DÍA #14

4.6K 262 17
                                    

DÍA 14: "El Último Baile".


Desperté rodeada por unos brazos firmes y fuertes, y al recordar de quién se trataba, no pude evitar sonreír.

Bostecé levemente y me estiré un poco e instantáneamente mi mente hizo un "click" y abrí los ojos con pánico.

¿QUÉ HORA ES?, ¡Mamá llega temprano hoy!

Intenté levantarme, para tomar mi móvil que se encontraba en la mesa de noche, pero recordé que no traía ropa encima.

Maldecí a regañadientes y puse en marcha el plan B: Alargué mi brazo hasta allí, evitando despertar a Frank, y esta vez lo logré.

Las 6:15 am, ¡Menos mal!, aún teníamos tiempo relativamente hablando.

Traté de girarme hacia él, para verlo dormir tranquilamente, pero cuando lo hice, él se removió en la cama y después abrió esos lindos ojos marrones justo cuando quedamos frente a frente.

—Umh, ¿Por qué siempre me levantas tan temprano?. Déjame disfrutar un poco más el tenerte a mi lado en la cama —murmuró, pegándose más a mi cuerpo.

—También disfruto de esto —respondí acariciando su cabello —, pero mamá llega al rato.

—Hostia, ¿Por qué no lo dijiste antes? —exclamó, abriendo los ojos como platos y tratando de incorporarse.

—Porque aún hay tiempo, tonto —respondí riendo.

—Oh, vale —volvió a esconder su cara en el hueco de mi cuello y su respiración se volvió más pausada.

—Pero aun así sería mejor que... Eh... Nos vistiéramos —me sonrojé al decir aquello y él, al notarlo, alzó su mirada con una sonrisa burlona en el rostro.

—¿Por qué?, me encanta tenerte así —susurró en tono coqueto.

—Frank —regañé con un tono de amenaza en mi voz.

—Está bien, ya entendí —rió y se levantó de la cama sin importarle que no traía ropa encima.

Yo abrí los ojos sorprendida, no es como si no le hubiese visto ya, pero de todas formas me apenaba.

Frank lo notó y encaró una ceja —¿Disfrutas la vista? —preguntó.

—¿Qué dices? —me puse tan roja como fuese posible y él volvió a reírse de mí.

—Me gusta cuando te sonrojas.

—A mí me gusta cuando cierras esa boca y empiezas a hacer lo que debes hacer, ¿Sabes?, ¡Vístete ya! —ordené.

Él volvió a carcajear y se puso a ello.

Cuando por fin tuvo cada prenda puesta en cada parte de su cuerpo, se acercó a mí y notó que yo aún estaba cubierta por la suave sábana.

—Tu turno —murmuró con voz ronca.

—Vale si, ahí voy—él se mantuvo quieto, esperando —, voltéate —exigí.

—Oh vamos, ¿Lo dices en serio?

—Así es —respondí y disfruté de su cara de inconformidad.

—Bien —alzó las manos, como rindiéndose, para luego girarse.

—Bien, prométeme que no vas a verme —dije.

—No me gusta hacer promesas que no estoy seguro de cumplir —añadió de manera provocativa.

QUINCE DÍAS CON ÉL - sTaXx & Tú #1°Where stories live. Discover now