22

62.1K 3.7K 643
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


CATHERINE

Desperté sintiendo el peso de una mano en mi cintura, un pequeño bostezo salió de mi boca y abrí mis ojos aún somnolienta. Lo primero en mi campo de visión fueron unos grandes brazos pálidos rodeando mi cintura y el rostro de Alec apoyado al finalizar mis pechos, su cabello castaño desordenado y su boca entreabierta. Una sonrisa idiota se asomó en mis labios cuando los recuerdos de la noche llegaron a mí.


Flashback:

Sus dos manos se aferraron a mi cintura y mi cuerpo se estrelló contra la fría pared de nuestra habitación. No recordaba en qué momento todo había pasado de estar hablando a no poder quitarnos las manos de encima. Pero justo ahora su boca estaba sobre la mía, uniéndose en un beso cargado de lujuria y pasión, llevé mis manos rodeando su cuello y él quitó las suyas de mi cintura, se separó de mí unos centímetros y rasgó mi vestido en lo que a penas fue un segundo. No pude replicarle, me encontraba en un estado casi primitivo conducido por mis deseos. Sus ojos, ahora negros, miraron mi cuerpo de arriba abajo, que sólo se econtraba cubierto por un conjunto de encaje azul perlado.

— Eres perfecta... — susurró deleitandose a sus anchas.

Antes de poder responder su boca volvió a unirse con la mía para luego abandonarla y tomar mi cuello, fue dejando pequeños besos a lo largo de mi clavícula hasta llegar a mis pechos, mordió mi pecho izquierdo por encima de la fina tela y con su mano derecha pellizcó mi otro pecho haciendo que mis gemidos aumentaran. Jamás me había imaginado una situación como tal, pero lo estaba disfrutando como nunca antes, era como si la química entre ambos fuera erotismo puro.

Su boca abandonó mi pecho para volver a mi cuello y deslizar sus colmillos por allí, mordió, succionó y lamió mientras mis manos viajaron a su remera, quitándola segundos después. Deslicé mis manos por su trabajado cuerpo y llevé mis manos a su amplia espalda clavando mis largas uñas cuando Alec mordió con fuerza mi pezón al deshacerse de mi sostén. Volvió a dejar mis labios para succionar mis pechos mientras mis uñas se aferraban a su espalda. Me tomó de los muslos haciendo que mis piernas rodeen su cintura sintiendo un gran bulto en mi sexo, y aquello hizo que fuera inevitable que ambos gimiéramos al sentir la fricción.

— Mierda...

Su voz se cortó por su propio gemido cuando moví mi pelvis. Tiró mi cuerpo en la gran cama mientras sus manos viajaban a sus pantalones, dejándolos caer. La luz que se filtraba por la ventana dejaba ver su cuerpo bien esculpido; su pelo desordenado, su boca entreabierta y todo su cuerpo tenso. Gatee hacia él y llevé mis manos a su bóxer negro, acariciando su miembro. Alec gimió mi nombre y volvió a empujarme a la cama, bajó su bóxer dejando ver su grande y duro miembro, haciendo que un gemido casi inexistente saliera de mi boca.

Se colocó en la punta de la cama deslizando sus dedos por mis piernas hasta llegar a mis muslos, dio un leve golpe y eleve mi cintura para que se le facilitara quitar lo único que nos separaba.

Eternos I: Suya por la eternidad. (+18) |EDITANDO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora