos dio la noticia de que se mudaría en vacaciones de vísperas de primavera.

Días antes de que se marchara, hubo un evento en el cuál regalarían boletos a los participantes para un viaje, decidimos ir algunos de nuestra escuela, durante el evento me fui con unas amigas, pero al finalizar el evento, cuando iban a sortear los boletos, ellas se tuvieron que marchar y me quedé sola, en eso los vi a los dos, eran Gio y su amigo, a Gio era normal verlo pero... a su amigo no... realmente dudaba que fuéramos en la misma escuela, puesto que era la segunda vez desde que lo conocía, que lo veía.

Los salude de lejos y me les acerqué, los dos me sonreían amablemente y me preguntaron que hacía yo sola, les conté lo sucedido y decidieron hacerme compañía, de repente el anfitrión del evento reveló que dichos boletos eran para llamar la atención y decidimos marcharnos, llegamos a un lugar donde el ambiente era animado y al aire libre, parecía buen lugar para caminar y charlar, de la nada la gente comenzó a señalar el cielo y para mi grata sorpresa era una lluvia de estrellas, ¿quien iba a pensarlo?

Los tres comenzamos a mirar intrigados el cielo, se veía hermoso, miré a mi izquierda y vi que la mirada de Gio se veía muy pacifica, ahora emanaba tranquilidad, mire a su amigo y de la nada sentí una chispa, su mirada se veía llena de ilusión, sus ojos brillaban... sus ojos... no había notado el color de sus ojos... eran verdes, no me había percatado de ello, el estaba muy distraído viendo las estrellas mientras yo contemplaba su mirada, una sensación llegó de la nada a mi, de pronto él se percató de que yo le miraba.

-¿Que sucede?

-Na-nada!

-¿Estas bien?, te noto un poco... rara.

-No pasa nada. -En estos momentos me sentía muy apenada.

-¿Pasa algo?

-¿Por qué lo dices?

-¿Por qué me mirabas?

-Oh! eso.

-...

-Es que apenas me percaté de que tus ojos son verdes.

-Oh! era eso entonces.

-¿Eh?

-Es que llevabas rato mirándome.

-... ¿Lo siento?

El me sonrió y si rió un poco, luego me abrazó con un brazo y me señalo a un punto en el cielo para que lo viera.

-¿Lo ves?

-¿Ver que?

-Esas estrellas.

-Oh... las veo.

Me soltó y agitó un poco a Gio para que el también viera y a decir verdad, la única razón por la que me abrazó fue por mi baja estatura, el sabía que no alcanzaría a ver y por eso lo hizo.

Pasaron los días, no me podía sacar de la mente aquel momento en el que yo miraba intrigada esa mirada tan intrigante de ojos verdes... Pero que va!, estábamos en el festival escolar de vísperas y estaba a punto de culminar, un profe me llamó a mí y al entrar al aula me topé con una sorpresa, Gio también estaba ahí, cruzamos miradas y me dí cuenta de que los dos estábamos igual de confundidos.

El profe me pidió que me sentara al lado de Gio y así lo hice, nos comenzó a hablar de temas muy raros para al final decirnos que nosotros dos presentábamos problemas muy fuertes emocionalmente, y yo creo que ya se imaginan nuestras caras cuando nos dijo eso, Gio tenía cara de "Este loco ya comenzó a balbucear" y yo tenía cara de "Y dale con que tengo problemas"

El profe nos decía que ambos teníamos problemas, que probablemente eran problemas familiares o que nosotros teníamos mucho odio acumulado, Gio y yo le seguimos la corriente porque, para ser sincera, el y yo eramos los chicos más tranquilos y sin nada de rencores que podrías encontrar, no odiábamos a nadie y mucho menos le deseábamos mal a alguien, pero el profe se basó en un dibujo para definir nuestra personalidad, fue por un tonto dibujo, el pidió que dibujáramos un sueño que haya marcado nuestra vida o que jamas hayamos olvidado y casualmente ambos entregamos una hoja negra, sólo que la mía tenía lineas verdes y la de el no, pero eso no tiene nada que ver con nuestra personalidad!, fue solo un sueño que jamás olvidé, pero no significa que se emo o que tenga problemas!

En fin, el profe nos tuvo las dos horas que quedaban de evento encerrados en ese aula hablándonos sobre los problemas que no teníamos, al finalizar, nos dijo que nos cuidáramos mucho y después nos deseo felices vacaciones, yo me despedí de Gio y le desee lo mejor en su nueva vida.

Cabe aclarar que después de ése día comenzaron las vacaciones y Gio se mudó, para ése entonces yo ya no sabía nada de su amigo, sin embargo aún me intrigaba aquella noche de la lluvia de estrellas.