El Secreto de un Angel

Capítulo #22

Estefani -Eris

Me habia levantado llorando  otra vez. Mire a Cloe y comprobé que no se habia despertado por mi culpa. Ayer me habia quedado a dormir en su casa. Nos mantuvimos despiertas hasta la media noche conversando. Ella me hizo un montón de preguntas a las que muchas respondí de forma vaga y las demás las esquive.

Salí de la cama hasta el baño  de la forma mas silenciosa posible. Me duché  y cambié y luego salí de la habitación.

Baje las escaleras desganada. Debia de estar saltando de alegría por que al fin conseguí una cita con Daniel, pero solo sentia una pesadez y ganas de echarme a llorar en cualquier momento por lo que pronto pasaría.

Le contaría la verdad aun si él terminaba despreciandome.

Llegue a la cocina y Jess se encontraba tomando su desayuno ya lista para irse a trabajar.

- Buenos días, tía.

- Buenos dias, Fany.

Le sonreí lo mejor que pude.

- Ven toma asiento, ahora te sirvo un poco.

- Gracias .

Tome asiento en uno de los taburetes de la isla y la observe moverse por la cocina. Pronto tuvo todo listo y lo dispuso frente a  mi.

Empecé a comer despacio. Sentia su mirada escrutandome y estudiandome.

- ¿Por que esa carita, eh?

- Notas muchas cosas, tía. Supongo que te haces una idea de porque estoy así.

- Tienes razón.¿ Entonces puedo asumir que se trata de un chico?.

Asentí.

-Supones bien.

- ¿Pasó algo malo?

- Si malo te refieres a que va a terminar odiandome, luego de que nos reunamos hoy, pues sí es algo malo.

- ¿ Lo heriste ?

- Lo traicioné, rompí una promesa que le hice y le he estado mintiendo desde entonces.

- ¿ Lo hiciste de forma intencional? .- cuestionó.

- No, claro que no. Nunca le haría algo asi aproposito.

- Entonces, él te perdonará, si el realmente te quiere y te comprende, te perdonará.

Negué  sin aceptar aquello.
- No lo creo.

Y ahí  quedó nuestra conversación.

***

Estaba en la entrada del parque de diversiones y estaba nerviosa. Llevaba un Jersey rosa pálido, unos jean ajustados y nos botines con tacón negro, mi cabeza estaba cubierta por un gorrito de lana del mismo color que mi blusa.

Lo vi acercarse y mi corazón comenzo a latir rápido y retumbar en mi pecho. Mis pelos se pusieron de punta y un dulce cosquilleo se extendió por mi brazo hasta la punta de mis dedos.

- ¿Por qué me has citado aqui ?.- preguntó ya cuando estuvo a unos pocos centimetros de mi.

Llevaba un polo negro debajo de el suéter gris con capucha. Unos vaqueros que le sentaban de maravilla y unos converse.

Me encoji de hombros.

- Sentí que no te caía bien y quise pasar tiempo contigo para ver si cambiabas de opinión. Además tengo algo que decirte. -hice una mueca , decir aquello era más doloroso que saberlo. Sabia que tenia que hacerlo pero demonios como dolía. Cada segundo que pasaba me hacia más consciente de el mayor sufrimiento  que pasaría en toda mi eterna vida.