2. Belikov

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ODETTE

El ruido de mi despertador sonó como todas las mañanas. Saqué mi mano de entre las cobijas para oprimir el botón de apagar. Comencé a abrir mis ojos, mientras estos se empezaban a adaptar a la tenue luz de mi habitación, al enderezarme en la cama, solté un gran bostezo y luego decidí salir de las cobijas colocándome mis pantuflas blancas de conejo, caminé hasta mi ventana aún estirando mis brazos adormilados. Abrí las cortinas rosas para dejar entrar la luz anaranjada del amanecer. Siempre me encantaba ver como el sol salía de entre los enormes edificios de la ciudad.

Entre al baño y miré la otra puerta del mismo, la que daba a la habitación de mi hermana. Nuestro baño era el que conectaba nuestros cuartos. Pensé en ir a despertarla como todos los días a esta hora pero mejor decidí darle unos minutos más de sueño.

Conecté mi celular a las pequeñas bocinas y  la canción Do i wanna know? de Arctic Monkeys se mezcló con el sonido de él agua corriendo en la regadera.

Me duché rápidamente, al salir, me cubrí con mi bata de baño y enredé una toalla al rededor de mi cabeza para contener mi cabello mojado, puse pausa al reproductor de música para luego dirigirme a la puerta que daba al cuarto de mi hermana. Abrí la puerta encontrando a una Scarlett durmiendo boca abajo, enredada entre cobijas y sábanas. Me acerqué a ella con una sonrisa maliciosa en mi rostro.

- Señorita Scarlett Belikov, está detenida por ser una dormilona compulsiva. - Susurré junto a su cabeza.

- No tienen... pruebas en mi contra... - Balbuceo de forma torpe.

Siempre era divertido molestarla cuando dormía ya que ella desde pequeña habla dormida. Muchas veces así descubría donde escondía ella los caramelos.

- Scar, ya despierta. Hay cosas que hacer hoy. - Hablé fuertemente esta vez, mientras movía su pesado cuerpo de un lado a otro. 

- Mmmhhhmmm...

- Scarlett, no me obligues a sacarte a rastras de la cama porque sabes que lo haré.

- Odette, ¿por qué no eres una hermana normal y me dejas dormir hasta que el hambre me saque de aquí? - Habló con voz ronca y ojos aún cerrados. Su cabello rojo estaba totalmente enmarañado que parecía que hubo una pelea de aves en él.

- Vamos, es nuestro último viernes de vacaciones y tenemos mucho que hacer. Hay útiles que comprar.

- Exactamente, es el tercer ultimo día de libertad y debería seguir durmiendo. - Dijo mientras se empezaba a levantar de la cama con pereza.

- Sólo báñate y vístete para desayunar e irnos. - Dije con una sonrisa mientras caminaba de nuevo a mi habitación.

Escuché el sonido de las dos puertas del baño cerrarse, como se encendía de nuevo la regadera y ahora las pequeñas bocinas portátiles reproduciendo a Asking Alexandria. Su grupo favorito.

Saqué de mi armario un vestido color crema con estampado de pequeñas flores cafés por todos lados y unos zapatos bajos, sequé rápidamente mi cabello, dejándolo caer por mis hombros y mi espalda. Me puse un pequeño suéter café que hacía juego con mi vestido y finalmente salí de mi cuarto para bajar a desayunar.

En el comedor ya estaban sentados mamá, su esposo Erick y Tyler, mi hermano menor de 15 años, quien aún seguía en pijama.

- Buenos días, Odette. ¿Tuviste buen descanso? - Preguntó Erick, tan amable como siempre.

- Hola, buenos días. - Me senté en la mesa junto a Tyler. - Dormí bien, gracias.

- Hice waffles para desayunar. También hay pan tostado y frutilla. - Anunció mamá con entusiasmo igual que siempre. - ¿Ya despertó Scarlett?

Amarte a MorirWhere stories live. Discover now