26. Pólvora.

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ANDY

- ... La transacción fue un éxito. El dinero está completo y el señor Ivanov recibió el encargo sin problemas. - Le entrego al señor Demian el folder beige donde vienen los papeles.

Él lo toma y lo abre para empezar a inspeccionarlos. Sé que es más una costumbre que una seña de desconfianza hacia mí. Llevo poco tiempo en este trabajo pero no he cometido error mínimo.

Mientras el continúa centrado en los papeles que le acabo de dar, inspecciono con la mirada la oficina de Demian. Esta es la oficina que tiene dentro de su bar La Caja de Pandora. Es muy grande y con enormes ventanales que dan hacia la parte interior del bar, vigilando a todo aquel que entre o salga de aquí.

- Correcto, hijo. - Dice él cuando vuelve a cerrar el folder y dejarlo sobre su escritorio frente a él. - Como siempre, todo en orden.

- Lo sé. - Digo al mismo tiempo en que recargo mi espalda en la cómoda silla de cuero.

- He quedado muy satisfecho con tu trabajo, Andy. Estoy pensando seriamente en moverte a un cargo más importante, con Tara, quizás.

- Gracias, Demian, pero no sólo es mi trabajo. - Acomodo mi chaqueta de cuero. - Es también trabajo de mis amigos. Somos un equipo así que o subimos todos o nos quedamos.

Él me mira con ojos entrecerrados pero con una sonrisa satisfecha.

- No cabe duda que tenerte en el negocio ha sido de las mejores decisiones que he tomado. - Yo asiento con la cabeza como agradecimiento.

En ese momento, la puerta de la oficina se abre, dejando ver a uno de los gorilas de Demian aparecer en la oficina.

- Señor, hay un...

- ¿Cuantas veces les he dicho que cuando esté con alguien, deben tocar? - Reprende Demian molesto.

- Es que usted nos dijo que para este asunto no importaba con quien o donde estuviera. - Responde el tipo e inmediatamente veo a Demian enderezarse en su silla mientras su rostro se endurece.

- Andy, ¿te molestaría dejarnos solos unos momentos? - Dice sin quitar la mirada del sujeto en la puerta. - En un minuto te vuelvo a atender.

- Claro. - Respondo un poco desconcertado.

Me levanto de la silla y camino hasta la puerta. Cuando salgo de la oficina, la puerta se cierra tras de mí inmediatamente. Fuera, a cada lado de la pierta, se encuentran otros dos enormes sujetos custodiandola. Al principio pensaba que era una exageración del hombre tener tanta seguridad pero una vez empezando mi trabajo con él, me di cuenta que yo también tendría veinte guardaespaldas siendo el jefe de una... empresa... como ésta.

Camino por el pasillo hasta llegar al barandal que da directamente hacia el lugar, recargo mis codos en la rejilla de metal mientras observo todo el panorama de adolescentes alocados bailando en la pista de baile iluminada. Saco mi celular del bolsillo de mi pantalón y me doy cuenta que tengo varios mensajes de Tara.

"¿Estás con Scarlett?"

"¿Dónde está Scarlett?"

"¡¿Donde mierda está tú novia con cabello de mentruación?!"

"¡Puta madre, Andrew! ¡Necesito localizar a tu maldita novia!"

Esto es bastante extraño, ¿para qué Tara quiere encontrar a Scarlett? ¿Y cuántas veces tendré que decirle que Scar no es mi novia?

Decido llamarla y esta me contesta imediatamente.

- Hasta que me contestas, tarado. ¿Estás aquí en La Caja de Pandora?

Amarte a MorirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora