Dos noticias inesperadas, una buena, una mala: Quinta Parte

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"Las indesiciones pueden ser un arma mortal para todo ser humano"
-Kurisuka
Seguía pensando en Dalton, no voy a mentir, habían pasado apenas unos días desde que lo vi, y por alguna razón, me sentía feliz, opte por ir con mi amiga  Andrea y contarle, aunque claro, no pensaba mencionar su nombre, pues ella no le conocía, en el receso me apresure a ir a su salón, y como siempre, ahí estaba, me vio y salio de su salón para después caminar conmigo y platicas.
Divagamos por un rato en los alrededores de la escuela y decidí a sacar el tema, ella se alegró y se adelantó para decirme que conoció a un chico, deje lo mío de lado para escucharle.
-Me he enamorado.
-Vaya, que bien... Y como es el?
es perfecto.
-Me intriga saber... Como se llama?
-Dalton.
En ese momento me detuve, sentía que algo en mi se estaba despedazando lentamente, miré al piso y luego a ella, puede que me equivoque y no sea el mismo.-Me dijo que estuvo en el jardín y el nivel básico inicial contigo antes de que te cambiaran de escuela conmigo.
-Oh, que casualidad no?
-Si, el es muy apuesto, creo que le gusto.
-Me alegro por ti Andrea. 
No lograba concentrarme en  lo que estaba haciendo... Pero... Después de todo... Yo no era nadie para interponerme en la vida de Andrea, además, ella es mi amiga, no la puedo defraudar... Ella llego a la fiebre de las 10:12... Decidí dejar mis sentimientos de lado, después de todo, no supe aprovechar mis oportunidades... No?
-Dime Andrea, como fue que paso? -Le sonreí amablemente y ella dio un pequeño salto.
-Fue muy bonito, el Domingo me invitó por un café y platicamos mucho, al parecer son buenos amigos tu y él... Tu...
-Yo...?
-Nada, es algo tonto -Me sonrió alto distraída.
-Que pasa? adelante, puedes contarme.
-Crees que puedas ayudarme?
Si, en definitiva estaba cayendo, sentía que algo en mi se derrumbaba, pero me daba igual, todo por ayudar a una amiga, eso era más importante para mi... Pero aún así dolía un poco...
-Claro que si! Como te puedo ayudar?
-Pues... Veras, me da pena decirle que salgamos, quería ver por si íbamos a algún lugar nosotros tres y nos dejabas, puedes invitar a alguien, el plan es que nos quedemos solos él y yo...
-Tengo una idea, recuerdas el puesto de libros que abre por la noche?
-Si, cuál es tu plan?
-Haré que vayamos los tres a ese lugar y me las arreglare para dejarlos solos, pide permiso para salir el miércoles en la noche, yo me encargo de lo demás.
-Enserio? Muchas gracias Alice -Se me acerco rápidamente para abrazarme -Eres la mejor.
En eso dejó de sonar la música que ponen en el receso y regrese a mi salón, al parecer teníamos la hora libre así opté por ir caminar un rato sola, me detuve a ver un mural que había en una parte un tanto desolada de la escuela, me intrigaba mucho, parecían un montón de niños felices jugando, era un mural que representaba la convivencia y las bellas artes al mismo tiempo.
-Que sorpresa verte aquí.
Me pareció escuchar un voz bastante familiar, aunque no era como recordaba, sin embargo algo en esa voz me recordaba el nivel básico, decidí a voltear y no creía lo que veía, él se acercó y me abrazó.
-Lu... Luis!
-Me extrañaste Alice? -En eso dejó de abrazarme y se sentó en un escalón cercano al mural.
-Creí que te habías ido con tu prima.
-Pues no, mírame... Aquí estoy!
-Cuanto sin verte.
-Desde cuarto de primaria mi querida amiga, vamos, siéntate, hay que charlar un poco.
-Esta bien -Me senté a su lado tal como lo pidió.
-Estas más alta de lo que te recordaba, hasta te cambió un poquito la voz, pero te sigues viendo igual.
-Podría decir lo mismo, pero te vez exactamente igual.
-Lo dices por mi estatura?
-No, nada de eso... Bueno...
-Estoy bromeando, ya se que estoy bajito, pero ya veras, algún día seré muy alto.
-Como te ha ido, de que me perdí?
-Pues no de mucho, salí un tiempo con Any pero después me terminó y antes de entrar aquí salí un poco con Carol.
-Carol? Vaya, no me lo esperaba.
-Lo dices porque ella era la más alta de nuestra generación no?
-La verdad si, no te voy a mentir.
-Que va, soy todo un encanto.
-Ni quien lo niegue.
-Y como vas con Dalton? 
-Eh? De que hablas?
-De Dalton, el que iba en nuestro salón.
-Oh, pues supongo que bien, ya somos amigos... Como lo sabes?
-Yo lo se todo.
-Se nota... oye...
-Que sucede?
-Sabes algo de Daniel?
-Mmm... no mucho.
-Vaya...
-Solo se que el se marchó cuando tu te marchaste, regresó hace año y medio y se veía diferente, adelgazó mucho.
-Enserio? Que mala suerte, al parecer el destino no quiere que lo vea.
-Discúlpame pero hay algo que he querido preguntarte desde hace mucho.
-Adelante.
-Te gustaba Daniel?
-Por que lo dices?
-Porque siempre estabas con él, incluso cuando tu te quedabas tarde él te hacía compañía hasta que te ibas.
-Nada de eso, él siempre esperaba a su prima Cristina, ya sabes, la que trabajaba en la escuela.
-Si, si la recuerdo, pero sinceramente parecía que tenían algo... parecía que se gustaban.
-La verdad no lo sé, yo pensé que a él le gustaba alguien más, ¿pero por que preguntas si me gustaba?
-Porque desde que te marchaste no has dejado de preguntar por él y tampoco has dejado de buscarlo.
-Dime algo, ¿has tenido algún contacto con él?
-La verdad no, supongo que nadie, varios de nuestro antiguo grupo tratamos de marcarles, pero al parecer cambió su número, además tratamos de buscarlo en redes sociales pero literalmente desapareció.
-Lo sé, llevo estos 3 años tratando de saber algo de él.
-¿Aún te importa verdad?
-Supongo que si.
-No te rindas, algún día darás con él, te lo aseguro.
-Gracias...
-Y sobre Dalton...
-¿Que?
-Es mejor que haya sucedido eso, suele ser un patán, creeme, dolerá un poco ahora, pero después no te importará, te aseguro que no soy la única persona que te dirá esto, ya veras que en un tiempo te darás cuenta sola, además es mejor evitar la fiebre no?
-¿Como lo sabes? ¿Que pasará con Andrea? Es mi amiga!
-Lo se todo y no te preocupes, no le pasará nada, con el tiempo veras que llevo la razón, hablando de eso, es hora de entrar a clases, tu hora libre terminó.
-Pero...
-Si llegas tarde no te dejarán entrar, anda, ve a clases
-Una cosa más... Ya te has enamorado?
-Extrañamente no, no te preocupes, ya somos dos -Me sonrió de una manera linda.
-Bueno... Adiós.
Nos levantamos y me dio un abrazo, cuando me soltó me señalo con su mano los edificios donde estaba mi aula y me sonrió, comencé a caminar y eché una última mirada atrás y vi como me sonreía y se despedía con la mano, entre a mi salón y me senté en silencio... ahora tenía más cosas en las cuáles pensar.

Alice: La fiebre de las 10:12Where stories live. Discover now