Capítulo #19

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Keyllan

Seguí leyendo página tras página una y otra vez, y seguí sin conseguir las respuestas que necesitaba.

- ¿Aún con el mismo libro, Key? - cuestionó un muy aburrido Daniel que llevaba al menos una hora cambiando de canal en busca de algo "entretenido".

Al levantarme esta mañana lo había encontrado invadiendo mi apartamento y haciendo uso de mis cosas como si fueran suyas. Yo sólo seguí ignorando su presencia.

- ¿No deberías estar buscando el lugar donde se ocultan los caídos, Dan? - fue mi respuesta. Mientras me daba por vencido con la lectura.

- Con respecto a eso ya tengo una pista.

- ¿En serio?

Daniel al final se rindió con la tv y la apagó. Para ahora depositar toda su atención en mi.

- Si. - respondió con una sonrisa de satisfacción.

- ¿Que descubriste?

- Aún no es totalmente seguro, pero descubrí que ellos no tienen un escondite. Los he estado persiguiendo de lejos y he notado que se reúnen tres noches en distintos lugares. Seguro para informarse y reagruparse.

- ¿Tres noches ,dices?

- Si

- ¿Por qué tres?

- Ni la más minima idea, en cada junta planean cuando se volverán a ver .Por ello no he encontrado ningún patrón que nos pueda servir.

- ¿Algo más?

- Por desgracia sí. Ellos están poseyendo un montón de personas, Key. Hace dos noches fue su junta y allí vi a un par de chicos que van a las mismas clases que Cloe.

Pasé mis manos por mi cabello frustrado. Fruncí el ceño pensativo.

La situación no hacía nada más que empeorar. Y presentía que lo seguiría haciendo,por tanto, el hecho de tener que contarle a Cloe la verdad también se acercaba y sólo admitía para mí lo aterrado que estaba de la reacción que pueda tener Cloe al enterarse.

Una suave brisa lleno la sala mientras traía consigo un escencia que conocía muy bien.

- Hola, ¿llego en un mal momento?- cuestionó una insegura Eris al notar toda esta tensión que se había creado sin desearlo.

Relaje mi expresión mientras dejaba salir un suspiro cancino, y le sonreí a medias.

- Hola Eris. No te preocupes, sólo... ya sabes, las cosas simplemente siguen poniéndose difícil a cada segundo que pasa.

Ella me miró con preocupación.

-¿Algo nuevo de lo que tengo que estar enterada?

- Me temo que sí.

Ella elevó una ceja. espectante.

- Están poseyendo a más personas.

En sus ojos se avivó la llama de la preocupación y su boca se apretó en una linea recta.

Mire a Daniel de reojo y este en ningún momento a parto su vista de la de Eris. Parecia querer tratar de adivinar que cruzaba por la mente de nuestra pelirroja amiga.

Volví a posar mis ojos en Eris justo cuando está dejaba escapar un suspiro de resignación.

- Eris.

La susodicha respingo en su sitio mientras sus mejillas adquirían un leve tono rojizo y miró detrás de si al esas palabras salir de la boca de Daniel. Yo sonreí divertido sin poder evitarlo.

El Secreto de un AngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora