24

54 3 0
                                    

Veo a Carl tirado en el suelo todo ensangrentado. Pido ayuda al salir de la calle pero la gente solo me mira como una loca. Al notar que era inútil pedir auxilio de alguien, volví junto a él. Escupia mucha sangre, lo cual me daba a entender que ya es muy tarde para salvarlo. Se escucha que susurra una palabra muy despacio pero no logro escucharla correctamente, acerco mi oreja cerca de su boca para oír lo que me quiere decir.

-Ttt-ten cuiii-cuida-do. -Hasta que dejó su último aliento. Gotas de agua caen por su remera manchada de sangre, pero noté que no era de lluvia o de alguna cañería rota, sino que eran mis propias lágrimas.
-Perdóname. Lamento tanto no poder ayudarte a tiempo.. -Sigo llorando sin parar hasta que...

Abro mis ojos y la luz del día me aciega. Estoy sumamente agitada y traspirada, mi corazón está casi por salirse de mi boca. Uffff solo fue una pesadilla, me repito para tranquilizarme. Carl pudo sobrevivir, bueno eso es lo que creo. Nunca le pregunté a Thomas de él, me siento una egoísta. ¡PUM! Se escucha un golpe fuerte abajo. Me asusto y trato de no hacer ningún sonido. Se que Thomi no está conmigo, ¿Será él?
Salgo de la cama y empiezo a bajar las escaleras, todo se oscurece rápidamente.. lo cual es muy extraño. Paso por las habitaciones y no veo nada raro hasta que llego a la puerta principal y brinco, por lo que mis ojos están viendo. Un tipo cuyo rostro no alcanzo a ver, tiene un arma apuntandole a Thomas hacia la cabeza. Mi cuerpo está como una piedra, no reacciona de ninguna forma. Él hombre sin dudarlo le dispara en tan solo un instante hasta que se escucha como suena el golpe del cuerpo de Thomi al suelo de madera. Grito tan agudo como puedo, está todo lleno de sangre y cuando menos lo esperaba, volteo a ver al asesino pero ahora me apunta a mi. Otra vez me invaden las lágrimas y me duele la garganta de tanto gritar; hasta que cuando menos me lo espero.. escucho el sonido del disparo y yyy...

-¡NOOOO! -Abro mis ojos y Thomas está a mi lado, preocupado.
-Kate, es una pesadilla. ¿Estas bien? -Trato de recuperar aire en mis pulmones. Estoy llena de sudor y temblando del miedo. -Ya pasó, nena. -Me intenta calmar pero comienzo a llorar como una maricona.
-¡Oh Thomi! -Lo abrazo como puedo y con toda la fuerza. -Creí que.. creí lo peor..
-Estas en la realidad, mi vida. Tranquila, ¿Si? -Me acomoda el pelo y me da un beso en la frente. -Todo está más que bien.
-Perdón, no quise despertarte.
-No te preocupes por eso. ¿Qué soñaste?
-Vi a.. Carl
-¿A Carl? -Se le abren los ojos de par en par.
-Si. -Contesto segura. -Me advirtió que tenga cuidado.
-¿De qué?
-No lo sé.. -Lanza un risita irónica.
-Carl murió aquella vez. -No esperaba esa fea noticia.
-¿En serio? -Lo suelto y me siento en la cama con ambas manos en la cabeza de tal culpa y miedo.
-Pensé que podría salvarse.
-Eso creímos todos pero llegamos tarde. Era un buen amigo, muy amable y cómico. -Eso me entristece aún más.
-Estuve soñando con él, hace varios meses. Creí que el estaba bien pero...
-Bueno, mejor que todos nosotros debe estar. No te sientas mal, no es tu culpa. ¿Ok? -Se sienta el también para quitarme mis manos de la cabeza y me las aprieta con sus manos. -Nunca me habías dicho que soñabas con él.
-Es que me parecía absurdo ya que tenía la esperanza de que Carl vivía.
-Bueno...no te hagas problema. Fue la sugestión de haber visto una muerte horrible por primera vez.
-No, no. Por segunda vez. -Él se acuerda de quien hablo y asiente.
-Perdóname, me había olvidado. -Le hago una pequeña sonrisa. Esta bien, debe tener tantos problemas en la mente que es lógico que se haya olvidado. -Y con todo esto de la mano negra, es bastante posible de que sueñes cosas así. -Asiento algo convencida. -Deberíamos volver a dormir, ¿No crees? -Cambia de tema.
-Espera. -Se estaba por volver a acomodar.
-¿Sucede algo?
-También soñé.. otra cosa. -Me mira extrañado y con intriga. -Soñé que un hombre te disparaba hasta matarte.. al igual que a mi. -Le cuento muy asustada. -En esta casa. -Está completamente sorprendido.
-¡Qué raro! ¿Vistes quien era?
-No, estaba oscuro. -Mi ritmo cardíaco para estar estabilizado pero aún así tiemblo de los nervios. -Thom.. si te llegara a pasar algo malo, me muero. ¿Escuchaste? -Le digo la verdad de la forma más sincera posible. Dejo que mi corazón hable. Él me sonríe y me acaricia la mejilla.
-No va a pasar nada. Creeme que jamás nos va a pasar ningún tipo de desgracia como esa. No lo permitiría. -Cierro los ojos por cada caricia. -¿Dormimos? -Abro mis ojos y asiento.

Me acurruco con Thomi sin soltarlo para quedarme protegida por completo. Se que estamos yendo muy rápido con nuestra relación pero no nos queda muchas opciones en este mundo peligroso en el que ambos somos partícipes. Confio en que él podría dejar ese trabajo por siempre pero...¿Podrá hacerlo? Presiento que es lo de él porque ama lo que hace. Y a uno cuando se le quita lo que es casi un don para una persona, es feo. O sea lo extrañas y posiblemente vuelvas a hacer ese oficio. No lo sé, ojalá me equivoque. Solo quiero que sea feliz y que estemos a salvo.

**********************************
Terminamos de cenar un rico plato de pasta hecho por mi y ahora mismo limpio los trastes.

-¿Cómo podes estar seguro de que nadie vendría a matarnos, en venganza de la muerte de la mano negra? -Le pregunto seriamente. Dura un breve silencio pero luego Thomi me abraza de atrás lográndome dar un beso en el cuello.
-No creo, Kate. -Me dice al oído.
-¿Seguro?
-Mirá, si alguno quiere venir por nosotros... pues que lo haga. No saldrá vivo de aquí. -Parece decirlo como una gran posibilidad de que podría hacerlo de lo más normal.
-Sos un salvaje. -Le digo casi protestando.
-¿Ah si?... -Dudo en haberle dicho eso ya que en menos de un segundo me ataca con cosquillas haciéndome reír hasta los codos y logrando que salpique toda la espuma del lavado.
-Basssta, por favorrr. -Le suplico a carcajadas. Él también se ríe hasta que finalmente para de hacerlo.
-Es divertido....
-¡No! Claro que no. -Me hago la enojada y me besa. Aunque en ese mismo momento lo llaman al celular.

-¿Hola? Aaah Sarah. Decime. -No logro escuchar que le dice ella pero yo ya estoy hirviendo de los celos. -Si, si. Quedate tranquila, gracias por tu ayuda. -Otra vez habla ella. -Bueno, dale. Organizamos luego así nos vemos. -Aaah bue, ¿Esa tarada me lo quiere robar? No. No. -Adiós.

-¿Qué quería?
-Solo me avisaba que los heridos fueron trasladados al hospital en el que ella trabaja. Por suerte pudo hacer un arreglo para que los atiendan sin ningún dato sobre ellos.
-Ah, buenísimo.
-Si. Una buena noticia de vez en cuando, no está mal... ¿Eh? -Realmente está contento. Termine de limpiar y secar así que lo voy a buscar hasta besarlo.
-Me alegra verte bien. -Le sonrio. -Parece que los golpes se van curando.
-Puedo resistir cualquier cosa. -Me hace reír y lo vuelvo a besar. -¿Vas a seguir con tu trabajo?
-Si tonto.
-Uffa. Te quiero solo para mi.
-¿No tenes otra cosa que hacer?
-Si, en realidad tengo algunas cosas.
-¿Entonces?
-Nada, solo decía. -Me suelta y se aleja a no se donde.




Maniático AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora