El Secreto de un Angel

Capítulo#18

- Cloe llevas con esa sonrisita boba desde ayer ¿ por qué no me cuentas ya qué pasó contigo y Keyllan, para tenerte así de atontada?.- Me miro con las cejas elevadas, expectante.

- Bueno... - sonreí recordando. - Él me pidió ser novia, Estef. Él me pidió tener algo serio.

- ¿Es... en serio?- Me miro sorprendida.

Asenti sin perder la sonrisa.

Estef soltó un chillido de alegría y me atrapó en un asfixiante abrazo, yo reí por su exageranda muestra de alegría.

- Eso...eso es genial Cloe. - Me miró, luego pareció recordar algo y salió disparada hasta su pequeño bolso, ese que siempre trae consigo cada vez que se queda en mi casa, y comenzó a buscar algo con rapidez.

Cuando parecio encontrar lo que buscaba volvió junto a mi .

- ¿Ocurre algo? - cuestione al fin, dejándome llevar por la curiosidad.

- Te tengo un obsequio. Verás ayer estaba en esos paseos que suelo dar por la ciudad, encontre un pequeño pueblo comercial. Y entonces vi esto...- dijo, mientras me acercaba una pulsera de material elástico de un simple verde pálido. Al principio no entendí que tendría de especial que haya captado su atención. La miré y por la expresión de su rostro descubrí que había captado la confusión en el mío.

- Pontelo y verás.

Eso hice, y de todas las cosas que pudieron haber pasado, el que cambiase de color no estaba en ello.

Abrí los ojos con sorpresa al ver como la pulsera antes de un simple verde cambiaba a un azul cielo y motitas negras como manchas también aparecían. El cosquilleo serpienteo por mi brazo, como alterado y ascendió hacia mi cuello y este ardió en mi nuca, y me escosian los ojos, los cerré. Mi respiración se aceleró, y la tensión sólo se disparó. Un subidón de adrenalina me erizo la piel para abandonar mi cuerpo de golpe.

- ¿Cloe...?

Percibí lejana esa pregunta aún sabiendo que sólo estaba a un paso de mi.

« Tranquila, vamos, tranquilizate»

- Cloe, Oye! Cloe...¿ estas bien?

« ¡Demonios! ¿por qué justo ahora tenía que pasar?»

Asenti hacia Estefani. Tome una respiración onda y abrí mis ojos despacio, los cuales extrañamente los sentí más sensibles que antes.

Estef no mostró ninguna otra reacción cuando la vi salvo preocupación por el ataque repentino. Eso de alguna forma me tranquilizó. Significaba que nada extraño y fuera de lo común le había pasado a mi rostro.

- ¿Estás bien?.- siguió cuestionando tomando mi rostro y examinandolo en busca de algo.

- Si.- murmure no muy segura.

- ¿ Desde cuando?.- la miré confundida, pero muy pronto capte a lo que se refería.

- Desde siempre, pero hace un par de años dejaron de manifestarse estos extraños episodios, pero cuando inició el semestre mi cuerpo comenzó a entrar en un estado de constante... cambio.

- ¿ Fue por eso por lo que te desmayaste cuando lo de Kevin?

- Es... Muy probable que si.

Baje la vista pensativa y aún un poco afectada. Estefany me abrazó y acaricio mi cabello, consolandome.

- ¿Se lo dijiste a la tía Jess?

- No.

- ¿ No le dirás?