Capitulo 3

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¿Una vida feliz?
Alejada de el,
es un insufrible.

Me removí un poco ya que estaba incomoda, esto me obligó a levantarme porque por mas que me arreglaba no podia encontrar comodidad, así que abri los ojos encontrándome en el piso, lentamente me fui incorporando para ver a mi querida amiga Emmy. Esta dormía plazidamente en mi cama.

Aseguró que me tiro mientras dormiamos, esa es una mala mania de ella siempre ha sido de mal dormir, cada vez que viene termino duermiendo en el piso.

Tengo que agregar a mi lista mental colocar una litera en mi cuarto para ella.

—Mira rubia oxigenada ¡Despierta!—me monte en encima de ella para hacerle cosquillas ya que tenía el sueño demasiado pesado.

—Dejame—grito.

levantarla a ella era como un milagro divino, me concentre tanto en hacerle cosquillas que no me di cuenta que levanto la mano en un puño, haciendo que este se estrellara en mi cara.

¡Quien lo creeria!

Me había golpeado.

Sólo la estaba levantando para ir a la intitucion.

¡Joder!

La próxima vez dejo que llegue tarde, eso me pasa por intentar ser buena persona. Bueno no pero que importa.

Me reí por mis tontos pensamientos.

Rapidamente me levante para ir a verme en el baño. Me había quedado el pómulo rojo, que al no tardar en un pocas horas estaría morado. No puedo creer que andaría por la intitucion con un morado en la cara, seria la burla de la semana, pero todo por culpa de la rubia.

Me termine de arreglar para luego bajar a desayunar.

Cuando llegue al comedor me sorprendió lo que vi. Hoy se iba a acabar el mundo, estaban mis dos hermanos desayunando.

Estos parecían dormir en la escuela así que era demasiado extraño.

—Buenos dias mama y hermanos que nunca veo a esta hora—me eche a reír por mi comentario y estos colocaron mala cara pero luego fruncieron el ceño al verme bien.

—¿Qué te paso en la cara hija?— se adelantó mi madre.

Levante una ceja poniendome seria para que no me molestaran mucho con el tema.

—Es solo que trate de levantar a Emmy. Ella dormida me golpeo.

—¿Te golpeo? Eso sí que vale oro, un poco de tu misma medicina —comento mi hermano para fastidiarme.

Enarque una ceja haciendo una pequeña mueca para después sentarme a desayunar lo mas rapido posible.

Quería irme para no verle más la cara a Alexa, pero antes de que teminara mi hermana se le ocurrio hablarme.

—¿Lucy me puedes llevar? es que mi auto se acidento y esta en el taller—me sonrió lo más hipócritamente que pudo—de hecho ayer te busque para que me llevaras y no estabas —alzó las cejas—¿Donde te metiste?—sabía que lo estaba haciendo al propósito pura venganza, todos pusieron la atención en mi.

Casi me atragante con la comida al recordar que pase la tarde con Steven creando una pequeña duda en los ojos de los presentes.

—Me llamaron de gimnasio para entrenar temprano porque cerrarían, pero eso obvio a ti no te incumbe.—no era de mentir aunque sinceramente era muy buena en eso, simplemente omitia cosas usándolo a mi favor.

—Okey, pues no te pierdas hoy por que necesito que me traigas. —rodó los ojos—y no te niegues porque mamá dijo.

Mire a mi madre y esta asintió.

¿Tu y Yo? Ni en un millón de Años Where stories live. Discover now