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Louis no sabía cómo sentirse, se preguntó una y otra vez que había dicho para que su padre se enojara tanto. Siempre se molestaba por todo, pero esta vez fue diferente. Nunca lo había visto de esa forma. Apenas que subió a su cuarto decidió meterse en la cama de Harry.

Louis podía tener parlamento hacia las personas. Cualquiera que hablara con el menor quedaría admirado en cómo este se expresaba y las palabras que utilizaba para referirse a cada cosa.
Sabía que decir, nunca quedaba corto de palabras. Se defendía de cualquiera persona y nunca jamás alguien lo había podido engañar, era muy astuto.

Podría saber cómo defenderse y podría tener las palabras necesarias para cualquiera ocasión, pero no sabía absolutamente nada sobre sexo. Por eso se había admirado al ver el pene de su hermano cambiar de tamaño.

Así como su padre no tuvo tiempo para explicarle algo sobre una tarea, tampoco lo tuvo para hablarle a su hijo menor sobre aquellos temas personales.
Aunque tampoco le haya hablado a su hijo mayor sobre aquello. David decía que ellos debían ir experimentando ellos mismos.
"Sus instintos de hombres lo llevaran a la respuesta de todo" esas palabras era las que siempre le decía a su esposa cuando ella le decía que le enseñara a sus hijos sobre ese tema y sobre sus cambios hormonales.

Ahí estaba todo el problema, de ahí venía el por qué Louis era tan inocente respecto a los temas de sexualidad. Louis es el mejor alumno de su salón y por ende él decía que lo sabía todo. Pero estaba equivocado, no sabía nada sobre aquel tema que era muy importante en la vida de los adolescentes.

Cómo a veces se atrevía a encarar a su padre, cómo a veces le daba miedo hacerlo. Se levantó de la cama de su hermano para ir en busca de él pero al escuchar a su padre cada vez a alzar más la voz decidió volver al lugar donde se encontraba. Cuando llegó a la cama se acostó y se arropó de pie a cabeza tapándose la cabeza con la almohada para no oír lo que se encontraba hablando su padre allá en el comedor.

Harry no vio venir aquella bofetada que le había dado su padre así que no tuvo equilibrio y se cayó. Al momento que su cuerpo iba a tocar el suelo puso su mano derecha para sostenerse. Pero fue peor, Harry era grande y su cuerpo no era tan delgado, tenía ya su cuerpo con masa muscular, no mucha pero sí la tenía. Prácticamente todo el peso de su cuerpo se fue hacia su mano haciendo que esta se doblará y terminará de caer.
Pego un grito al momento cuando su mano se partía.

— ¿Qué te pasa Harry? No eres hombre para afrentar tus actos, pero si lo eres para masturbarte delante de tu hermano pequeño — dijo agachándose para levantar a Harry — No te eduqué para que fueras un pervertido — otra bofetada y otra más.
Esta vez David lo sentó con en la silla donde unos minutos atrás se encontraba comiendo.
Se quitó el cinturón para pagarle. Cuando levantó el brazo Madison hablo para pararlo.

—Tranquilo mi amor, debe ser un malentendido, Harry no sería capaz de algo así — colocó las manos en los brazos de su esposo para detenerlo.

—Cállate y sube tú también al cuarto, esta conversación es de padre a hijo, sube Madison — no espero que se lo volviera a repetir, se giró y fue directo a las escaleras.

— ¿Por qué hiciste aquello? — le dio con el cinturón en el hombro del lado de la hebilla.

Harry se demoró en responder, aquel golpe le había dolido demasiado — Yo nunca me he masturbado padre — dijo la verdad, pero David no le creyó.
Harry sabía el significado de masturbación pero jamás lo había hecho, nunca se había decidido a hacerlo. Pero la verdad no bastó para que David le creyera dándole otro golpe igual al anterior, pero esta vez en la clavícula.

—Eso no te lo cree nadie Harry, ¿me viste cara de estúpido? — volvió a darle otro golpe, pero esta vez fue directo a su mandíbula, haciendo que botara algo de sangre.

Forbidden loveWhere stories live. Discover now