Capitulo 4 3/4

2.4K 202 0
                                    


El viento golpeaba mi rostro, junto con algunas ramas, podía sentir no solo como mi corazón iba a estallar, de tan apresurado que estaba, si no, también, aquel del pobre caballo que me llevaba, no quería exigirle más, pero no tenía otra opción, jamás lo golpee o le hice daño, simplemente le pedía más velocidad, y él lograba entenderme.

Una parte de mi quería detenerse, quería reunirse con esa persona ¨especial¨, pero también lo sabía, que esa sería mi perdición, no podía seguir tan exaltada, sin pensar con claridad, tenía que tranquilizarme, o solo provocaría que me atrapara.

Ese hombre que me seguía cada vez era más rápido, podía escuchar sus latidos, tan acelerados como los míos, sus pasos, desesperados por atraparme, y por un momento, creí haber escuchado su voz, pidiéndome que me detuviera. Pero al mismo tiempo, escuche los pasos de dos criaturas más, no podía identificar qué tipo de criatura eran, solo que andaban en cuatro patas, y que lo seguían.

Quería tranquilizarme, pero me era imposible, pensar que hace un momento los ancianos me acaban de decir de esto, y yo pensando que no tendría que enfrentarlo hasta en 2 días, que entrara a esa escuela, definitivamente, la suerte no estaba de mi lado.

Tenía en mi mente tantas cosas, que no me di cuenta de que un cuarto personaje se acercaba a mi velozmente, provocando que dejara mi lugar sobre el pelaje de aquel caballo y cayera sobre un gran arbusto, pero sin recibir ninguna herida.

Por un momento me alarme, creí que era uno de los amigos que me seguían, pero al ver su rostro, no pude tranquilizarme mas, aquella persona que me había escondido, era Ethan, mi lobo guardián.

En mi manada, existen un grupo de personas, que solo el alfa conoce, este grupo está conformado por 10 integrantes. Son 10 criaturas sobrenaturales que juraron lealtad a mí, pero no a mi manada, por suerte Ethan es uno de ellos.

Había cubierto mi boca con una de sus manos, y me hiso señas de que guardara silencio y me quedara quieta, jamás me había sentido tan inservible, pero no podía hacer nada en esta situación, no sé cómo podría reaccionar. Poco a poco salió de aquel arbusto y espero a que nuestros ¨Amigos¨ llegaran, y no tardaron mucho en hacerlo.

luz de lunaWhere stories live. Discover now