capitulo 2

3.7K 241 6
                                    

Hoy es el día en que iré al consejo son las 8:30 am y aún sigo acostada, sin ganas de levantarme, todo estaba tranquilo y cómodo, sentía una gran pesadez, no podía abrir los ojos, pero tampoco es como si lo estuviera intentando, estaba a punto de volver a dormir cuando se escucharon unos toquecitos en la puerta. Cada mañana era la misma rutina, mis amigas se turnaban para despertarme, pues todo mundo sabe que tengo un humor pésimo para levantarme.

-Artemis... estas despierta...- apenas se escuchó, era Tiara, quien poco a poco se acercaba a mí para comprobar si seguía dormida. – ya es hora de despertar...podrías abrir tus ojitos...- decía en un tono aterrado, Ice un quejido, lo que provoco que diera un saltito hacia atrás y yo soltara una leve carcajada. Sonrió y se acercó a mí con más confianza - ya es hora de que te levantes, para que te des una baño, desayunes y puedas llegar a tiempo a la reunión- decía mientras me quitaba la cobija de encima.

-¿Qué hay para desayunar?- Dije mientras abría un ojo y arqueaba la ceja.

-Huevos con tocino y hot cakes, para darte fuerzas y que puedas enfrentar a los terribles monstros llamados ¨Consejo¨- lo dijo con una voz macabra, y con esa sonrisa que nunca sabes que hay detrás de ella, pero igual de infantil que siempre, yo solo reí a su comentario, pero luego ice una mueca. – bueno claras para la señorita – sonreí, pues la yema no es de mi agrado, esa cosa amarilla y asquerosa que cuando la ocas revienta, huácala yo solo como la clara, a menos que este revuelto el huevo, como sea, menos tiernito. Me levante de mi cama, pues el simple hecho de que este esa comida esperándome abajo hace que se me caiga la baba. Me di un baño rápido y me vestí con ropa un poco formal, abrí la puerta y me llego ese olor deliciosos a comida, no lo puedo negar, soy muy glotona, me encanta comer. Cuando llegue al comedor estaban los 11 sentados y esperando a que llegara, esto no me agradaba debo admitir, por lo general cuando llego ya están comiendo y casi matándose, pero claro nadie tocaba mi parte, llegue y me senté, era una mesa rectangular y larga de madera al igual que las 12 sillas, yo siempre me sentaba en una de las bases y ellos a los lados. Todo estaba en silencio y eso era lo peor no sabía que había logrado que estos pericos se callaran en especial Naida, ella no se callaba ni aunque le cortaran la lengua. Trate de resistirme a la tentación de comer, pero esta comida era diabólica, miraba como me hacía ojitos y no aguante mas y empecé a comer, al igual que Tiara quien también es una glotona como yo. Debo admitir que los hot cakes estaban deliciosos, todos empezaron a comer y el hielo se rompió, me sentí aliviado pos ya eran los mismos de siempre, al terminar me levante y vi cómo se clavaban sus miradas en mí.

-Bien vámonos- dije con una gran sonrisa, a la que todos respondieron del mismo modo, ¨lo sabía todos son demasiado metiches¨ pensé, pero era mejor esto a que cuando llegaran se me echaran encima, además así estaría más tranquila.

Todos subimos a los autos, no es por presumir pero son los mejores del mundo, pues por ser de las más poderosas manadas podemos hacer misiones peligrosas pero con grandes recompensas, claro está que mandamos a los ¨puros¨ de la manada para que acepten y recojan el dinero de la misión.

Tomamos 4 autos de los más veloces que teníamos, pues la lentitud no es para nosotros, nos separamos en cuatro grupos de tres, donde Andrew, Kiai, Titian, y yo conducíamos, hasta que se ocurrió la brillante idea a Andrew de rebasarme y la verdad soy muy competitiva, así que pise el acelerador y vi como ellos asían lo mismo por el retrovisor, claro ya los avía pasado, estábamos muy cerca uno de otro, hasta que me di cuenta que ya casi llegábamos y no podíamos darles más motivas para que nos vieran mal, de por sí ya nos odiaban, llegar así sería muy grave – PAREN – grite por los radios que teníamos y todos pisamos el freno. Se escucharon unos grandes chillidos de las llantas hasta que por fin los autos se detuvieron.

-Que es lo que pasa – dijo Tiara un poco asustada.

-ya casi llegamos- dije mientras soltaba el freno y empezaba a conducir otra vez pero con más lentitud. Olfatee un poco y lo único que podía oler a km de distancia era solo las esencias de los ¨puros¨ mescladas era como si fueran híbridos, pero da igual ellos no lo aceptarían.

Al llegar, vimos una escuela grande, muy grande para mi sorpresa, ya que era sábado no había ningún estudiante ¨genial¨ no tendría que soportarlos todavía, entramos a la gran escuela y lo primero que vimos fueron guardia que arrugaban la nariz al ver que estábamos entrando pero a la ves sorprendidos, pues éramos 12 híbridos cuando solo debí de haber venido yo.

-Señorita Artemis, bienvenida a nuestra escuela, soy la Prof. Eirene- dijo con una gran sonrisa en su boca, es extraño pues no parecía falsa, por su olor pude saber que era una Ángel.- Parece que trajo compañía- dijo mirando detrás de mi con esa misma sonrisa en sus labios, debo admitir que estaba asustada.

- Si, estos son algunos de los jóvenes que vendrán a esta escuela, Andrew, Layna, Kate, Tiara, Kiai, Titian, Maleine, Naida, Coral, Zephyr y kaethea- dije mientras ella estrechaba sus manos uno por uno, sin quitar esa sonrisa de su cara.

-Bien, ya que hemos sido presentados háganme el favor de seguirme.- y se dio la vuelta sin quitar esa enorme sonrisa, que en serio me estaba aterrando ¨será una trampa¨ fue lo primero que pensé. Pero camine junto con ella y mis amigos pisándome los talones, pero con nuestras caras arriba y orgullosos de lo que somos.

Llegamos a una gran puerta muy hermosa, debo admitirlo e izo señas para que entráramos, pero algo no me agradaba. De todos los olores que había reconocí uno. 



luz de lunaWhere stories live. Discover now