Separados por un demonio. «Pinecest»

Capítulo 2

Capítulo 2.

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Dipper.

Cómo cada año, hoy era el día del pionero. Donde los habitantes de Gravity Falls se disfrazan cómo se vestía en 1863, la fecha de fundación. Y yo, al ser pariente del fundador, tengo que subir al pequeño escenario con mi familia.

Lo malo, es que con éste disfraz me veo ridiculo, llevo puesto una camisa blanca con cuello y un saco negro por arriba, unos pantalones negros también y unas botas negras.

—Hola —me saludó Pacífica caminando hacia mi— ¿Te ayudo? —preguntó tomando mi corbata en sus manos.

—Sí, por favor —acepté soltando un suspiro—. Gracias... por cierto, te ves muy bien con ese vestido, digo, no es que antes te vieras mal... —hablé un poco nervioso y ella me hizo callar posando su dedo en mis labios.

—Gracias, tú también... —susurró desviando la mirada, sin dudas algo le pasaba y lo averiguaría.

—Vamos —dije tomandolá de la mano y ella asintió.

Mabel.

—¡Oh no! —gritó mi tío conduciendo a toda velocidad— ¡Nos van a encerrar!

—¿Quiénes...? —pregunté extrañada.

—Ellos —me contestó señalando al frente— ¡Nos atraparon! —gritó mientras las carretas nos rodeaban.

—¿Qué es esto? —pregunté mirando a Wendy con una pizca de curiosidad.

—El día del pionero —contestó ella, mientras tanto tío Stan buscaba un escape con la mirada.

—Se oye interesante, ¿podemos quedarnos a ver? ¡porfis, porfis! —consulte a mi tío haciendo un puchero.

—Está bien... Pero no por mucho tiempo —aceptó soltando un suspiro de cansancio.

—¡Eres el mejor! —dije con una sonrisa de oreja a oreja.

—Lo sé, lo sé.

Narrador.

Todo el pueblo estaba reunido en frente al escenario, se había montado para el pequeño "show" que se hacía cada año.

—¡Hola, habitantes de Gravity Falls! —saludó el señor Northwest—. Hoy nos hemos reunido aquí para festejar, como en todos los años, la fundación de Gravity Falls, el día del pionero...- continuó con su discurso que el pueblo escuchaba con atención, a pesar de que fuera el mismo cada año.

Dipper.

Mi tío estaba dando su clásico discurso dejando a la familia bien en lo alto, lo que me molestaba de esto era que se creían superior al resto del pueblo.

A mi lado, un poco alejada, se encontraba Pacífica, la había notado distante desde hoy en la mañana. Ahora, miraba el piso sin prestar atención a su alrededor. Me moví unos pasos hacia ella y recibí una mirada desaprobatoria por parte de su padre, la miré y ella negó con una expresión seria. El resto de la fiesta transcurrió normal, sacando el hecho de qué Pacífica me evitó todas las veces que me acerqué a ella y de qué notaba una mirada en mi.

Mabel.

Charlaba animadamente con Wendy, y de reojo miraba al chico del escenario, creo que se llama Dopper o algo de eso. Bueno, eso no viene al caso, a ese chico lo "conocí" hace tres años y desde ese momento no lo he podido sacar de mi cabeza; y digo "conocí" porque aún no me animo a hablarle...

—¿Mabel?, ¿hay alguien en casa? —me llamó Wendy sacándome de mis pensamientos— ¿De nuevo pensando en ese chico? —preguntó con una sonrisa pícara y yo suspiré.

—No lo puedo sacar de mi cabeza, no es cómo el resto de los chicos, ellos son pasajeros y sólo me atraen, pero por el siento algo diferente... No sé cómo explicar —solté dejando sorprendida a Wendy, la cuál rápidamente cambió su cara por una sonriente.

—Lo que te pasa a ti... es que estás enamorada —dijo dándome un suave codazo.

—Un amor imposible —dije suspirando dramáticamente.

—Sí de verdad lo quieres, lo vas a tener, ten fe —me sonrió y yo achine los ojos mirando a mi futuro novio.

—Serás mío cueste lo que cueste —dije con una mirada severa y Wendy soltó una risa, yo decidida camine hacia él, cuando estuve casi a su lado tomé aire y hablé.

—Hola, do...

—Hola, dipper —saludó una chica rubia metiéndose en mi camino.

Dipper.

Después de buscar en toda la fiesta pude hallar a quién me observaba, era una chica que a simple vista era adorable, y muy linda también. Estaba tan sumergido en mis pensamientos que no noté cuando comenzó a caminar hacia mi, esto me puso nervioso y de reojo vi como Pacífica se acercaba.

—Hola, do... —iba a saludar la chica pero Pacífica se interpuso en su camino.

—Hola, Dipper —me saludó con una pizca de culpabilidad en su rostro.

—Hola, paz... ¿pasa algo? —pregunté un poco extrañado, de reojo vi como la chica se retiraba con disgusto.

—Yo..., yo quiero disculparme por haber estado evitandote, fue por... —iba a decir pero fue interrumpida por el ruido de una campanita.

—Pacífica, ven aquí —llamó su padre con una expresión seria.

—No quiero que te juntes más con él, señorita —habló está vez la madre. Yo miraba la escena confuso.

—Pero...

—Nada de peros —sentenció su padre—. Y tú, sobrino —habló mirándome a mi—, no quiero que te acerques más a mi hija. —Yo le di una mirada de odio y furia junto con tristeza y decepción.

—Cómo usted diga. —Lo fulminé con la mirada—. Cuanto desearía no tener una familia como ustedes —dije con rencor, miré de reojo a Pacífica y estaba llorando, me dio una falsa sonrisa y salió corriendo.

—¡Paz, espera! —grité pero no me hizo caso, la iba a seguir cuando un brazo me detuvo.

—No lo hagas, ¿no ves el mal que le provocas? —dijo con decepción. Sus palabras dolieron, y tal vez tendría razón, sólo le hago mal. Les di una última mirada y me adentré al bosque corriendo a toda velocidad.

Narrador.

—Mi parte está hecha, lo hice sentir culpable cómo usted me pidió —habló el señor Northwest con su típica seriedad—. Ahora le toca a usted.

—Muy bien hecho, querido amigo —felicitó Bill—. No te preocupes por eso, necesitaba un poco de acción, ¿Qué mejor que combatir un fantasma?

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¡Terminó! Espero que les haya gustado.

Un beso y un abrazo.

¡Bye bye! ♡