Capítulo 38: The Happy Roadtrip.

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Capítulo 38

The Happy Roadtrip

Honestamente, se quedarán allí para siempre??

Recibido 9:11AM

Estás insinuando que me quede aquí para siempre??

Enviando 9:11AM

Tal vezzzz, pero si lo hacen avisen ;)

Recibido 9:12AM

Oks, ya empezamos a desempacar, buen viaje 

Enviado 9:12AM

—¡Heather! ¡Sal del baño! ¡Están pitando! —Frankie grita al otro lado de la puerta. Me seco las manos y me rio al ver el mensaje.

Eso podría o no podría haber sido un pitido o tal vez era yo gritando de desesperación. A.PU.RA.TE.

Recibido 9:13AM

—¿Cuál es el apuro? —pregunto al salir del baño.

—No lo sé, ¿qué deberíamos haber salido hace veinte minutos? ¡Han estado esperando afuera por veinte minutos! Y te la has pasado por lo menos diez minutos abriendo y cerran-do maletas y los otros diez en el baño donde ni escuché sonar la válvula. Ni si quiera las charlas de nuestras madres duraron tanto...

—Lo está haciendo apropósito —dice mi mamá antes de tomar un sorbo de su café.

—Gracias mamá por el apoyo moral —le digo.

—De nada —me guiña un ojo y se acerca para darme un abrazo. —Heather, recuerda todo lo que te dije, ten cuidado. Pero antes de todo recuerda, diviértete. Disfruta, haz algo que te haga recordar ese viaje para siempre.

—¿Algo como quedar embarazada? Lo recordaría para siempre si existiera un fruto de ese viaje —sonrío.

—Sí, hija. Eso es exactamente a lo que me refería —me río en su hombro—. Te amo, Heather.

—Y yo a ti mamá.

Me suelta y luego abraza a Frankie.

—Y ahora se van, no quieren hacer esperar a sus Romeos más de lo que ya lo hicieron.

—Ugh, adiós mamá —le doy otro abrazo antes de salir. Y me despido una vez más antes de que arranque el carro.

—Te mataré —me dice Cole.

—La misma vieja amenaza de siempre —digo acomodándome en el asiento de copiloto.

—Sí, pero ésta vez estoy conduciendo un carro y podría chocar el carro haciendo que ter-mines con serios problemas.

—¿Y matar a la pareja feliz de allí atrás? Que descorazonado.

—Okay, solo por ellos lo dejo para la próxima.

—¡Gracias por la misericordia! —exclama Blake.

—Eres pura palabrería —digo lanzándole una mirada.

—Tú también —responde. —Pura, simple palabrería.

Cuando empezamos a tomar la carretera Frankie se inclina en medio de nuestros asientos y me extiende una caja de CD. Es de esas de donde compras un CD vacío.

—¿Qué es esto? —pregunto.

—He hecho una playlist para el viaje. ¡Ponla!

Veo una vez más el CD y leo lo que dice.

Heaven, Hell, HeatherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora