Comienza la decadencia

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"Conlleva una gran valentía, el enfrentarte a tus enemigos. Pero mucho más, el enfrentarte a tus amigos."

Albus Dumbledore, en Harry Potter y La Piedra Filosofal.


―¿Crees ser tan importante como para meterte en Hogwarts sin permisos?

―Sabes que puedo hacerte quedar aquí hasta que me contestes la verdad, ¿cierto? ―pregunta desanimado omitiendo sus palabras, casi con un suspiro entre sus labios, aburrido de tanta simpleza a su alrededor.

El fantasma ni siquiera se inmuta: grita desesperado, casi desgarrándose la garganta con solo su voz. Tiene el poder de muchos años vagando sola, en pena, lo que genera un fuerte aturdimiento en los oídos de Salazar.

―¡Cállate! ―grita éste vorazmente, levantándose del suelo donde había permanecido recostado por varias horas, esperando que su presa contestara sus simples preguntas. Un poco más calmado; al ver que ella se había callado lentamente, comenta con una sonrisa abierta, casi podría decirse que estaba siendo amigable, aunque sus palabras no lo fueran: ―. No puedes desaparecer. No puedes irte. Sufrirás el recuerdo del pasado una y otra vez hasta que me digas lo que quiero saber. O las cosas podrían terminar mal si para el final del día sigo encerrado en este estúpido lugar, encerrado contigo.

Lo mira alerta, sus palabras son ciertas: no puede irse de aquel lugar, ni siquiera desaparecer como cualquier fantasma lo haría en su posición. Simplemente, se encuentra petrificada en su lugar desde que el momento en que su sombra penetró aquel sitio. Cuando lo hizo, no pronuncio ninguna palabra en particular, sólo la había visto vagar por las escaleras mientras se fijaba cautelosamente el momento oportuno para arremeter contra ella con su magia y dejarla incapaz de cualquier movimiento.

―No podrás salir otra vez ileso, todos saben en qué tipo de magia te habías convertido. No te dejarán en paz, comenzaran a husmear en tu pasado y se encontraran con un aroma podrido, nauseabundo: olor a muerte ―escupe ella sin miedo en el rostro de Salazar.

El mago se ríe de lado, esperando algunas palabras más chocantes viniendo de la boca de quien venían.

Alza la mano, la joven fantasma se asusta. Emite un pequeño suspiro al ver que él sólo le toma un mechón de cabello y comienza a jugar con él.

―¿Cómo puedes tocarme, sostenerme, si es que estás en el mundo mortal y yo no?

Él se acerca hasta su rostro, se agacha sólo un poco hasta que terminan sus labios justo al lado del oído de su presa. Ella se encuentra quieta, no consigue pestañear aunque quisiera, pero no lo necesitará.

―Nunca dije que lo estuviera ―susurra Salazar entre sus cabellos, inundado por una fragancia a menta que no venía propiamente de su estado actual, sino del momento en que ella había dejado su cuerpo.

Se aleja nuevamente, pero no del todo, sigue quieto, parado con los pies muy juntos en una pose casi militar, muy cerca de ella.

―Ahora contéstame. Sólo dime dónde está, la necesito ahora.

―No la tengo ―responde al fin, entregada al miedo.

Salazar infunde un grito de desesperación, golpea con el puño cerrado la pared de piedra más cercana, haciendo que sus nudillos se tornen blanquecinos, hasta que la piel se rompe por la brutalidad del golpe y comienzan a sangrar despacio. Respira profundo, no siente dolor pero la quemazón en su estómago por la ansiedad y la impaciencia lo está absorbiendo de a poco, casi lo sumerge por completo en la desesperación.

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⏰ Last updated: Jan 23, 2016 ⏰

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Redención | Harry Potter FanFiction [Sábados]Where stories live. Discover now